13 de junio (Red ECO).-
No es sorpresa que la actividad que llevan a cabo
las Socorristas en Red en el país y Latinoamérica despierte reacciones
de los sectores conservadores y fundamentalistas. María Elena Ale,
integrante de esta organización que garantiza el derecho al aborto en
Paraná, habló hoy en la emisión de Enredando las Mañanas a raíz de las
nuevas amenazas que se dieron a conocer en los últimos días. Por RNMA.
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“Una de nuestras compañeras socorrista de Los Lagos localidad de
Neuquén -explicó María-, recibió amenazas en una de nuestras líneas
telefónicas gratuitas con las que trabajamos. Desde estas líneas
atendemos las inquietudes de las mujeres y después nos juntamos con
ellas y les informamos de los métodos para abortar de manera segura. La
recepción telefónica es muy importante para nuestro trabajo y
lamentablemente recibimos llamados intimidatorios con frecuencia, aunque
no tan graves como este último”.
La socorrista aclaraba además “que nuestro trabajo no es delito como
sí lo son los llamados de este tipo que continúan la línea de
pensamiento comenzada hace 2 meses con la campaña encabezada por Mariana
Rodríguez Varela, en contra del aborto. La intimidación es constante,
siempre desde sectores que no se bancan que nosotras estemos organizadas
asegurando un derecho que tenemos todas las mujeres”.
El derecho al aborto está contemplado por el artículo 86 del Código
Penal desde el año 1921 y la implementación efectiva del protocolo de
atención integral para interrupción legal del embarazo. Ninguna de estas
normativas se aplica de manera cabal en todo el país. El trabajo que
las Socorristas en Red realizan desde hace ya varios años, y que han
sistematizado año a año, va en aumento y refleja la absoluta necesidad
de que se garantice este derecho.
“Durante el año pasado -explicó María-, hicimos un seguimiento de
cada mujer que se acercó a nosotras a través de una protocola que
contiene tres momentos y que nos sirve para conocer el perfil
socioeconómico de cada persona acompañada en su procesos de aborto. Allí
volcamos algunas particularidades que tienen que ver con el uso de
medicamentos y también los controles post-aborto articulados con la Red
de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir de Argentina”.
La sistematización de los acompañamientos realizados por la red da
cuenta de que el número de personas que recurre a la organización va en
aumento, como evidencian las cifras que comparte María: “Durante el 2014
atendimos a 1116 mujeres, en el 2015 a 2894 y a 3799 en el 2016. En un
principio nos propusimos trabajar con las mujeres más jóvenes porque
entendíamos que hacia allí debían dirigirse a nuestros esfuerzos, no
obstante en el 2016 observamos que el 58% de las mujeres acompañadas
rondan los 25 años”.
María Elena comparte la manera en la que el proceso de acompañamiento
va también transformando y poniendo en cuestión muchos de los supuestos
de las propias socorristas, y relata que “en cada año y con cada caso
vamos aprendiendo y construyendo conocimiento del proceso de aborto. Por
ejemplo, inicialmente teníamos la certeza de que los abortos eran más
frecuentes en embarazos no deseados, y con el trayecto de nuestra
práctica nos dimos cuenta de que no siempre es así. En muchas ocasiones
se trata de embarazos totalmente planificados, embarazos buscados,
incluso producto de inseminación artificial y que, sin embargo, han
terminado en aborto por problemas patológicos, cuestiones del saco
gestacional u otros motivos personales”.
Es por esto que, explica, “Nosotras también nos encontramos
desandando la conformación simbólica y subjetiva en torno a estos temas.
Por ejemplo, el 68% de las mujeres que hemos acompañado son católicas o
religiosas no practicantes, y el peso de las creencias se visibiliza en
que generalmente en el momento del aborto se encuentran solas y sin que
nadie las acompañe, excepto nosotras”.