Vista de la zona de chacras del valle de Rincón de Lobos amenazado por estos focos. En el centro, uno de los puntos despejados en la roca con superficie suficiente para el descenso de un helicóptero según los baqueanos.
Por
Susana Lara *
“Tuvimos que usar el agua que llevábamos para tomar”
“Nos indignó ver que tiraban los palos encendidos ladera abajo”
“Subimos a defender lo poco que nos queda de bosque nativo”
Rincón de Lobos, enero de 2012.- El martes 10 de enero, después de una leve lluvia, se reavivaron dos focos en el bosque nativo en la ladera del cerro Pirque aumentando la amenaza del riesgo de incendio a las viviendas y las chacras en producción de una parte del valle rural de la zona de la localidad de El Hoyo, Chubut. A las 6 de la mañana de ese día, desde el valle, dos columnas de humo confirmaron que el fuego seguía quemando arriba.
Un grupo de vecinos de Rincón de Lobos –así se llama la zona en reconocimiento a una de las antiguas familias pobladoras- venía evaluando la posibilidad de subir a constatar directamente el estado de esos focos, ya que funcionarios del operativo oficial de combate del incendio informaron a los directamente afectados que “no se puede subir”, “monitoreamos el fuego desde abajo” y “lo atacaremos cuando baje”.
Ante esa estrategia y plan oficial para los focos de la ladera noroeste del Pirque, con el respaldo de sus familias y de vecinos autoconvocados, un pequeño grupo de vecinos ascendió con un equipamiento básico para ejercer la defensa directa del territorio en riesgo. Este ascenso fue informado a las autoridades y a la opinión pública por una radio local cuando los muchachos ya estaban ante el fuego, alrededor de las 11 del martes 10. Recién una hora y media después comenzó a sobrevolar el helicóptero la zona. Alrededor de las 15 en otro vuelo habría descendido la brigada oficial, cuyo desempeño generó la indignación y preocupación de los vecinos de Rincón de Lobos.
Al día siguiente, con uno de esos focos todavía activos, ante un grupo de vecinos Ramón y Oscar relataron en detalle el trabajo que hicieron en la ladera, que les insumió unas diez horas sin descanso. Este informe es resultado de la reflexión compartida, ilustrada con las fotografías que ellos mismos tomaron con la intención de documentar y respaldar su testimonio oral.
“Subimos de voluntad, de corazón”
Esquema básico de la ladera noroeste del cerro Pirque con ubicación aproximada de movimientos y puntos que refieren los testimonios.
• Línea de ascenso y movimiento general en la montaña
1. foco uno
2. foco dos
3 y 3 bis. zanjón por donde los brigadistas tiraron palos encendidos
4 derrumbe
“Cuando llegamos a la parte baja del derrumbe del Pirque nos comunicamos por radio. Pedimos que nos informen del otro foco que estaba del otro lado. Fuimos apagando todo, porque había quedado a la orilla todo este morro (punto 2 de la foto de la vista general de la ladera). Había cipreses prendidos. Fuimos cortando hacia arriba y enterrando en las cuevas con piedras, echando el fuego allí para que no siga prendiendo. Todo el filo estaba prendido hasta los tres picos atrás (en la foto, sobre el filo, del centro a la izquierda). Atrás hay un zanjón, que no se ve desde el valle, que no alcanzó a prender sino toma para lo de Azócar. Por el zanjón se vino el fuego hacia la zona del derrumbe del Pirque (4); nosotros subimos por el zanjón, por el mismo recorrido que hizo el fuego, cortando palos, focos encendidos. Buscamos ceniza húmeda para ahogar los palos que estaban prendidos desraizados ya; los ahogamos para que no sigan chispeando. Ahí fue cuando Oscar pidió (por celular desde la montaña) al operativo que manden mochilas con agua; ya que estábamos hacíamos todo el recorrido con las mochilas podíamos asegurarnos que quede bien aplacado. Nos dijeron que no podían bajar en helicóptero; no nos mandaron agua. Llamó a los jefes a la central, llamó a bomberos. Dijeron que no podían bajar, que no había lugar para que pare el helicóptero. Nosotros sacamos fotos de un lugar donde podía parar el helicóptero. Hay un arenal explayado (lecho de una laguna estacional) donde horas después pudieron hacer descender una brigada de cuatro o tres personas.