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jueves, 15 de abril de 2010

ROSARIO: CARCEL PERPETUA Y COMÚN EN LA CAUSA GUERRERI AMELONG


Rosario (Redacción).-
Por Pablo Bilsky.

15/04/2010-12.12. La sucesión de números no constituye un mensaje cifrado. Es una marca histórica que señala el momento en que se hizo realidad una contundente victoria de la militancia popular. En un mediodía especialmente diáfano y luminoso, el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario leyó la sentencia a los genocidas Oscar Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo: prisión perpetua y cárcel común para todos. Y fuera del tribunal, en la calle, en el lugar de la lucha cotidiana, miles de personas dejaron claro que la sentencia fue el resultado de una paciente y ejemplar construcción colectiva. La Justicia llegó, finalmente.

El gesto fue breve, pudoroso, casi secreto. La mujer acarició apenas la foto que llevaba colgada al cuello. Fue como saludar, levemente, pero como una emoción difícil de describir, a su ser querido, desaparecido y extrañado durante años. Fue como decirle “presente, compañero”, sin palabras, con un movimiento apenas perceptible de los dedos, mientras las lágrimas se colaban por debajo de los lentes de sol y formaban un minúsculo río que iba a desembocar en la fotografía en blanco y negro.

Ocurrió cuando desde el Tribunal Oral Federal se dijo que estaban en condiciones de dar lectura a las sentencias, y se repitió miles de veces en medio del festejo multicolor de la militancia que desde el día anterior hizo el aguante en Oroño al 900, un sitio que lució transformado por la jornada histórica.

En un marco abigarrado y multicolor marcado por la emoción, el alivio, la alegría, la ansiedad y la militancia, se recibió la sentencia del juicio contra los genocidas Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo. Finalmente, y luego de tantas demoras, los cinco genocidas fueron condenados a cadena perpetua e inhabilitación por su actuación en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes, La Calamita, La Intermedia, Escuela Magnasco, ex Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu, ubicados en Rosario y alrededores. Los crímenes de esto cinco imputados –privaciones ilegítimas de la libertad, torturas, homicidios– fueron considerados de lesa humanidad por los magistrados, que por este motivo hicieron lugar a la condena que pedían los querellantes.

La lectura de las sentencias comenzó a las 12.12, apenas 12 minutos después de la hora señalada. Fue un estallido de aplausos, llantos, y abrazos. Las banderas comenzaron a flamear cada vez más, y a las 12.38, cuando el tribunal terminó de leer las condenas, las lágrimas y los cánticos hicieron que los compañeros desaparecidos estuviesen más presentes que nunca. “Yo no creí que iba a vivir para ver esto”. La frase se escuchó cientos de veces y es de esperar que dentro de diez, veinte años, muchos dirán: “Sí, yo estuve allí”, como para legar a las próximas generaciones esta jornada inolvidable, cargada de memoria y futuro.

En las cinco condenas quedó claramente explicitado que se llevarán en cárceles comunes. Pero los casos de Guerrieri y Costanzo serán analizados, ya que venía cumpliendo prisión domiciliaria por razones de salud.

Una vez más la nota farsesca estuvo a cargo de Amelong, que seguramente seguirá con sus bufonadas tras las rejas para solaz y esparcimiento de los otros convictos. La lectura de las sentencias debió interrumpirse cuando el genocida vinchero insistió en colocarse ese accesorio sobre su frente: “Preso político”, decía el sucio trapo blanco del condenado.

La movida fuera del tribunal había empezado este miércoles a las 18, una previa organizada por el Espacio Juicio y Castigo Rosario, espacio integrado por organismos de derechos humanos como Madres, Familiares, APDH, MEDH, H.I.J.O.S. y un conjunto de organizaciones sociales y gremiales. Durante la espera se realizó una radio abierta en la que se escuchó la voz de los querellantes y sobrevivientes de los centros clandestinos de detención en los que operaron los imputados de la causa, y a través de la cual se reclamó con insistencia el avance de la investigación por el crimen de Silvia Suppo.

“Es un día histórico, es la primera sentencia, la primera causa Guerrieri-Amelong, la cúpula de inteligencia del Ejército. Si no hubiera muerto, (Leopoldo) Galtieri estaría con ellos también. Desde su local de Córdoba y Moreno, manejaron cinco provincias y nunca se arrepintieron ni pidieron perdón, nunca nos dijeron dónde están nuestros familiares”, señaló la diputada provincial Alicia Gutiérrez, querellante de la causa Guerrieri.

“Con esto se demuestra que la única lucha que se pierde es la que se abandona y que hay que animarse, hay que organizarse. Y fundamentalmente que la sociedad argentina repudia los hechos acontecidos hace más de 30 años durante la dictadura militar que no sólo genero los 30 mil compañeros detenidos, desaparecidos, torturados y exiliados sino que instaló un modelo de país injusto que los argentinos hemos pagado y largamente", señaló a LT8 Eduardo Toniolli, también querellante de la causa Guerrieri.

La fiscal Mabel Colalongo calificó a las condenas como ejemplares: "Me siento muy contenta porque es lo que correspondía. Es un fallo ejemplar incluso para el resto del país. También es valorable que la condena sea en cárceles comunes, incluso a los que tenían prisión domiciliaria los mandaron a cárcel común", señaló Colalongo que con relación a Guerrieri y Costanzo, explicó que "hasta que la sentencia quede firme seguirán gozando de la prisión domiciliaria, y esto podría llevar un par de meses".

fotos: Javier García Alfaro (Redacción Rosario)

ORGANIZACIONES SOCIALES DE TODO EL PAÍS ACAMPARÁN EL 24 Y 25 DE MAYO POR "OTRO BICENTENARIO, EL BICENTENARIO DE LOS PUEBLOS"

Buenos Aires (AW).- Medio centenar de organizaciones de todo el país realizarán, el 24 y 25 de mayo, un acampe en Plaza Congreso para expresar "otro Bicentenario, el de los Pueblos" mediante el cual visibilizar las luchas de las comunidades frente a la represión, persecusión y judicialización a sus causas por parte del Estado.
Más de 50 organizaciones sociales de todo el país y países vecinos en el marco del "Otro Bicentenario, el Bicentenario de los Pueblos", realizarán un acampe el 24 y 25 de mayo en la Plaza Congreso de la ciudad de Buenos Aires. Este evento contará con la presencia de expresiones ligadas al arte, la música, clases abiertas, cine, fotografía, teatro, muestras de una estética popular construida desde abajo. Una delegación importante de luchadores indígenas, campesinos, barriales y militantes ambientalistas vendrán esos días para participar de este "contrafestejo" , así poder expresar sus palabras y mostrar sus luchas.

Adhesiones y contactos: elotrobicentenario@yahoo.com.ar
Tel: (011) 15-63242212, 15-57809686
http://elotrobicentenarioeldelospueblos.blogspot.com/

MARCELA NOBLE PODRÍA SER LA NIETA DE CHICHA MARIANI

La fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, sospecha que la hija de Ernestina Herrera de Noble, dueña de Clarín, sea, en realidad, su nieta, Clara Anahí, quien fue secuestrada tras el bombardeo a su casa en La Plata, en noviembre de 1976.

En declaraciones brindadas a una radio local, Chicha confirmó que hizo una presentación judicial ante el juez Corazza y por su intermedio ante el juez Bergesio, de San Isidro, que es quien lleva adelante la causa por los hijos de la dueña del multimedio Clarín.

En la acción, se solicita “que se entrecrucen los análisis de Marcela Noble y los de mi familia que están en el Banco Genético y también con todos los familiares que figuran allí porque así lo dispone la ley”.

Consultada sobre en qué basa sus sospechas sobre que Marcela Noble sea Clara Anahí Mariani Teruggi, explicó: “tuve dudas desde 1977 cuando los obispos de La Plata y religiosos me prometían que me iban a ayudar, al tiempo volvía y eran otras las personas que me recibían”.

Además, reveló que en un momento, “me dijeron que mi nieta estaba con gente de muchísimo poder, que era imposible tocarla. Lo recibí de la Iglesia una y otra vez, pero hubo otros elementos que me fueron convenciendo de que podía ser Clara Anahí”.

Asimismo, Chicha admitió que en un momento perdió la esperanza de que Marcela Noble pudiese ser su nieta, al revisar, junto a su abogada, el expediente de su adopción y verificar que “las fechas no concordaban”. Sin embargo, la expectativa resurgió cuando “vinieron dos personas a avisarme que ese expediente era totalmente falso y se descubrieron mentiras”.

La fundadora de Abuelas recordó que “cuando asumió Alfonsín, los llevaron a una escuela suiza hasta que vieron que no pasó nada, entonces los fue a buscar la madre, las fotos de los chicos con príncipes, reyes y presidentes salían en los diarios y yo las junté y encontré parecidos” y Marcela Noble “se parece bastante a la familia de Diana ahora”.

En ese marco, Chicha recalcó que “cuando se llevan a Clara Anahí, la ponen en el auto de Fiorillo (un policía), y ahora me entero que él fue quien llevó a Marcela con la señora de Noble. La llevó de La Plata porque hay documentos de personas que afirman que monseñor Plaza intervino en la entrega de Marcela”.

“Ahora dije basta, no quiero quedarme con la duda y pedí que se hagan los análisis y se crucen con mi familia y con los demás también”, declaró Chicha y se preguntó: “¿Alguien se detiene a pensar en los 33 años que llevan Madres, Abuelas y familiares de esta tortura infinita de no saber, es la tortura más grande y se acrecienta porque uno se va a ir y no pudo hacer nada, y dónde está y cómo duerme, dónde vive y con quién?”.

“Hay mucha gente que da una mano. Sé que lo que ocurrió en la calle 30 lo sabe toda la gente del barrio, muchos vieron cómo se la llevaron a Clara Anahí, en cambio se difunde la versión de que había muerto, sin embargo, dos personas me dijeron la verdad, pero si lo hubieran dicho hace 20 años, cuánto dolor hubieran evitado”, reflexionó Chicha Mariani. Por último, Chicha dijo que otro de los elementos que la llevan a pensar que Clara Anahí podría ser Marcela Noble, tiene que ver con las muchas mentiras que se dijeron en torno al paradero de su nieta: “Por qué tapan tanto lo de Clara Anahí? ¿Por qué se inventaron tantas cosas? ¿Para qué? Es porque están tapando algo muy grosso”.


OPINIÓN. Clara y la oscuridad
Josefina Licitra

Clara Anahí Mariani nació el 12 de agosto de 1976. Tenía, desde un primer momento, un cuerpo y un nombre. Y padres. Su mamá se llamaba Diana Teruggi y estudiaba Letras. Su papá, Daniel Mariani, era economista. Ambos vivían en Plata, la ciudad donde se conocieron, donde compraron una casa modesta –ubicada en la calle 30 entre 55 y 56–, donde tuvieron una hija, donde fueron asesinados y donde Clara Anahí Mariani desapareció.
Ocurrió el 24 de noviembre de 1976. Clara tenía tres meses. Esa mañana Diana se preparaba para llevarla, como todos los lunes y los miércoles, a la casa de su suegra. Pero nadie llegó a ninguna parte. En algún momento, la casa fue rodeada por tanques de guerra, helicópteros, patrulleros y doscientos miembros del Ejército. Todos estaban al mando de Ramón Camps –entonces jefe de la policía bonaerense– y querían sangre. No queda claro si alguien dijo “ahora”. Sólo se sabe que la balacera reventó hasta el alma de las cosas. Y que Diana pudo, tras la primera descarga, esconder a Clara en una bañera, bajo una pila de almohadones.


En la casa de Diana, Daniel y Clara funcionaba una imprenta de Montoneros, a la que se accedía de un modo solapado. Allí se editaba la revista Evita y una serie de publicaciones que echaban algo de luz sobre las muertes, las torturas y las desapariciones que eran fantasmas innombrables por buena parte de los medios de comunicación. Se sabe que al gobierno militar cierta prensa le molestaba mucho, entre tantas otras cosas que también le molestaban mucho.

Diana fue acribillada bajo un limonero. En la unión de dos paredes –un rincón donde hoy se concentran decenas de agujeros de bala– fue asesinado Daniel Mendiburu Eliçabe, el marido de Feli, el papá de Pablito, el hermano de Fideo y Cali (Feli, Pablito, Fideo, Cali: los nombres de una parte de mi infancia; los compañeros de exilio de mi padre). También mataron a Roberto César Porfirio, Juan Carlos Peiris y Alberto Oscar Bossio, y volaron ventanas a punta de bazucas porque, en fin, a los militares les gustaba el tema de llegar de a cientos y en tanque, aunque “el enemigo” consistiera en cuatro personas y un bebé.

Los únicos que no murieron esa tarde fueron Daniel Mariani –no estaba ahí, aunque sería asesinado ocho meses después– y Clara. Su llanto se escuchó cuando llegó el silencio. Y después no se escuchó otra cosa.

Clara fue entregada a Ramón Camps y desde entonces crece en otra familia. Tiene mi misma edad: 34 años. Y un nombre que no es el suyo. Como todo lo demás, que tampoco es suyo. No tener nombre es no tener nada.

La abuela de Clara se llama María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, es fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo y está viejita. Así lo dice el mail que recorre las casillas de muchísima gente estos días: a los 87 años, Chicha Mariani está viejita y, como todos los viejos, tiene la urgencia de los asuntos pendientes. Chicha busca a su nieta desde que encontró sus ropas mínimas entre los escombros de la calle 30. Un comisario le confirmó, en ese momento, que su nieta estaba viva y que había sido colocada “muy alto”. Lo mismo le dijeron un monseñor y un capellán de La Plata. Chicha, entonces, llegó lo más alto que pudo. Tiene varios motivos para sospechar que su nieta podría ser Marcela Noble, la hija apropiada de Ernestina Herrera de Noble.

No es fácil. No va a ser fácil. Chicha tiene 87 años y está viejita. Quizás algún día yo también sea abuela. Pero por ahora la cuestión del afecto es sólo esta suposición: cuando veo a mi madre querer a mi hijo, intuyo que el amor por un nieto es muy superior al mito alcanforado de la “tercera edad”. Lo más preciado de lo más preciado: eso será un nieto. Un número elevado a su propia potencia, un último y desesperado aprendizaje.

Hoy hay 400 Abuelas de Plaza de Mayo –nacidas en 1977 como Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos– buscando el único eslabón que las tiene atadas a los días. Morir sin encontrarlo, en el fondo, es haber vivido en una especie de inframundo. ¿Entonces es posible morir más de una vez? Claro que sí. Ellas saben que sí.

Está comprobado que sobreviviste y estás en poder de alguien. Ya tienes 34 años y tu número de documento probablemente sea cercano al 25.476.305 con el que te anotamos. Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras bebé y las compares con las que acompañan este texto.

(…). A mis más de 80 años mi aspiración es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustaría que vinieras hacia mí para que esta larga búsqueda se concretara en el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que nos encontremos”.
Eso, en síntesis, dice la carta que hoy circula por la web. Dice, además, que el tiempo es poco, que hay que difundirla pronto y que todas las vías valen la pena. Ésta incluida.


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"Detras del miedo está la libertad".
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