Silvia Rojas: Parece que el 29 de noviembre fue un hito bastante importante, lo hablábamos fuera del aire, porque a mí me figura 29/11/2011 también como aquel día que se iba a hacer la primera sesión para aprobar -en el gobierno aún de Romera- la última sesión del Consejo Deliberante donde se iba a aprobar el proyecto.
Seguramente
recordás que estuvimos ahí y que fueron tales los disturbios, la presión que
ejercimos, que no se pudo llevar adelante esa sesión del Consejo Deliberante.
Nos quedamos durante muchas horas en la puerta del Consejo Deliberante, incluso
hasta hubo propuestas para acampar en la puerta del Consejo en el 2011, en el
pastito, ahí, que finalmente decidimos no hacerlo porque pasamos como a un
cuarto intermedio. Fuimos como intentando mediar; algunas personas entraron. Yo
recuerdo que Fernando Geronaso
y yo entramos a una salita del Consejo Deliberante para hablar con los
concejales, también otras personas lo hicieron. Y finalmente ellos decidieron
hacer otra sesión el día 2 de diciembre a la mañana muy temprano y esta sí la
tenés que recordar, seguro, con el BORA, con el camión hidrante adentro de las casas…
Radio La Negra: Sí, lo
que era la Casa de la Cultura en la Diagonal… no me acuerdo el nombre.
SR: Exactamente,
que estaba todo vallado y que marchamos al son de tambores representando corazones.
RLN: tal
cual.
SR: que ese
latido era el que circundaba las dos manzanas
porque al estar la calle vallada de los dos lados debíamos pasar por la
San Martín de un lado, y por el otro lado por la calle de atrás… fueron momentos
de mucha tensión, ese 29 que comenzó siendo un intento de sesión, una sesión
muy intensa. Y finalmente logramos que en ese momento frente a un empate, el
presidente del Consejo Deliberante - Raúl García- tuviera que definir con su
voto –yo recuerdo sus palabras, su discurso, su alocución, que iba para un lado,
iba para el otro, no sabíamos qué iba a decir hasta que finalmente dijo que aprobaba
el paso a comisión simplemente del proyecto que era lo que nosotros estábamos
pidiendo desde el principio y de alguna manera, que se tratara con mucho
cuidado, para que se pudiera tratar en una sesión más en serio y no en una
sesión exprés, como la que en 2016 finalmente ocurrió.
Pero en
estos años ha pasado tanta vida, tanta agua bajo el puente como se dice, tanta
militancia, tanto que hemos ido compartiendo, que está bueno mantener esa
memoria. Porque uno después pierde esa perspectiva y tal vez los hechos o las
noticias no son tan favorables. Hay tal vez fallos judiciales como, por
ejemplo, el del Lago Escondido que no se ejecutan y uno sigue esperando. Y sin
entrar en la desazón, está bueno mantener la memoria, mantener en el recuerdo
las cosas que fuimos pasando y los logros que fuimos obteniendo.
Sí, el
último reacomodo que tuvo una actualización fue hasta el 2016 que fue cuando
fueron las aprobaciones. Hasta ahí llegó la actuación que hicimos. Creo no
estar equivocada en eso. Se llama Cronología de una estafa. Ahora, con este
acto de memoria que estamos haciendo en este momento, protagonizando vos y yo y
en reflejo de todos esos compañeros y compañeras que estuvieron en la calle
tantas veces con nosotros, está bueno volver
a publicarlo. Porque en realidad lo tenemos en imagen, en PDF, así que
es una manera de publicarlo para que circule. Incluso hasta por WhatsApp para
no perder la memoria.
Bien, en el
transcurso de este año que está terminando tuvimos dos fallos judiciales
memorables, favorables, espléndidos, prolijos, en los cuales la voz de la
justicia en nombre de la Cámara de Apelaciones de Bariloche, coincidió con los
técnicos, con los profesionales, con la mayoría de los ciudadanos de El Bolsón,
con la gran mayoría de los pobladores de Mallín Ahogado en que este proyecto no
es bueno para nadie, y afecta el ambiente y sobre todo el agua, y que tiene
muchísimas desprolijidades, entre otras cosas. Hablamos de fallos de muchas
páginas. Y lo celebramos con locro este logro. En ese momento yo dije: ”celebramos
la lucha”. Porque sabemos que la justicia tiene muchos vericuetos, tiene muchos
momentos, y dentro de esas instancias (más que momentos son instancias) el
fallo fue apelado. Vergonzosamente si se quiere apelado, porque fueron fallos
que tienen que ver contra la provincia en un caso. Y hacerle juicio a la
provincia es un compromiso como ciudadanos. Por el otro lado, a nivel ambiental
contra la Municipalidad, las ordenanzas de la Municipalidad. Y estos fallos
fueron apelados por la Municipalidad, fundamentalmente. La provincia dijo que
no iba a pagar las costas y esas cosas de los abogados. Pero nos dio un poco de
vergüenza que un gobierno como el de Pogliano haya dicho que van a atenerse a
lo que diga la justicia, no lo haya hecho. Y haya apelado. Y bueno, ellos saben claramente que el Superior Tribunal
de Justicia de Río Negro -que sería como el órgano máximo de la justicia
provincial- tiene todo atado. Podríamos tener una única aliada que se llama… ya
va a salir el nombre…
RLN: se ve
que no la tienen muy atada porque ni el nombre te acordás…
SR: No, no, claro
que no, nosotros no tenemos nada atado. Nosotros somos simples ciudadanos, militantes,
pobladores, que defendemos el agua comunitaria en El Bolsón en contra de estos
grandes poderes. Acá me apuntan que es Liliana Pichinini, que en un momento fue
procuradora y ahora es parte del Tribunal, que no se expidió en este último
fallo. Pero también, había tres votos por los cuales ya ganaban y no tenía mucho
sentido tal vez reservarse para otras cosas… No sé, no sé porque uno no tiene
contacto con esta gente. Pero definitivamente un fallo que hace lugar a lo que
plantea la Municipalidad y dicen simplemente que la vía no es el amparo, que la
vía es un juicio contencioso administrativo.
Si bien de
alguna manera pueden celebrar Pogliano y sus aliados laderos, de alguna manera
esto no está diciendo que esta gente no tiene razón. No, esta gente tomó este
camino pero lo mejor es el otro camino. No termina siendo un fallo judicial tan
negativo pero es como pensar que estaba todo bueno porque los fallos habían
sido favorables y en el fondo sabíamos que esto podía pasar, que el Tribunal
Superior iba a tener esta posición. Pero uno siempre guarda la esperanza, y la
esperanza es lo último que se pierde. Y lo único que se pierde es la lucha que
se abandona y acá no hay gente que no abandona ninguna lucha. Nosotros seguimos
celebrando la militancia social, la lucha popular, seguimos de pie por algunos años más (porque ya pasaron once
años) pero seguimos en la pelea. La pelea que se pierde es la que se abandona.
Y como esta lucha sigue en pie estamos evaluando cómo la seguimos y buscando el
momento para discutirlo después del golpe que intenta darnos nuevamente este
poder político, económico, judicial que tiene parte de la provincia. Porque fue
novedoso para nosotros, para muchos y muchas que el fallo judicial de la
cámara, fueron impecables los dos fallos, muy alentadores, en donde sentíamos
que decían lo que nosotros decíamos. Es decir, nos estaban dando la razón y eso
en 10 años de lucha que te den la razón, aunque después aparezca otro que te
diga que no, fue un momento de gracia, un momento importante, un momento de
alegría, de celebración, porque uno se siente menos loco en esta pelea. Aunque
sabemos que los locos son los mejores luchadores y los necios los que mejor
sostienen esas luchas, no? Y seguramente habrá algún momento pronto para
analizar en profundidad este momento con muchas
y muchos y poder definir cómo seguimos, cómo sigue esa lucha.
Yo te
agradezco el espacio porque vino en un momento muy especial por esto de la
pérdida de Hebe, la pérdida de Pablo. Después de un Santiago Maldonado yo no
pensé que íbamos a llorar ningún muerto más, muertos militantes, no? Y acá
nomás cerquita a la redonda, tuvimos dos muertos más: Rafael Nahuel y Elías y
es doloroso que el odio se monte de esta manera y que algo que venía pasando
por parte del Estado y esta generación de odio lleve a que “algunos civiles” se
hagan carne de ese odio y, si bien hubo intereses particulares, haya un
asesinato más premeditado si se quiere, como es el caso de Elías. Por eso digo,
el fuego fue siempre una manera de resolver conflictos, pero cuando la muerte
se re significa como modo de obtener cosas materiales en la zona, la verdad que
es muy triste. Es una vuelta atrás, una vuelta no de cuarenta años, sino de 500
años. Y es doloroso.