Esquel (Prensa Fiscalía de Esquel).- El martes próximo se conocerá la sentencia del Tribunal, en el marco de un juicio que tiene por imputados a cinco policías. El Fiscal solicitó la absolución de uno de ellos y la condena de los otros cuatro. La querella adhirió al pedido y el Defensor solicitó la absolución, señalando que solo se hizo uso de la fuerza legal. Las víctimas son tres hombres detenidos en El Maitén en febrero de 2008, vinculados a otro delito por el que fueron condenados en juicio abreviado. La particular situación es que en el proceso anterior ellos fueron acusados por la Fiscalía, en tanto que, por entender que el proceder policial que rodeó la detención fue irregular, ahora la misma Fiscalía los representa en tanto presuntas víctimas del accionar policial.
El juicio dio comienzo el lunes 31 de agosto, y luego de escucharse cantidad de testimonios y llevarse a cabo algunas pericias, este martes se expusieron los alegatos de las partes.
Los derechos son humanos
El Fiscal, Martín Zacchino, en la introducción a sus alegatos se refirió al tipo de conductas que se están juzgando, en tanto afectación de la libertad de las personas en sentido amplio, incluida la de no padecer situaciones agraviantes innecesarias. También sostuvo que además de la sanción personal al autor del delito, la norma penal persigue una sanción institucional ya que las conductas que reprocha son excesos en el ejercicio del rol funcional.
En relación a la afectación de Derechos humanos, Zacchino señaló que en la actualidad se confunde el significado profundo de la denominación Derechos humanos, “todo el Derecho es humano ya que regula la vida de los seres humanos”, sin embargo esta especial denominación se refiere a resguardos ante el ejercicio indebido, abusivo, del poder estatal.
Cuándo y cómo
Todo comenzó una madrugada como tantas otras en El Maitén. Varios parroquianos estaban consumiendo en un bar, entre ellos había una mujer mayor que tenía un tetrabrik de vino. Un sujeto se lo quitó y frente a esta actitud otros tres (foráneos que estaban en el mismo bar) hicieron “justicia por mano propia”. Tomaron al primero y valiéndose de un embudo le hicieron consumir cantidad de bebidas alcohólicas hasta que este perdió la conciencia, lo desnudaron y lo dejaron tirado en la vía pública. La policía fue alertada, llegó al lugar, llamó a la ambulancia para que reciba inmediata atención la víctima y, luego de los datos brindados por una testigo, un grupo de policías ingresaron al local para aprehender a los presuntos agresores. Lo que ocurrió a partir de ese momento se conoce a partir de diferentes versiones: las de los testigos, las de los policías y las de aquellos que en ese momento fueron detenidos como imputados y finalmente condenados luego de haber confesado su responsabilidad en el hecho de lesiones graves en el marco de un juicio abreviado.
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jueves, 10 de septiembre de 2009
ENTREVISTA A IRIS PEREYRA Y FLOREAL AVELLANEDA
(AW) “El dolor nos enseñó la rebeldía”
Luego del fallo que condenó al ex general Omar Riveros a perpetua y a otros responsables del crimen de su hijo a distintas penas, los padres del Negrito Avellaneda recorren 33 años de periplo incesante y claman por justicia “para todos los compañeros desaparecidos por la dictadura militar”. También habla el abogado coordinador de la querella Jorge Brioso sobre El conflicto y la impunidad.
Doce mil ciento sesenta y cinco días de terca batalla fueron necesarios para que quienes secuestraron, desaparecieron, torturaron y asesinaron a Floreal Negrito Avellaneda el 15 de abril de 1976, cuando contaba 15 años y militaba en la Federación Juvenil Comunista, fueran condenados por la justicia argentina. Aquella noche también se llevaron a Iris, madre del Negrito y activista del PC, quien primero sobrevivió a los tormentos en «El Campito» y luego a las cárceles de Olmos y Villa Devoto, donde resistió dos años.
Entre las sombras, los techos y los balazos tupidos de aquella jornada logró evadir un cerco de tres manzanas militarizadas el padre del Negrito, también llamado Floreal, quien era el destinatario –en principio– de la cacería: «Me buscaban a mí, no imaginé que iban a llevárselos a ellos», dice el hombre que por aquel tiempo desempeñaba comprometidas tareas de organización obrera en la zona norte del Gran Buenos Aires. Al borde del llanto y señalando a su mujer, también afirma: «ella y el Negrito sabían dónde podía estar yo y muchas otras cosas del Partido, pero nunca dijeron nada».
El 12 de agosto, el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín calificó en su fallo a los sucesos como crímenes de lesa humanidad, aunque no los enmarcó en el delito de genocidio, tal como había reclamado la mayor parte los querellantes. El Tribunal sentenció al ex general Santiago Omar Riveros a cárcel perpetua, al ex general Fernando Verplaetsen a 25 años de prisión, y al ex general Osvaldo García a 18 años. Por su lado, los ex militares César Fragni y Raúl Harsich cumplirán 15 años de encierro y Alberto Aneto, el principal de la comisaría de Villa Martelli que fue reconocido como jefe de los operativos de secuestro y tortura en Campo de Mayo, residirá ocho años tras las rejas.
Si bien tardío, el fallo reviste gran relevancia, entre otros elementos porque Riveros fue uno de los conspicuos «teóricos» y más crueles ejecutores del genocidio: «Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los comandos superiores», supo decir en la Junta Interamericana de Defensa que integró bajo el mando estadounidense. Durante la dictadura fue comandante de Institutos Militares en Campo de Mayo, donde funcionaba el Hospital Militar en el que se realizaban partos clandestinos a mujeres secuestradas. Por esa causa, el condenado Riveros fue denunciado por Abuelas de Plaza de Mayo debido a su protagónica participación en el plan sistemático para apropiarse de los bebés nacidos en cautiverio o secuestrados junto con sus padres. Precisamente, pese a haber sido indultado por Carlos Menem, por esa razón cumplía un «arresto domiciliario» que ha llegado a su fin en dirección a una cárcel común.
–¿Qué significado tienen hoy estos 33 años?
–Floreal: Después de todo este tiempo de lucha constante, sentimos que tuvo sentido pelear así. Porque esta causa comenzó con un pedido de Habeas Corpus de un compañerazo abogado de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que hoy no está entre nosotros, llamado Julio Viaggio, quien siguió la causa hasta su muerte. En un principio, cuando salio Iris en libertad, en 1978, nosotros nos pusimos inmediatamente a trabajar para ubicar al Negrito. Porque recién al salir ella se enteró que al Negrito lo habían asesinado. Antes obviamente nosotros no nos podíamos ver, y nadie le quería decir para que no se pusiera peor.
–¿De qué modo se comunicaban cuando Iris estuvo presa?
–Iris: A mí me llevan a Olmos después de estar 15 días en «El Campito», en el celular íbamos dos mujeres: Silvia Ingenieros, que era la nieta de José Ingenieros, y yo. Cuando llego a Olmos me recibe una médica, que cada dos horas me curaba, porque entré en un estado terrible, pesaba 40 kilos, con una mugre espantosa, una desnutrición bárbara y los ojos en sangre por la conjuntivitis. Y entonces con Floreal nos comunicábamos a través de mi cuñada o también con cartas esporádicas, pero yo en las cartas no le ponía nada porque era peligroso.
–Floreal: Es que yo me escribí con ella como tío, porque las cartas eran censuradas, y trataba que los sobres no fueran timbrados de la zona que los mandaba, trataba de enviarlos desde otro lado. Y le escribía como el «Tío Pedro». Fue una mínima forma de estar vinculados.
–¿Cómo vivieron el desarrollo del juicio?
–Iris: Bueno, por momentos no muy bien, hasta el fallo.
–¿Usted se sintió atacada?
–Iris: Sí, y manoseada por la jueza Lucila Larrandart, fue bastante mal educada. Porque permitirle a la defensora de Aneto (policía condenado) que me preguntara cada cuánto me torturaban y cosas por el estilo, eso fue una falta de respeto, una barbaridad y la ella no dijo nada. Hizo lo mismo con todos los testigos, a mi cuñada la tuvo a mal traer. Eso no es justo, porque después de 33 años de vivir lo que vivimos, merecemos cuanto menos un trato respetuoso
–Floreal: La jueza en un primer momento nos parecía buena, después nosotros consideramos que ha sido recta pero hasta cierto punto, pero ella no dejaba argumentar a los testigos ni tampoco permitía explicar cómo había sido la situación política. Porque decía que había que ajustarse pura y exclusivamente a lo que se refería al caso del Negrito. Lo mismo a los abogados, no les permitía argumentar nada. Al doctor Carlos Zamorano lo censuró en ocho oportunidades. Fue bastante jodida. También lo fueron los abogados de la defensa, una señora que era una provocadora, y otro, de apellido Palermo, que dijo una sarta de pavadas que no tienen ningún sentido. Y entonces pasamos malos momentos, hasta que salió el fallo. Mi hermana, que es una vieja luchadora, también se levantó y dijo que era una falta de respeto, como sucedió con la ex detenida desaparecida Adriana Calvo, quien se retiró asqueada. La jueza agredió moralmente a mucha gente.
–¿Pero sienten que se hizo justicia?
–Floreal: Sí, consideramos que este fallo fue un golpe terrible para estos hijos de una gran perra. Una porque el caso del Negrito es un caso emblemático, porque estaban comprobados todos los hechos, la aparición del cadáver, la forma en que lo fueron a buscar a casa. Y otra que este es el primer juicio que se le hace al Comando de Institutos Militares, a Campo de Mayo. Ahí se calcula que hubo más de 5.000 desaparecidos, eran los intocables, especialmente Riveros que fue el ideólogo... Que le dieran cadena perpetua y cárcel común está muy bien. Nosotros estamos en desacuerdo con la condena de Aneto, el policía al que le dieron 14 años. Sentimos que dentro de todo hemos ganado una lucha, no somos triunfalistas, buscábamos justicia. Hasta dos horas antes de que saliera el fallo, estábamos en dudas porque no creíamos que la jueza le diera esta condena, pensábamos que podían darle domiciliaria o menos años, pero fue cortante, por los años que le dio y cárcel común.
–Iris: Se hizo justicia. Pero hay muchos otros casos, hay todo un pueblo que reclama el justo castigo. Porque esto no fue un ataque a la familia Avellaneda, sino a decenas de miles de familias para imponer la injusticia a la mayoría del pueblo. Nosotros vamos a seguir junto a la Liga, Justicia ya, Ex Detenidos y todos los que nunca abandonamos. Yo misma le pedí al juez Araujo, de San Martín, que no se tomara el caso del Negrito solo, que se tomara como un conjunto, porque ahí había miles de causas. Y lo sacaron como un caso solo. Pero nada de lo que hagan va romper nuestra unidad con los otros luchadores.
–¿Cómo fueron sus padres, sus familias de origen?
–Floreal: Mis padres pelearon toda su vida, vinieron al principio de siglo en las migraciones que llegaron de Europa, eran españoles, los dos activaban, mi padre Juan Avellaneda, primero fue anarquista, y después, en el 29 se afilio al Partido Comunista. Después del golpe de Estado de Uriburu lo detuvieron y estuvo 36 meses preso en Devoto, con gente muy conocida en ese entonces: Álvaro Yunque, que era un baluarte, un ejemplo. También con Paulino González Alberdi que era un dirigente del PC. Y cuando ellos estuvieron presos hacían un periódico dentro de la cárcel, muy rudimentario, no lo hacían manuscrito sino con un lápiz verde que se usaba para después poder imprimir en gelatógrafo, que era como una gelatina a la que se ponía el papel y se imprimía como si fuera un rodillo.
Mi madre se llamaba Florinda Filgueira de Avellaneda y ella estuvo en la Federación Obrera de Ayuda a La Republica Española y fue una ferviente luchadora, era gallega, pero en su apariencia no tenía nada de gallega, porque era morocha de piel trigueña y tenía cabello oscuro. Y después de la Guerra Civil Española, (nosotros éramos chicos, en 1939 yo tenía 9 años), fuimos a buscar a la gente que fue de acá a pelear a España con las Brigadas Internacionales por la República. De la Argentina fueron muchos, alrededor de 500 personas. Y vinieron unos casados con mujeres españolas y a los argentinos los llevaron presos a la Isla de March, que está cerca de la Costanera Sur, al fondo, cerca de Puerto Piojo. Y mi madre, ya en ese entonces, estaba en La Liga Argentina por los Derechos del Hombre. En mi casa militaban todos y yo me afilié a la Fede a los 13 o 14 años.
–¿Y su familia Iris?
–Iris: Yo soy entrerriana, me vine de muy chica, me escapé de casa porque al fallecer mi papá, las relaciones con mi madre no eran buenas.
–¿Qué edad tenía?
–Iris: 11 años, vine a Buenos Aires con mi hermano. Estuve trabajando con él en restaurantes, él cantaba y yo tiraba la manga. Y trabajé en Philips, en el comedor atendiendo a la gente con los carritos, también lo hice como telefonista en distintos lugares.
–¿Y cómo se conocieron?
–Iris: Me lo presentó una chica.
–Floreal: Hace 51 años, después que nos conocimos estuvimos dos años en Rosario y ahí nació el Negrito. Yo quería fabricar repuestos, era mecánico, en el año 48 tuve taller y después me dediqué a trabajar en industrias. Y ahí, en esa etapa, se afilió Iris, que trabajó mucho con mi vieja en escuelas y empezó a militar en la Liga y el PC.
–¿Cuántos hijos tuvieron?
–Floreal: Cuatro en total, dos murieron: el primero a los tres meses y el Negrito ya sabemos. Tenemos uno que nació después de que salió Iris en libertad, nació en 1980, y una hija que era dos años menor que el Negrito.
–Iris: Yo recuerdo el parto del Negrito, un parto normal pero de muchas horas, y nació perfecto. Fue todo bien, hubo un poco de negligencia de los médicos que me tuvieron tanto rato. Floreal lo conoció después de varias horas porque cuando yo me descompuse él me llevó en la moto a tener familia, y la médica le dijo que no había apuro, que se quedara tranquilo. Así llegó el Negrito.
–¿Cómo fue su infancia?
–Iris: Muy alegre, fue un chico muy despierto, tenía temperamento era macanudo, muy amiguero, siempre andaba con amigos. Y era estudioso, terminó a los 12 años e ingresó a la escuela secundaria en ese tiempo, porque cumplía años en mayo. Sucedió que cuando estaba en jardín de infantes entró un año antes, porque se hizo un arreglo con la Escuela Nº 9, que está en Florida, lo hicieron pasar como que tenía 6 años porque estaba muy adelantado, por eso terminó 7º grado a los 12 años. Después ingresó a la escuela industrial.
–Floreal: Le gustaba la mecánica, siempre practicó deportes. Hacía paralelas, barras, natación, tiene una gran cantidad de medallas ganadas. Iba en Olivos a un club municipal que estaba detrás del cementerio, y también al club en Munro que le decían «La vecinal», que había sido una sociedad de fomento. Ahí hacía natación y después iba siempre a Libertador y Republiquetas, donde había una pileta climatizada. El Negrito tenía ya una cultura política en casa, y por eso lo llevaron a pesar de su corta edad. Era pura energía, acción y compromiso. Él ingresó a la Fede a los 13 años.
–¿Y cómo recibieron esa decisión?
–Iris: Bien, muy bien, él estaba con nosotros, en casa activaba todo el mundo, en Munro parecía el comité, porque en casa se juntaban una cantidad de chicos de la Fede y el veía toda la actividad y siempre iba con los chicos y salía con ellos. Él tallaba y grababa clichés y con eso imprimía y hacía la cara de Allende o del Che, le gustaba mucho hacer trabajos manuales.
–Iris: También le gustaban las pistas de escalectrix. Lo hacía todo él.
–Floreal: Él quería ser mecánico en aviación y por eso ingresó a la Escuela de Mecánica de la Armada. Tenía tercer año, no daba la edad, tenía 15 años pero lo incorporaron igual. Primero lo usaron terriblemente en competencias de natación, pero después tuvo una cantidad de problemas. Una vez nosotros nos fuimos de vacaciones y cuando volvimos y lo fuimos a ver, un alférez nos dijo que estaba internado en Río Santiago; y le preguntó: «¿qué problema tiene?», me dice «no es nada, de tanto estar en el agua se le produjo una otitis». Cuando vamos a verlo, el Negrito estaba desesperado. Y nos dice, textuales palabras: «Estos son unos hijos de puta, acá están haciendo instrucción la infantería de marina, no tienen respeto por nadie, basurean a todo el mundo y no tienen derecho». Entonces el Negrito ya estaba mal, un sargento primero lo insultó y él le dijo que se sacara las tiras y si era hombre que se agarraran a trompadas. Entonces le dieron de baja porque, dijeron, no tenía aptitudes militares.
–¿Qué cambió y permanece igual en ustedes luego de este largo periplo en busca de justicia?
–Floreal: Los sistemas políticos por lógica han cambiado, pero nosotros somos revolucionarios e ideológicamente seguimos con las mismas convicciones. Tenemos que mirar lo que está pasando en otros países de América latina, tenemos que tratar de formar un frente de gente progresista que le dé una salida política al país. Hay que dejar el sectarismo de lado, trabajar en conjunto todos los sectores populares y llegar a un frente. Y así tener una alternativa para que haya un pueblo feliz y en justicia. Tenemos que combatir a todos los sectores neoliberales que han destruido nuestro país. Los vemos ahora mismo con el campo, con toda la oligarquía terrateniente, que elogia a Martínez de Hoz, ya sabemos la trayectoria que tuvieron, ellos fueron los que hambrearon a los pueblos, con una política podrida que han empleado toda su vida.
–Iris: Para mí nada ha cambiado, al contrario con más fuerza todavía seguimos la lucha por la unidad, por un frente que debe coincidir en lo fundamental. El terrorismo de Estado no preguntó quiénes éramos. A todos los sectores que hicieron algo por vivir en un país mejor, a todos nos hicieron pelota, y fue para imponer un sistema de privilegios: ese es nuestro enemigo común. Porque lo que hicieron con el Negrito y los 30.000 no puede ser en vano. Creo que los chicos que lo llevan como bandera a él, a cualquier compañero revolucionario desaparecido, están tomando conciencia de todo lo que nos falta por hacer. Tardaremos más o tardaremos menos, pero hacia allá vamos. Pasamos por el peor dolor que pueden pasar los padres, pero también recibimos solidaridad, abrazos y manos tendidas de miles de compañeros durante estos años. Marchamos en miles de movilizaciones cuando muchos pensaban que Riveros y tantos otros nunca iban a ser condenados. Si hay algo que nos enseñó esa solidaridad es la lucha. Si algo nos enseñó el dolor fue la rebeldía. Somos los padres del Negrito y valoramos la victoria después de una larga pelea. Pero no seríamos los padres del Negrito si no exigiéramos justicia para todos los hijos.
Oscar Castelnovo
Luego del fallo que condenó al ex general Omar Riveros a perpetua y a otros responsables del crimen de su hijo a distintas penas, los padres del Negrito Avellaneda recorren 33 años de periplo incesante y claman por justicia “para todos los compañeros desaparecidos por la dictadura militar”. También habla el abogado coordinador de la querella Jorge Brioso sobre El conflicto y la impunidad.
Doce mil ciento sesenta y cinco días de terca batalla fueron necesarios para que quienes secuestraron, desaparecieron, torturaron y asesinaron a Floreal Negrito Avellaneda el 15 de abril de 1976, cuando contaba 15 años y militaba en la Federación Juvenil Comunista, fueran condenados por la justicia argentina. Aquella noche también se llevaron a Iris, madre del Negrito y activista del PC, quien primero sobrevivió a los tormentos en «El Campito» y luego a las cárceles de Olmos y Villa Devoto, donde resistió dos años.
Entre las sombras, los techos y los balazos tupidos de aquella jornada logró evadir un cerco de tres manzanas militarizadas el padre del Negrito, también llamado Floreal, quien era el destinatario –en principio– de la cacería: «Me buscaban a mí, no imaginé que iban a llevárselos a ellos», dice el hombre que por aquel tiempo desempeñaba comprometidas tareas de organización obrera en la zona norte del Gran Buenos Aires. Al borde del llanto y señalando a su mujer, también afirma: «ella y el Negrito sabían dónde podía estar yo y muchas otras cosas del Partido, pero nunca dijeron nada».
El 12 de agosto, el Tribunal Oral Federal Nº 1 de San Martín calificó en su fallo a los sucesos como crímenes de lesa humanidad, aunque no los enmarcó en el delito de genocidio, tal como había reclamado la mayor parte los querellantes. El Tribunal sentenció al ex general Santiago Omar Riveros a cárcel perpetua, al ex general Fernando Verplaetsen a 25 años de prisión, y al ex general Osvaldo García a 18 años. Por su lado, los ex militares César Fragni y Raúl Harsich cumplirán 15 años de encierro y Alberto Aneto, el principal de la comisaría de Villa Martelli que fue reconocido como jefe de los operativos de secuestro y tortura en Campo de Mayo, residirá ocho años tras las rejas.
Si bien tardío, el fallo reviste gran relevancia, entre otros elementos porque Riveros fue uno de los conspicuos «teóricos» y más crueles ejecutores del genocidio: «Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los comandos superiores», supo decir en la Junta Interamericana de Defensa que integró bajo el mando estadounidense. Durante la dictadura fue comandante de Institutos Militares en Campo de Mayo, donde funcionaba el Hospital Militar en el que se realizaban partos clandestinos a mujeres secuestradas. Por esa causa, el condenado Riveros fue denunciado por Abuelas de Plaza de Mayo debido a su protagónica participación en el plan sistemático para apropiarse de los bebés nacidos en cautiverio o secuestrados junto con sus padres. Precisamente, pese a haber sido indultado por Carlos Menem, por esa razón cumplía un «arresto domiciliario» que ha llegado a su fin en dirección a una cárcel común.
–¿Qué significado tienen hoy estos 33 años?
–Floreal: Después de todo este tiempo de lucha constante, sentimos que tuvo sentido pelear así. Porque esta causa comenzó con un pedido de Habeas Corpus de un compañerazo abogado de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, que hoy no está entre nosotros, llamado Julio Viaggio, quien siguió la causa hasta su muerte. En un principio, cuando salio Iris en libertad, en 1978, nosotros nos pusimos inmediatamente a trabajar para ubicar al Negrito. Porque recién al salir ella se enteró que al Negrito lo habían asesinado. Antes obviamente nosotros no nos podíamos ver, y nadie le quería decir para que no se pusiera peor.
–¿De qué modo se comunicaban cuando Iris estuvo presa?
–Iris: A mí me llevan a Olmos después de estar 15 días en «El Campito», en el celular íbamos dos mujeres: Silvia Ingenieros, que era la nieta de José Ingenieros, y yo. Cuando llego a Olmos me recibe una médica, que cada dos horas me curaba, porque entré en un estado terrible, pesaba 40 kilos, con una mugre espantosa, una desnutrición bárbara y los ojos en sangre por la conjuntivitis. Y entonces con Floreal nos comunicábamos a través de mi cuñada o también con cartas esporádicas, pero yo en las cartas no le ponía nada porque era peligroso.
–Floreal: Es que yo me escribí con ella como tío, porque las cartas eran censuradas, y trataba que los sobres no fueran timbrados de la zona que los mandaba, trataba de enviarlos desde otro lado. Y le escribía como el «Tío Pedro». Fue una mínima forma de estar vinculados.
–¿Cómo vivieron el desarrollo del juicio?
–Iris: Bueno, por momentos no muy bien, hasta el fallo.
–¿Usted se sintió atacada?
–Iris: Sí, y manoseada por la jueza Lucila Larrandart, fue bastante mal educada. Porque permitirle a la defensora de Aneto (policía condenado) que me preguntara cada cuánto me torturaban y cosas por el estilo, eso fue una falta de respeto, una barbaridad y la ella no dijo nada. Hizo lo mismo con todos los testigos, a mi cuñada la tuvo a mal traer. Eso no es justo, porque después de 33 años de vivir lo que vivimos, merecemos cuanto menos un trato respetuoso
–Floreal: La jueza en un primer momento nos parecía buena, después nosotros consideramos que ha sido recta pero hasta cierto punto, pero ella no dejaba argumentar a los testigos ni tampoco permitía explicar cómo había sido la situación política. Porque decía que había que ajustarse pura y exclusivamente a lo que se refería al caso del Negrito. Lo mismo a los abogados, no les permitía argumentar nada. Al doctor Carlos Zamorano lo censuró en ocho oportunidades. Fue bastante jodida. También lo fueron los abogados de la defensa, una señora que era una provocadora, y otro, de apellido Palermo, que dijo una sarta de pavadas que no tienen ningún sentido. Y entonces pasamos malos momentos, hasta que salió el fallo. Mi hermana, que es una vieja luchadora, también se levantó y dijo que era una falta de respeto, como sucedió con la ex detenida desaparecida Adriana Calvo, quien se retiró asqueada. La jueza agredió moralmente a mucha gente.
–¿Pero sienten que se hizo justicia?
–Floreal: Sí, consideramos que este fallo fue un golpe terrible para estos hijos de una gran perra. Una porque el caso del Negrito es un caso emblemático, porque estaban comprobados todos los hechos, la aparición del cadáver, la forma en que lo fueron a buscar a casa. Y otra que este es el primer juicio que se le hace al Comando de Institutos Militares, a Campo de Mayo. Ahí se calcula que hubo más de 5.000 desaparecidos, eran los intocables, especialmente Riveros que fue el ideólogo... Que le dieran cadena perpetua y cárcel común está muy bien. Nosotros estamos en desacuerdo con la condena de Aneto, el policía al que le dieron 14 años. Sentimos que dentro de todo hemos ganado una lucha, no somos triunfalistas, buscábamos justicia. Hasta dos horas antes de que saliera el fallo, estábamos en dudas porque no creíamos que la jueza le diera esta condena, pensábamos que podían darle domiciliaria o menos años, pero fue cortante, por los años que le dio y cárcel común.
–Iris: Se hizo justicia. Pero hay muchos otros casos, hay todo un pueblo que reclama el justo castigo. Porque esto no fue un ataque a la familia Avellaneda, sino a decenas de miles de familias para imponer la injusticia a la mayoría del pueblo. Nosotros vamos a seguir junto a la Liga, Justicia ya, Ex Detenidos y todos los que nunca abandonamos. Yo misma le pedí al juez Araujo, de San Martín, que no se tomara el caso del Negrito solo, que se tomara como un conjunto, porque ahí había miles de causas. Y lo sacaron como un caso solo. Pero nada de lo que hagan va romper nuestra unidad con los otros luchadores.
–¿Cómo fueron sus padres, sus familias de origen?
–Floreal: Mis padres pelearon toda su vida, vinieron al principio de siglo en las migraciones que llegaron de Europa, eran españoles, los dos activaban, mi padre Juan Avellaneda, primero fue anarquista, y después, en el 29 se afilio al Partido Comunista. Después del golpe de Estado de Uriburu lo detuvieron y estuvo 36 meses preso en Devoto, con gente muy conocida en ese entonces: Álvaro Yunque, que era un baluarte, un ejemplo. También con Paulino González Alberdi que era un dirigente del PC. Y cuando ellos estuvieron presos hacían un periódico dentro de la cárcel, muy rudimentario, no lo hacían manuscrito sino con un lápiz verde que se usaba para después poder imprimir en gelatógrafo, que era como una gelatina a la que se ponía el papel y se imprimía como si fuera un rodillo.
Mi madre se llamaba Florinda Filgueira de Avellaneda y ella estuvo en la Federación Obrera de Ayuda a La Republica Española y fue una ferviente luchadora, era gallega, pero en su apariencia no tenía nada de gallega, porque era morocha de piel trigueña y tenía cabello oscuro. Y después de la Guerra Civil Española, (nosotros éramos chicos, en 1939 yo tenía 9 años), fuimos a buscar a la gente que fue de acá a pelear a España con las Brigadas Internacionales por la República. De la Argentina fueron muchos, alrededor de 500 personas. Y vinieron unos casados con mujeres españolas y a los argentinos los llevaron presos a la Isla de March, que está cerca de la Costanera Sur, al fondo, cerca de Puerto Piojo. Y mi madre, ya en ese entonces, estaba en La Liga Argentina por los Derechos del Hombre. En mi casa militaban todos y yo me afilié a la Fede a los 13 o 14 años.
–¿Y su familia Iris?
–Iris: Yo soy entrerriana, me vine de muy chica, me escapé de casa porque al fallecer mi papá, las relaciones con mi madre no eran buenas.
–¿Qué edad tenía?
–Iris: 11 años, vine a Buenos Aires con mi hermano. Estuve trabajando con él en restaurantes, él cantaba y yo tiraba la manga. Y trabajé en Philips, en el comedor atendiendo a la gente con los carritos, también lo hice como telefonista en distintos lugares.
–¿Y cómo se conocieron?
–Iris: Me lo presentó una chica.
–Floreal: Hace 51 años, después que nos conocimos estuvimos dos años en Rosario y ahí nació el Negrito. Yo quería fabricar repuestos, era mecánico, en el año 48 tuve taller y después me dediqué a trabajar en industrias. Y ahí, en esa etapa, se afilió Iris, que trabajó mucho con mi vieja en escuelas y empezó a militar en la Liga y el PC.
–¿Cuántos hijos tuvieron?
–Floreal: Cuatro en total, dos murieron: el primero a los tres meses y el Negrito ya sabemos. Tenemos uno que nació después de que salió Iris en libertad, nació en 1980, y una hija que era dos años menor que el Negrito.
–Iris: Yo recuerdo el parto del Negrito, un parto normal pero de muchas horas, y nació perfecto. Fue todo bien, hubo un poco de negligencia de los médicos que me tuvieron tanto rato. Floreal lo conoció después de varias horas porque cuando yo me descompuse él me llevó en la moto a tener familia, y la médica le dijo que no había apuro, que se quedara tranquilo. Así llegó el Negrito.
–¿Cómo fue su infancia?
–Iris: Muy alegre, fue un chico muy despierto, tenía temperamento era macanudo, muy amiguero, siempre andaba con amigos. Y era estudioso, terminó a los 12 años e ingresó a la escuela secundaria en ese tiempo, porque cumplía años en mayo. Sucedió que cuando estaba en jardín de infantes entró un año antes, porque se hizo un arreglo con la Escuela Nº 9, que está en Florida, lo hicieron pasar como que tenía 6 años porque estaba muy adelantado, por eso terminó 7º grado a los 12 años. Después ingresó a la escuela industrial.
–Floreal: Le gustaba la mecánica, siempre practicó deportes. Hacía paralelas, barras, natación, tiene una gran cantidad de medallas ganadas. Iba en Olivos a un club municipal que estaba detrás del cementerio, y también al club en Munro que le decían «La vecinal», que había sido una sociedad de fomento. Ahí hacía natación y después iba siempre a Libertador y Republiquetas, donde había una pileta climatizada. El Negrito tenía ya una cultura política en casa, y por eso lo llevaron a pesar de su corta edad. Era pura energía, acción y compromiso. Él ingresó a la Fede a los 13 años.
–¿Y cómo recibieron esa decisión?
–Iris: Bien, muy bien, él estaba con nosotros, en casa activaba todo el mundo, en Munro parecía el comité, porque en casa se juntaban una cantidad de chicos de la Fede y el veía toda la actividad y siempre iba con los chicos y salía con ellos. Él tallaba y grababa clichés y con eso imprimía y hacía la cara de Allende o del Che, le gustaba mucho hacer trabajos manuales.
–Iris: También le gustaban las pistas de escalectrix. Lo hacía todo él.
–Floreal: Él quería ser mecánico en aviación y por eso ingresó a la Escuela de Mecánica de la Armada. Tenía tercer año, no daba la edad, tenía 15 años pero lo incorporaron igual. Primero lo usaron terriblemente en competencias de natación, pero después tuvo una cantidad de problemas. Una vez nosotros nos fuimos de vacaciones y cuando volvimos y lo fuimos a ver, un alférez nos dijo que estaba internado en Río Santiago; y le preguntó: «¿qué problema tiene?», me dice «no es nada, de tanto estar en el agua se le produjo una otitis». Cuando vamos a verlo, el Negrito estaba desesperado. Y nos dice, textuales palabras: «Estos son unos hijos de puta, acá están haciendo instrucción la infantería de marina, no tienen respeto por nadie, basurean a todo el mundo y no tienen derecho». Entonces el Negrito ya estaba mal, un sargento primero lo insultó y él le dijo que se sacara las tiras y si era hombre que se agarraran a trompadas. Entonces le dieron de baja porque, dijeron, no tenía aptitudes militares.
–¿Qué cambió y permanece igual en ustedes luego de este largo periplo en busca de justicia?
–Floreal: Los sistemas políticos por lógica han cambiado, pero nosotros somos revolucionarios e ideológicamente seguimos con las mismas convicciones. Tenemos que mirar lo que está pasando en otros países de América latina, tenemos que tratar de formar un frente de gente progresista que le dé una salida política al país. Hay que dejar el sectarismo de lado, trabajar en conjunto todos los sectores populares y llegar a un frente. Y así tener una alternativa para que haya un pueblo feliz y en justicia. Tenemos que combatir a todos los sectores neoliberales que han destruido nuestro país. Los vemos ahora mismo con el campo, con toda la oligarquía terrateniente, que elogia a Martínez de Hoz, ya sabemos la trayectoria que tuvieron, ellos fueron los que hambrearon a los pueblos, con una política podrida que han empleado toda su vida.
–Iris: Para mí nada ha cambiado, al contrario con más fuerza todavía seguimos la lucha por la unidad, por un frente que debe coincidir en lo fundamental. El terrorismo de Estado no preguntó quiénes éramos. A todos los sectores que hicieron algo por vivir en un país mejor, a todos nos hicieron pelota, y fue para imponer un sistema de privilegios: ese es nuestro enemigo común. Porque lo que hicieron con el Negrito y los 30.000 no puede ser en vano. Creo que los chicos que lo llevan como bandera a él, a cualquier compañero revolucionario desaparecido, están tomando conciencia de todo lo que nos falta por hacer. Tardaremos más o tardaremos menos, pero hacia allá vamos. Pasamos por el peor dolor que pueden pasar los padres, pero también recibimos solidaridad, abrazos y manos tendidas de miles de compañeros durante estos años. Marchamos en miles de movilizaciones cuando muchos pensaban que Riveros y tantos otros nunca iban a ser condenados. Si hay algo que nos enseñó esa solidaridad es la lucha. Si algo nos enseñó el dolor fue la rebeldía. Somos los padres del Negrito y valoramos la victoria después de una larga pelea. Pero no seríamos los padres del Negrito si no exigiéramos justicia para todos los hijos.
Oscar Castelnovo
OPINION: TOMARON UNA DECISION...
El Bolsón (ANPP).- Cincuenta familias ARGENTINAS tomaron una decisión, y la tomaron en serio.
“Si el Estado le regala tierras a Benetton. Si Lewis sigue adquiriendo tierras y haciendo lo que quiere en ellas. Si la provincia le vende a una persona 32 hectáreas a $ 30.000 para que las lotee y haga el gran negocio de su vida, VENDIEDO a quienes puedan pagar los precios “del mercado”, entonces nosotros tenemos que TOMAR una decisión”
Y así fue. La decisión tomada fue ocupar tierra y pacíficamente manifestar que no hay otra manera de que se preste atención a un reclamo tan justo como legítimo y constitucional. Porque es increíble que se sigan haciendo negocios inmobiliarios con tierras fiscales, en vez de ofrecer las mismas a familias que hoy no tienen ninguna oportunidad, para adquirirlas a precios sociales y accesibles.
Y entonces se organizaron. Y TOMARON decisiones, y hablaron en los medios , y dieron a conocer quienes son: “Somos vecinos de El Bolsón, nos cruzamos todos los días, somos los que los llevamos en remis a sus casas, los que enseñamos a sus hijos en la escuela, los que los atendemos en el kiosco, en el supermercado, somos laburantes que no tenemos otra forma de adquirir un lugar para hacer nuestras casas”; “… no queremos que nos regalen nada, queremos pagar la tierra en la que haremos nuestras casas” .
Y hablaron. Y eso decían nuestros vecinos, y fueron al Concejo deliberante, y manifestaron sus intenciones y sus problemas, y algunos concejales se fueron y otros se quedaron. Pero no hay respuestas todavía, y están esperando que se resuelva algo: “… la única forma de que nos vayamos de ahí es si tenemos otro lugar, sino nos quedamos hasta que se nos dé una solución.”
¿Y con que solución se encontraron? Hasta ahora con ninguna otra solución que las amenazas de desalojo por parte del municipio y la intimación de una legisladora provincial para que dejen el lugar con la excusa de que si no lo hacen, no comenzarían las obras del PROMEBA (que ya lleva muchos años sin comenzar), generando enfrentamientos con otros vecinos que están en la misma situación.
Mientras esto pasa, algunos funcionarios salen a los medios a tratar de delincuentes y de “usurpadores” a los laburantes que cansados del manoseo y el mal trato, TOMARON una decisión, y la TOMARON en serio.
“Si el Estado le regala tierras a Benetton. Si Lewis sigue adquiriendo tierras y haciendo lo que quiere en ellas. Si la provincia le vende a una persona 32 hectáreas a $ 30.000 para que las lotee y haga el gran negocio de su vida, VENDIEDO a quienes puedan pagar los precios “del mercado”, entonces nosotros tenemos que TOMAR una decisión”
Y así fue. La decisión tomada fue ocupar tierra y pacíficamente manifestar que no hay otra manera de que se preste atención a un reclamo tan justo como legítimo y constitucional. Porque es increíble que se sigan haciendo negocios inmobiliarios con tierras fiscales, en vez de ofrecer las mismas a familias que hoy no tienen ninguna oportunidad, para adquirirlas a precios sociales y accesibles.
Y entonces se organizaron. Y TOMARON decisiones, y hablaron en los medios , y dieron a conocer quienes son: “Somos vecinos de El Bolsón, nos cruzamos todos los días, somos los que los llevamos en remis a sus casas, los que enseñamos a sus hijos en la escuela, los que los atendemos en el kiosco, en el supermercado, somos laburantes que no tenemos otra forma de adquirir un lugar para hacer nuestras casas”; “… no queremos que nos regalen nada, queremos pagar la tierra en la que haremos nuestras casas” .
Y hablaron. Y eso decían nuestros vecinos, y fueron al Concejo deliberante, y manifestaron sus intenciones y sus problemas, y algunos concejales se fueron y otros se quedaron. Pero no hay respuestas todavía, y están esperando que se resuelva algo: “… la única forma de que nos vayamos de ahí es si tenemos otro lugar, sino nos quedamos hasta que se nos dé una solución.”
¿Y con que solución se encontraron? Hasta ahora con ninguna otra solución que las amenazas de desalojo por parte del municipio y la intimación de una legisladora provincial para que dejen el lugar con la excusa de que si no lo hacen, no comenzarían las obras del PROMEBA (que ya lleva muchos años sin comenzar), generando enfrentamientos con otros vecinos que están en la misma situación.
Mientras esto pasa, algunos funcionarios salen a los medios a tratar de delincuentes y de “usurpadores” a los laburantes que cansados del manoseo y el mal trato, TOMARON una decisión, y la TOMARON en serio.
COMUNICADO: 11 DE SEPTIEMBRE, DIA DEL MAESTRO
El Bolsón (Docentes Autoconvocados).- Arrancamos el año reclamando por:
o La inconstitucionalidad de resoluciones que promovían la desigualdad de oportunidades entre los docentes
o La restitución de los grados cerrados también ilegalmente
o Por el normal funcionamiento de nuestra obra social provincial (IPROSS), por recuperar el poder adquisitivo que fueron perdiendo nuestros salarios.
Como toda respuesta, no sólo no renunciaron los funcionarios responsables de todas estas ilegalidades, sino que además iniciaron demandas penales contra decenas de docentes que reclamaban legítimamente por sus derechos. Descontaron los días de paro, y remataron con el pago del aguinaldo en forma irregular. Con el supuesto objetivo de recuperar los días perdidos, pretendieron que trabajemos los feriados, pero no les importó que el estado edilicio de muchas escuelas impidiera el normal funcionamiento. Aunque la justicia no pudo sino fallar declarando ilegal la asamblea que designó irregularmente a docentes, estos, ni los responsables de la asamblea y la represión policial allí ocurrida fueron demandados ni sancionados.
Tampoco en el caso de los concejales que intentaron reclutar padres por los medios públicos con el objetivo de amedrentarnos.
En este marco, donde todas esas cuestiones que se planteaban a principio de año siguen sin ser resueltas, nos cuestionamos:
¿Qué se festeja cuando se festeja el día del maestro? ¿Se festeja acaso la genial idea de Sarmiento de acabar con la barbarie en la que vivían en estas tierras para cambiarla por la de los ideales europeos cuyo sistema social viene fracasando desde hace más de 1000 años a pesar de haber contado con todo el apoyo económico de las tierras de los “indios bárbaros” de estas tierras? (con el oro y la plata saqueada solamente de Potosí, Bolivia, se podría haber construido un puente entre América y Europa).¿Se festeja acaso su larga trayectoria como docente que no alcanzó ni un año?¿ Será por eso que hoy tenemos geniales ministros de educación que tampoco nunca ejercieron como docentes?.
Reivindicamos el derecho a luchar por una educación digna y libertaria para todos.
o La inconstitucionalidad de resoluciones que promovían la desigualdad de oportunidades entre los docentes
o La restitución de los grados cerrados también ilegalmente
o Por el normal funcionamiento de nuestra obra social provincial (IPROSS), por recuperar el poder adquisitivo que fueron perdiendo nuestros salarios.
Como toda respuesta, no sólo no renunciaron los funcionarios responsables de todas estas ilegalidades, sino que además iniciaron demandas penales contra decenas de docentes que reclamaban legítimamente por sus derechos. Descontaron los días de paro, y remataron con el pago del aguinaldo en forma irregular. Con el supuesto objetivo de recuperar los días perdidos, pretendieron que trabajemos los feriados, pero no les importó que el estado edilicio de muchas escuelas impidiera el normal funcionamiento. Aunque la justicia no pudo sino fallar declarando ilegal la asamblea que designó irregularmente a docentes, estos, ni los responsables de la asamblea y la represión policial allí ocurrida fueron demandados ni sancionados.
Tampoco en el caso de los concejales que intentaron reclutar padres por los medios públicos con el objetivo de amedrentarnos.
En este marco, donde todas esas cuestiones que se planteaban a principio de año siguen sin ser resueltas, nos cuestionamos:
¿Qué se festeja cuando se festeja el día del maestro? ¿Se festeja acaso la genial idea de Sarmiento de acabar con la barbarie en la que vivían en estas tierras para cambiarla por la de los ideales europeos cuyo sistema social viene fracasando desde hace más de 1000 años a pesar de haber contado con todo el apoyo económico de las tierras de los “indios bárbaros” de estas tierras? (con el oro y la plata saqueada solamente de Potosí, Bolivia, se podría haber construido un puente entre América y Europa).¿Se festeja acaso su larga trayectoria como docente que no alcanzó ni un año?¿ Será por eso que hoy tenemos geniales ministros de educación que tampoco nunca ejercieron como docentes?.
Reivindicamos el derecho a luchar por una educación digna y libertaria para todos.
DOCENTES AUTOCONVOCADOS
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