Cipolletti, 7 de agosto de 2013 (Multisectorial contra la Represión e Impunidad Policial).- La Multisectorial reunida en el CEM 147 de Cipolletti denuncia los hechos sucedidos el pasado 27 de Julio en el barrio Anaí Mapu, en donde el joven Ulises, de 16 años, fue víctima de los abusos de poder de la Policía provincial.
Cada fin de semana tomamos conocimiento de violentos allanamientos y ataques a los/las chicos/as del barrio por parte de la policía, en particular de los efectivos asignados al Anaí Mapu. Niñxs y jóvenxs son víctimas de la constante persecución y hostigamiento. Son tratadxs como culpables, como merecedorxs de este sistemático ataque.
Mientras el gobierno de Río Negro celebra la incorporación de más personal de seguridad y mayor equipamiento, se cierran programas de promoción familiar, lo que demuestra una clara política represiva por parte del ejecutivo provincial. En lugar de dar contención a lxs chicxs y familias de los barrios, con escasos o nulos accesos al sistema público de educación, de salud, de recreación o de deportes, se les deja en la calle y persigue culpabilizándolos/as. La violencia a la que son sometidos no se limita a la calle, también son estigmatizadxs y maltratadxs en el hospital, en la fiscalía, en las comisarías y en el acceso al trabajo.
Estos hechos no son aislados sino que forman parte de un contexto represivo hacia los jóvenes y sectores populares. El trabajador rural Daniel Solano continúa desaparecido desde hace veinte meses y no sólo no se sabe nada de él, lo que deja en claro el ocultamiento de información por parte de la Policía, la Justicia y el Gobierno. A esto se suma el amotinamiento en una comisaría de Lamarque de los policías implicados en la causa, para que no se los separe de sus cargos. También continúa desaparecido Carlos Painevil, taxista y bombero voluntario de Allen. En Bariloche se persigue a lxs jóvenxs de los barrios del Alto, en donde en el año 2010 hubo tres muertos por represión policial, e incluso esta semana supimos de seis chicos brutalmente agredidos por la misma policía.
A Ulises le tiraron a matar: presenta 10 impactos de bala en su cuerpo hechos a 2 metros de distancia, y otros en la cabeza resultado de que le continuaron disparando cuando estaba herido en el piso. Una de las balas impactó en el ojo dejándole graves lesiones. No hay razón para buscar fusilar a un chico. La agresión a Ulises continuó en el Hospital donde no le atendieron la mano herida, en la entrevista con el Médico Policial, y en el lugar donde se realizó la denuncia. La madre relata intimidaciones por parte de agentes policiales.
Ante la situación de vulnerabilidad y violencia que se vive en el barrio Anaí Mapú, la respuesta del gobierno fue su militarización aumentando el personal policial y elevando el Destacamento al rango de Subcomisaría, como si ellas fueran respuestas serias a la problemática social.
Pedimos que se responda con seriedad, que se trabaje sobre el problema de raíz y que no se vacíen los programas sociales. Basta de tratar a lxs chicxs como el problema.
BASTA de violencia policial e institucional
JUICIO Y CASTIGO a los responsables materiales
APARICIÓN con vida de Carlos Painevil
JUICIO Y CASTIGO a los responsables materiales e intelectuales de la desaparición de Daniel Solano
MAYOR PRESUPUESTO para salud, educación y promoción social
Multisectorial contra la represión e impunidad policial: Comunidad educativa CEM N°147- Comunidad educativa Escuela Nº 294- ACTIVAR- FUC- ZAINUCO- Consejo local del niño, niña y adolescente- Asociación Gremial de Abogados- Frente Popular Darío Santillán
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