Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com

miércoles, 9 de mayo de 2012

JUICIO A REPRESORES DE "LA ESCUELITA" EN NEUQUÉN

Neuquén, sábado de mayo de 2012 (ANRED).- Juicio a represores de “La Escuelita” en Neuquén
Comienza el segundo proceso judicial a genocidas de Neuquén y Río Negro de la última dictadura militar, en lo que se conoce el caso como “La Escuelita II”. Resumen de las audiencias judiciales. 
En el segundo tramo del juicio a los represores de "La Escuelita" de Neuquén están implicados 23 ex militares y policías de la Provincia de Río Negro por 39 hechos. Brindarán testimonio casi 300 personas entre víctimas y testigos, en un lapso aproximado de 8 meses. El tribunal está conformado por los jueces Dr. Orlando Coscia (Presidente), Dr. Mariano Lozano, Dr. Eugenio Krom y el cuarto juez, Dr. Norberto Ferrando.
El debate oral y público fue suspendido dos veces. Primero en noviembre del 2011 y la segunda suspensión fue iniciado los primeros días de marzo.
La primer jornada de indagatorias se realizó en el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Neuquén donde asistieron 18 de los imputados y tres lo siguieron por video conferencia. Uno de ellos se encuentra ausente por recomendaciones médicas (Gómez Arena, Jefe de Inteligencia). Ocho de los imputados ya fueron condenados en 2008 por delitos de lesa humanidad durante el primer tramo del juicio “La Escuelita”.
Para las testimoniales el Tribunal se mudo al Salón de la Mutual Universitaria del Comahue (AMUC). Las audiencias son presenciadas por un amplio público ya que el lugar tiene la comodidad de albergar a casi 200 personas.

Declaraciones del jueves 26 de abril. Segundo tramo del juicio “La Escuelita” de Neuquén
Carlos Kristensen fue detenido en la Ciudad de Cipolletti el 24 de Marzo de 1976 por las Fuerzas Armadas. Era chacarero junto a su padre y su hermano, y no estaba afiliado a ningún partido político.
Los testigos del caso Kristensen señalaron a los represores Guglielminetti, Reinhold y Barrera.
En la sala de audiencias solo estuvieron presentes los imputados Gustavo Vittón (Jefe del área 5.2.1), Miguel Ángel Quiñones (Sub-agente de inteligencia de la Policía rionegrina) y Antonio Camarelli (Jefe de la Comisaria 4ta de Cipolletti).
Eduardo Buamscha, ex legislador, declaró por el caso de Carlos Kristensen. Buamscha estuvo detenido en la Unidad Penitenciaria Número 9 (U9) de Neuquén Capital, fue trasladado a “La Escuelita” de Bahía Blanca y luego al penal de Rawson. Reconoció a Guglielminetti como una de las personas que lo secuestro, y señalo a Oscar Lorenzo Reinhold y a Luis Alberto Farías Barrera como responsables ya que eran los representantes del ejército frente a los familiares de los detenidos.
A Carlos Kristensen lo conoció en la Unidad Penitenciaria Número 9 durante su detención y fueron trasladados juntos a Bahía Blanca. Buamscha comentó que Carlos estaba muy mal luego de las torturas sufridas. Dejó en claro que en los motivos expuestos por los militares para los secuestros y torturas siempre estaban presentes el tema de la militancia política y la ideología.
La familia de Kristensen también declaró y brindó detalles sobre su secuestro. Elsa, la hermana de Carlos Kristensen, trabajaba en la justica durante el hecho. Al enterarse pidió ayuda a abogados y le recomendaron que hablara con Reinhold. “Nada se puede hacer”, le contestó este, uno de los ahora implicados como responsables del secuestro y desaparición. Elsa Kristensen también habló con Farías Barrera quien le ofreció poder ver a Carlos en la U9. Cuando lo vio, su hermano le comentó haber sido torturado. Más tarde declaro la cuñada, la Dra. Isabel Álvarez, trabajadora del hospital neuquino Castro Rendón, quien estuvo en la U9 visitando a Carlos y conoció a familiares del desaparecido Juan Méndez, y advirtió que Hilarión de la Paz Sosa (imputado) ascendió rápidamente a Subsecretario de Salud durante el golpe.
La declaración más emotiva fue la del hermano de Carlos, Edgardo Kristensen, quien expuso los sueños y la ideología de vida de Carlos. Edgardo estuvo detenido junto a Carlos en la U9, y dijo haber conocido adentro a Delineo Méndez, Ramón Jure, Pedro Justo Rodríguez, Eduardo Buamscha, Orlando Cancio, Javier Octavio Seminario Ramos, Francisco Tomasevich, Lara y Miguel Ángel Pincheira.

Declaraciones del viernes 27 de abril. Segundo tramo del juicio “La Escuelita” de Neuquén
La Policía de Río Negro fue acusada de participar en detenciones y torturas durante la dictadura.
Raúl, hoy de 61 años, fue detenido en la ciudad de Cipolletti (Río Negro) en marzo del 76. Era militante de la JP y trabajaba en el hospital de esa ciudad, donde fue detenido en un operativo realizado por la Policía Federal. Lo llevarón a la dependencia de dicha fuerza en la capital neuquina en la cual es interrogado acerca de su militancia y sobre algunas personas que dijo no conocer. Luego de unas horas lo dejaron libre. Días mas tarde en un operátivo en conjunto de la Policía de la Provincia de Río Negro y el Ejército se allanó su vivienda maltratando a su familia. “Decían que buscaban armas y material subversivo, pero no encontraron nada”, relato Sotto. Una semana más tarde, en su lugar de trabajo, fue secuestrado por agentes de la policía rionegrina y oficiales del Ejército delante de trabajadores del centro de salud de Cipolletti. Lo trasladaron a la Comisaría 4ta de esa ciudad, donde fue golpeado y torturado. “Me agarraron de los pelos y me sumergieron la cabeza en un balde de agua varias veces, decían que hable, sino me iban a tiras a los bichos verdes”, declaró. Resultado de las torturas se le reventó el tímpano izquierdo. Varias noches fue sacado en un camión del ejército para hacerle reconocer supuestos domicilios donde decían reunirse grupos subversivos.
En el mismo lugar dijo que estaban los hermanos Pailos, Jorge Contreras y Norberto Blanco, todos detenidos políticos. Durante su estadía en la comisaria pudo reconocer al oficial Ignacio Del Magro, a los suboficiales Saturnino Martínez y Gerónimo Huircain y al ayudante de inteligencia Miguel Ángel Quiñones. Los cuatro formaban parte de la Policía de Río Negro. De allí lo llevaron detenido al Comando del Ejército en Neuquén Capital y luego a la U9 por aproximadamente una semana. “Quien iba al mando del traslado era Quiñones”, explicó.
La declaración duró más de tres horas y se vieron varios enfrentamientos entre la querella y los defensores. Una de ellas fue la hipótesis del Dr. Ponce de León defensor del policía Del Magro, quien acusó al testigo de “barrabrava”. Hizo expulsar de la sala a la víctima para explicar el origen de sus preguntas. Insinuó que la víctima podía ser un barrabrava que pudo tener algún altercado con el policía durante un partido. La hipótesis quedó desestimada cuando Sotto contestó que nunca tuvo un altercado con un agente en la cancha.
Otro hecho fue la denuncia que hizo el Dr. Ibáñez, defensor de Braulio Olea, ante el tribunal, dejando en claro que no iba a permitir que la querella los acuse de “cansar y confundir al testigo”. En consecuencia se tomó la decisión de que el interrogatorio recorra el siguiente camino: Fiscalía, Defensa y Querella, cuando habitualmente era querella la que iniciaba con las preguntas.
El testimonio fue un poco confuso luego de 36 años de producido el hecho. Algunos datos contradijeron declaraciones anteriores por lo que abogados defensores pidieron que se investigara a la víctima por falso testimonio. Esa misma mañana declaró por video conferencia Elsa Sánchez, empleada del hospital. Dijo no haber visto cuando sacaron a Sotto del centro de salud, pero si sabía que estaba detenido en la comisaria.
También declaró Alicia Sotto, hermana de Raúl y testigo del allanamiento sufrido en su domicilio. Ella junto a su madre fueron quienes buscaron a Raúl en distintos destacamentos de las fuerzas de seguridad en Río Negro y Neuquén.
En la tarde brindaron testimonial los médicos Rogelio Villagra y Tomás Herczeg, ambos desempeñaron tareas en el Hospital de Cipolletti durante los hechos narrados anteriormente. Los dos coincidieron en su declaración negando haber conocido a Sotto como trabajador del nosocomio. Por la tarde dio testimonio otro detenido político durante la dictadura que compartió celda con Sotto. Oscar Dionisio Contreras fue detenido en mayo del 76 en su casa por un operativo donde reconoció que estuvo la policía rionegrina y personal del Ejército. Es testigo en el caso de Sotto pero también es víctima en uno de los hechos que juzgará el tribunal. Contreras afirmó compartir la celda de la Comisaría de Cipolletti con Raúl y que en los días fríos los sacaban a la mañana y los ponían contra la pared por horas, y a veces eran empujados con armas largas. Logró reconocer a uno de los agentes policiales, Julio Villalobo, los cuales además se conocían desde su niñez. También dijo que en ese entonces se sabía que Gustavo Vittón era quien estaba a cargo.