Desde que Tecpetrol se hizo cargo del yacimiento, a principios de los ’90, zanjeó un mallín para canalizar el agua de formación, que contiene productos químicos y aditivos de los pozos petroleros, lo que estropeó la vegetación y la calidad del agua para los animales, “toda esa zona queda como devastada, muere todo”. Se han registrado numerosos derrames y la familia Quintana está preocupada por la advertencia de presencia de sulfuro de hidrógeno.
“Lo que haría falta es una solución de fondo, de una inversión y que la infraestructura esté bien para que no se produzcan estos incidentes”, aclaró Quintana, quien adelantó que si no se da una solución a través del Ministerio de Ambiente, están considerando tomar acciones legales.
Fuente: Puerta E.
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