El Bolsón (ANPP/Agenda Qué Hay).- Siempre fue fiesta y lucha, pero sin duda en esta tercera edición del Festival Patagónico por la Diversidad Sexual que se realiza anualmente en El Bolsón la balanza se inclinó para el lado del festejo. Es que la coyuntura política nacional así lo obligaba luego del gran hito cultural, de alcance continental, que significó la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario. Un detalle en la marcha de ayer sábado 8 de enero lo decía todo: montados en un cuatriciclo, dos participantes representaban a Cristina Fernández, uno, y a Néstor Kirchner –con alas de ángel- el otro.
Con la organización local Puertas Abiertas al Sur como anfitriona y organizadora, el festival abarcó tres días de actividades artísticas y culturales. El vértigo comenzó el jueves 6 por la mañana con una conferencia de prensa en la Casa de la Cultura de El Bolsón, siguió con un taller de teatro, a cargo de Mosquito Sancinetto, un “puzzle” de artistas locales en la plaza Pagano y, concluyendo la tarde, la apertura de una muestra de artes plásticas que incluía pintura, dibujo, fotografía y video digital, en la galería Tinta Roja.
A la noche, el salón de usos múltiples de FM Alas dio espacio a una mesa redonda en vivo para charlar sobre el reciente logro de la ley de Matrimonio Igualitario y pensar en las acciones futuras, esto es, velar por que se cumpla la ley y lograr que se sancione otra ley, la ley de Identidad de Género, que establecería el derecho de travestis y transexuales a tener el nombre que deseen y que sea reconocido legalmente en el documento nacional de identidad.
El viernes 7, por la tarde, en la antigua Casa de la Cultura, hubo un encuentro de representantes y asociaciones de LGTB (lesbianas, gays, travestis y bisexuales) que llegaron desde ciudades como Buenos Aires, Neuquén, Bahía Blanca, Trelew y Plottier. Poco después, en Tinta Roja, tuvo lugar la “Muestra Match” de improvisación teatral, y más tarde se proyectaron dos películas de 2009: la coproducción española-estadounidense “Toto forever”, de Roberto Francisco Canuto, y la argentina “Plan B”, de Marco Breger.
Sábado. Banderas con los colores del arco iris se agitaban en la entrada del Centro Cultural Eduardo Galeano, punto donde se fueron congregando, a partir de las 19, decenas y decenas de personas para participar de la “Marcha por la Diversidad”. Una hora después alrededor de 400 personas se encolumnaron detrás de la ya clásica carroza para recorrer con espíritu de alegría la zona céntrica de la avenida San Martín, arteria principal de la ciudad de El Bolsón.
La caminata terminó en la plaza Pagano, donde la gente del colectivo de FM Alas ya había puesto a punto el sonido en un escenario montado a un costado del mástil, frente a la comisaría. Ya eran las 21.30. Subieron integrantes de Puertas Abiertas al Sur y agradecieron a la gente que participó de los eventos, a los artistas y a las organizaciones que dieron su apoyo. “La Ley de Matrimonio Igualitario, sancionada el 15 de julio de 2010, es uno de los motivos que hoy nos convocan a festejar”, expresó Karina Risiglione. “Ahora es necesario que ese espíritu de respeto por la diversidad entre en las escuelas, en los hospitales, en las calles, en cada rincón de nuestra sociedad, para que la igualdad sea un hecho.” Tomó la palabra Mosquito Sancinetto, referente de la lucha histórica que se materializó en la ley 26.618: “Más allá de la identidad que tenga cada uno, todos lo que estamos acá somos, y eso es lo importante”.
El escenario a partir de entonces fue para la música, bajo una noche estrellada, de las baladas de la solista Flopa Lestani, primero, y de la potencia sensual de Paula Maffia y La Cosa Mostra para cerrar.
Pero, si bien el programa daba por terminado todo ese sábado 8, en rigor las últimas luces se apagarán recién en la mañana del domingo, porque a medianoche empezaba la fiesta de cierre en El Resguardo, en la Loma del Medio. Porque había que terminar como empezó: con alegría. Con más alegría que nunca.
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domingo, 9 de enero de 2011
MARCHA POR LA DIVERSIDAD SEXUAL
El Bolsón (Agenda Qué Hay).- Era la última jornada del 3er Festival Patagónico por la Diversidad Sexual, ayer sábado 8 de enero. La entrada del Centro Cultural Eduardo Galeano, en El Bolsón, estaba atestada de gente y banderas con los colores del arco iris, símbolo del movimiento internacional por la libertad de elección sexual. Estaba a punto de empezar la “Marcha por la Diversidad”.
Éste era el marco: integrantes de las asociaciones LGTB, artistas, militantes locales, vecinos, turistas y curiosos; niños, jóvenes y adultos; medios locales como FM Alas y Radio La Negra y el canal 6 de Bariloche, entre otros; música, disfraces y colores flameando. Hablaban las remeras: “No soy lo que pensás... Yo soy lo que quiero”, “Soy diverso”. Hablaban las pancartas: “Mi identidad, mi derecho”, “Ley de Identidad. Documentos legales para travestis y transexuales”.
Todo listo, cerca de las 20.30 empezaba la marcha. Al frente de la caravana, en un cuatriciclo, dos participantes representaban a la presidenta Cristina Fernández y a Néstor Kirchner, con alas de ángel, como expresión de gratitud por el aporte hecho al cambio cultural en pos del reconocimiento de las identidades sexuales. Tras los presidentes, cinco novias (representadas por artistas del colectivo “Combustión Lenta”), alguna con barba, regalaba souvenires: un corazoncito rosa con las leyendas “Sí, quiero” y “Te quiero”.
Un poco más atrás, la carroza, la atracción destacada y que es ya un clásico de las marchas por la diversidad en El Bolsón. Desde allí pequeñas hadas, brujitas y duendes saludaban a la gente junto a una pléyade de personajes: el marinero, el gaucho, el futbolista, un escocés, un granjero, la vedette, la vaquera.
Cuatrocientas personas acompañaban (y eran partícipes) del espectáculo. Frente a la mirada curiosa de los vecinos y turistas que pululaban por los alrededores de la avenida San Martín, se sucedían las canciones: “Llamen al Congreso Nacional/ para que vea/ que en el Sur se milita y pelea/ por la identidad/ de las personas trans”, “Se va a acabar/ se va a morir/ esa costumbre de oprimir”.Y se escuchaba aún: “Sumesé, sumesé/ que mañana será usté”.
Pasada las 21, la columna arribaba a un rincón de la plaza Pagano. Terminaba así una manifestación militante, porque una gran lucha era el contexto de fondo, pero signada por la alegría. Hubo motivos para que así sea. Y ojalá los siga habiendo.
Éste era el marco: integrantes de las asociaciones LGTB, artistas, militantes locales, vecinos, turistas y curiosos; niños, jóvenes y adultos; medios locales como FM Alas y Radio La Negra y el canal 6 de Bariloche, entre otros; música, disfraces y colores flameando. Hablaban las remeras: “No soy lo que pensás... Yo soy lo que quiero”, “Soy diverso”. Hablaban las pancartas: “Mi identidad, mi derecho”, “Ley de Identidad. Documentos legales para travestis y transexuales”.
Todo listo, cerca de las 20.30 empezaba la marcha. Al frente de la caravana, en un cuatriciclo, dos participantes representaban a la presidenta Cristina Fernández y a Néstor Kirchner, con alas de ángel, como expresión de gratitud por el aporte hecho al cambio cultural en pos del reconocimiento de las identidades sexuales. Tras los presidentes, cinco novias (representadas por artistas del colectivo “Combustión Lenta”), alguna con barba, regalaba souvenires: un corazoncito rosa con las leyendas “Sí, quiero” y “Te quiero”.
Un poco más atrás, la carroza, la atracción destacada y que es ya un clásico de las marchas por la diversidad en El Bolsón. Desde allí pequeñas hadas, brujitas y duendes saludaban a la gente junto a una pléyade de personajes: el marinero, el gaucho, el futbolista, un escocés, un granjero, la vedette, la vaquera.
Cuatrocientas personas acompañaban (y eran partícipes) del espectáculo. Frente a la mirada curiosa de los vecinos y turistas que pululaban por los alrededores de la avenida San Martín, se sucedían las canciones: “Llamen al Congreso Nacional/ para que vea/ que en el Sur se milita y pelea/ por la identidad/ de las personas trans”, “Se va a acabar/ se va a morir/ esa costumbre de oprimir”.Y se escuchaba aún: “Sumesé, sumesé/ que mañana será usté”.
Pasada las 21, la columna arribaba a un rincón de la plaza Pagano. Terminaba así una manifestación militante, porque una gran lucha era el contexto de fondo, pero signada por la alegría. Hubo motivos para que así sea. Y ojalá los siga habiendo.
MÚSICA: FLOPA LESTANI Y LA COSA MOSTRA CERRARON EL FESTIVAL POR LA DIVERSIDAD SEXUAL
El Bolsón (Agenda Qué Hay).- Luego de la marcha por el centro de la ciudad de El Bolsón, ayer sábado 8 de enero, quedaba aún el cierre del 3er Festival Patagónico por la Diversidad Sexual. Desde Buenos Aires llegaron para participar y apoyar el evento la cantautora Flopa Lestani y el grupo de rock Paula Maffia y La Cosa Mostra.
La primera parte fue para el repertorio de baladas de Flopa, un recorrido por temas acústicos, pop y folk rock. La ex integrante del grupo punk Mata Violeta, en la década del ’90, tocó canciones como “La mañana”, “Valientes de certezas”, “Abandonada”, “Debajo del álbum blanco” y “Sonajeros”, estas últimas de su producción reciente.
Un pasaje de uno de sus temas que era toda una declaración: “La vida se toma como el vino: pura”. Y un deseo, como despedida, sencillo y claro: “Paz, amor, libertad, respeto”.
Llegaba el turno de La Cosa Mostra, una potente banda de rock que fusiona el swing, el punk, el sonido jazzy y la música italiana de los ’60. Dos guitarras, una batería y un bajo sonaban sin descanso, frenéticamente, pulsados por eros, para dar entidad a enérgicas composiciones tales como “La puñalada”, “Por qué”, “La cacciatora di volpe” y “El milagro ruso” (de su primer disco “Sesso, drogue e roccorol”), condimentadas con poesía en escena y hasta un corte de pelo en vivo.
Gestaron sin esfuerzo el movimiento del público que vencía así el fresco de la noche clara. Un cierre con fuerza, como debe continuar la lucha.
La primera parte fue para el repertorio de baladas de Flopa, un recorrido por temas acústicos, pop y folk rock. La ex integrante del grupo punk Mata Violeta, en la década del ’90, tocó canciones como “La mañana”, “Valientes de certezas”, “Abandonada”, “Debajo del álbum blanco” y “Sonajeros”, estas últimas de su producción reciente.
Un pasaje de uno de sus temas que era toda una declaración: “La vida se toma como el vino: pura”. Y un deseo, como despedida, sencillo y claro: “Paz, amor, libertad, respeto”.
Llegaba el turno de La Cosa Mostra, una potente banda de rock que fusiona el swing, el punk, el sonido jazzy y la música italiana de los ’60. Dos guitarras, una batería y un bajo sonaban sin descanso, frenéticamente, pulsados por eros, para dar entidad a enérgicas composiciones tales como “La puñalada”, “Por qué”, “La cacciatora di volpe” y “El milagro ruso” (de su primer disco “Sesso, drogue e roccorol”), condimentadas con poesía en escena y hasta un corte de pelo en vivo.
Gestaron sin esfuerzo el movimiento del público que vencía así el fresco de la noche clara. Un cierre con fuerza, como debe continuar la lucha.
POR LA LEY DE IDENTIDAD DE GÉNERO
El Bolsón (Agenda Qué Hay).- “El próximo paso es conseguir la ley de Identidad de Género”, que abriría la posibilidad de que en los DNI de travestis y transexuales conste el nombre que deseen tener. Las declaraciones de Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Travestis y Bisexuales (LGTB), condensaban el espíritu del gran movimiento nacional que lucha por la libertad sexual.
Paulón fue uno de los panelistas que participaron en la mesa redonda del jueves 6, en FM Alas. Haciendo una revisión histórica, explicaba en términos de proceso el largo camino de ampliación de libertades que empezó en 1987 con la ley de Divorcio y que continuó dos décadas después con la ley de Matrimonio Igualitario. Hay que recordar que esta ley no sólo reconoce el derecho a casarse “con independencia de que los contrayentes sean del mismo o diferente sexo” (artículo 2); también significa otro avance importante en el camino hacia la igualdad de género, como lo ejemplifica el artículo 38, que quita a la mujer casada la obligación de llevar el apellido de su esposo luego de la preposición de, que remite significativamente a un sentido de posesión por parte del hombre que, por ende, cosifica y degrada en el plano del lenguaje a las mujeres.
“Que exista la ley es un logro, pero ahora la letra hay que hacerla cumplir”, afirmó. Hay fuertes resistencias en distintos reductos del entramado social, en algunos casos más visibles que en otros. “En Neuquén, por ejemplo, todavía se sigue penalizando el travestismo, en claro contraste con el espíritu de la nueva ley de matrimonio; hay ese tipo de contradicciones.”
En este sentido, la oposición de los sectores más reaccionarios del catolicismo deja de manera muy notoria su impronta de cruzada fundamentalista y contrarreforma. “En algunas provincias –se lamentaba Esteban Paulón- el precio por dar el voto a la ley de Matrimonio Igualitario fue compensar a los intereses de la Iglesia con concesiones en la educación pública, como pasó recientemente en Córdoba y en Tucumán, donde se incorporó catecismo como materia.” Jurisdicciones que se suman así a la provincia de Salta, donde la educación religiosa integra los planes curriculares de las escuelas públicas estatales desde hace años, a pesar de que la ley nacional 1420, sancionada en 1884 por impulso de Domingo Sarmiento (quizás una de las cosas que haya que rescatar de este controvertido personaje histórico), establece claramente que las escuelas del estado deben ser laicas.
Claudia Pía, activista trans y funcionaria del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia) también participó de la mesa. Repasando su vida, habló de sus inicios en la prostitución y de su temprana convivencia con el virus VIH, del despertar de una conciencia de lucha cuando, usando una imagen suya que resume todo un campo de injusticias, se dio cuenta de que la sociedad jamás le ofreció otra cosa que una esquina. Ni estudios ni trabajo, una esquina.
“El objetivo de nuestra lucha ahora es que se reconozca que tanto travestis como transexuales son identidades”, recalcó Pía. Dentro del movimiento LGTB, las travestis son las que más sufren el impacto de la discriminación, que suele concretarse en violencia física, porque son las más visibles. “Tenemos dos grandes amenazas –detalló la militante-: el VIH y el estado. Estamos expuestas más que nadie a contraer el virus del SIDA, porque la sociedad no nos deja otra salida que no sea la prostitución, y más si crece la pobreza. Y estamos expuestas al maltrato institucional, de la policía esencialmente. Como nuestras identidades y nuestros derechos no están aún reconocidos, somos para ellos un blanco débil.”
Las palizas y violaciones a travestis, de hecho, son historias repetidas en las comisarías de todo el país. Claudia Pía pasó tres años en la cárcel, acusada de un delito que no cometió, y eso pudo suceder sólo debido a que los travestis no tienen estatus de ciudadanos. Y al vacío legal se agrega la ridiculización de la identidad trans que hacen los grandes medios de comunicación masiva.
Hay otro punto crítico: la ausencia en el ámbito de la salud pública de asesoramiento sobre implantes y operaciones, lo que lleva a muchas a caer en tratamientos sumamente nocivos para el cuerpo.
Por eso el paso siguiente de esta estrategia política que comenzó con la ley de Matrimonio Igualitario será hacer realidad la ley de Identidad de Género y de Atención Sanitaria que, afirmaron con optimismo, “saldrá antes de que termine el primer cuatrimestre de 2011”.
Paulón fue uno de los panelistas que participaron en la mesa redonda del jueves 6, en FM Alas. Haciendo una revisión histórica, explicaba en términos de proceso el largo camino de ampliación de libertades que empezó en 1987 con la ley de Divorcio y que continuó dos décadas después con la ley de Matrimonio Igualitario. Hay que recordar que esta ley no sólo reconoce el derecho a casarse “con independencia de que los contrayentes sean del mismo o diferente sexo” (artículo 2); también significa otro avance importante en el camino hacia la igualdad de género, como lo ejemplifica el artículo 38, que quita a la mujer casada la obligación de llevar el apellido de su esposo luego de la preposición de, que remite significativamente a un sentido de posesión por parte del hombre que, por ende, cosifica y degrada en el plano del lenguaje a las mujeres.
“Que exista la ley es un logro, pero ahora la letra hay que hacerla cumplir”, afirmó. Hay fuertes resistencias en distintos reductos del entramado social, en algunos casos más visibles que en otros. “En Neuquén, por ejemplo, todavía se sigue penalizando el travestismo, en claro contraste con el espíritu de la nueva ley de matrimonio; hay ese tipo de contradicciones.”
En este sentido, la oposición de los sectores más reaccionarios del catolicismo deja de manera muy notoria su impronta de cruzada fundamentalista y contrarreforma. “En algunas provincias –se lamentaba Esteban Paulón- el precio por dar el voto a la ley de Matrimonio Igualitario fue compensar a los intereses de la Iglesia con concesiones en la educación pública, como pasó recientemente en Córdoba y en Tucumán, donde se incorporó catecismo como materia.” Jurisdicciones que se suman así a la provincia de Salta, donde la educación religiosa integra los planes curriculares de las escuelas públicas estatales desde hace años, a pesar de que la ley nacional 1420, sancionada en 1884 por impulso de Domingo Sarmiento (quizás una de las cosas que haya que rescatar de este controvertido personaje histórico), establece claramente que las escuelas del estado deben ser laicas.
Claudia Pía, activista trans y funcionaria del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación y la Xenofobia) también participó de la mesa. Repasando su vida, habló de sus inicios en la prostitución y de su temprana convivencia con el virus VIH, del despertar de una conciencia de lucha cuando, usando una imagen suya que resume todo un campo de injusticias, se dio cuenta de que la sociedad jamás le ofreció otra cosa que una esquina. Ni estudios ni trabajo, una esquina.
“El objetivo de nuestra lucha ahora es que se reconozca que tanto travestis como transexuales son identidades”, recalcó Pía. Dentro del movimiento LGTB, las travestis son las que más sufren el impacto de la discriminación, que suele concretarse en violencia física, porque son las más visibles. “Tenemos dos grandes amenazas –detalló la militante-: el VIH y el estado. Estamos expuestas más que nadie a contraer el virus del SIDA, porque la sociedad no nos deja otra salida que no sea la prostitución, y más si crece la pobreza. Y estamos expuestas al maltrato institucional, de la policía esencialmente. Como nuestras identidades y nuestros derechos no están aún reconocidos, somos para ellos un blanco débil.”
Las palizas y violaciones a travestis, de hecho, son historias repetidas en las comisarías de todo el país. Claudia Pía pasó tres años en la cárcel, acusada de un delito que no cometió, y eso pudo suceder sólo debido a que los travestis no tienen estatus de ciudadanos. Y al vacío legal se agrega la ridiculización de la identidad trans que hacen los grandes medios de comunicación masiva.
Hay otro punto crítico: la ausencia en el ámbito de la salud pública de asesoramiento sobre implantes y operaciones, lo que lleva a muchas a caer en tratamientos sumamente nocivos para el cuerpo.
Por eso el paso siguiente de esta estrategia política que comenzó con la ley de Matrimonio Igualitario será hacer realidad la ley de Identidad de Género y de Atención Sanitaria que, afirmaron con optimismo, “saldrá antes de que termine el primer cuatrimestre de 2011”.
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