Buenos Aires, jueves 8 de agosto de 2013 (ACTA).- La Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA-CTA) y la CTA repudiaron el grave accionar del intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, quien ante una medida de fuerza de los trabajadores del volante, no dudó en arrebatarles sus vehículos durante la madrugada.
Luego de ello los entregó a supuestos trabajadores municipales para que se encargaran de reemplazar a los colectiveros que se encuentran en estado de asamblea permanente.
“Cuando nos presentamos a trabajar a la mañana, nos encontramos con el galpón donde están los coches cerrados. Justo enfrente se encuentra el control de la policía, quien nos dijo que había venido el intendente a las 3 de la mañana y había retirado 12 colectivos del galpón con personal municipal”, detalló Roberto Figueroa, Secretario General de UCRA Tierra del Fuego.
Los trabajadores realizaron la denuncia correspondiente en el Ministerio de Trabajo, donde “dejamos sentado que vemos que el municipio pretende quebrar esta medida, en lugar de tratar de mediar para que se resuelva el conflicto”, informó Figueroa.
La medida de fuerza que venían llevando adelante los compañeros de UCRA tiene que ver con la exigencia de cumplimiento de un pliego licitatorio que incluye mejores condiciones de trabajo, mejor calidad de servicio, seguridad e higiene en los talleres. “Vemos que el municipio es cómplice porque no hace cumplir el pliego a la empresa Autobuses Santa Fe. Los están subsidiando, aumentan los boletos a la gente y el servicio es cada vez peor”, agregó el dirigente.
Y además denunció que “lo que nos intriga es saber cuál es la complicidad de Sciurano con la empresa, si es socio o accionista. Porque lo único que estamos pidiendo es condiciones de trabajo, seguridad y calidad en el servicio. Ya hemos realizado más de 40 presentaciones en el ministerio y no pasó nada. Ni mejoró el servicio, ni hubo instancias de dialogo”.
A este reclamo por mejores condiciones de los choferes se le suma el reciente despido de un compañero por reclamar, “por eso vemos que la empresa no quiere arreglar nada, el municipio hace oídos sordos y lo único que nos queda es la lucha en la calle”, finalizó Figueroa.
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