El 26 de diciembre del 2012, la ciudad de Cinco Saltos, Pcía. De Río Negro fue declarada por su Concejo Deliberante "ciudad libre de fracking", noticia que fue muy bien recibida en la región, en el país y en el mundo ya que marcó un precedente para quienes llevamos adelante la lucha por el agua, pues Cinco Saltos se constituyó en la Primera Ciudad Latinoamericana en prohibir el “fracking” en su ejido.
Pusimos énfasis en nuestras explicaciones, y resaltamos lo incoherente de dicha fiesta dado que tres dias antes la Intendenta, Sra. Alvarado había vetado la ordenanza aprobada por unanimidad del los Concejales.
Como cierre de la actividad, la Intendenta subió al escenario para saludar y dar la bienvenida a la fiesta. Nos acercamos con las pancartas de la Asamblea manifestándonos contra la hidrofractura, acción que los vecinos acompañaron con aplausos.
Finalizado este momento, parte del grupo se retiró hacia otro lugar quedando allí solo cuatro compañeras.
Momentos después la Intendenta Liliana Alvarado se retiró del escenario pasando cerca de este grupo. Una de las integrantes, se percató de esto y le expreso: - "¡intendenta, el fracking contamina!".
Este hecho, que estaba siendo observado por el público presente, ofuscó a su acompañante, que sin ningún reparo increpó verbal y físicamente a la compañera. Esta situación generó confusión y gran tensión entre las integrantes de la Asamblea, quienes trataron de defenderse y poner fin a la agresión.
Inmediatamente se le preguntó por su identidad, resistiéndose a responder, interpelando con la misma pregunta a la compañera agredida. Solo después de obtener respuesta se identificó como Secretario de Gobierno de la Intendencia de Cinco Saltos. (Sr. José Garcés)
De toda esta situación fue espectadora la Intendenta Liliana Alvarado, quién no intervino en ningún momento para detener la actitud de su colaborador.
Finalmente y al llegar los demás integrantes de la Asamblea, el funcionario explicó que él defenderá sus ideas y en ese momento no hizo más que defender a la intendenta, dando además explicaciones absurdas y sin fundamento.
Habría muchas reflexiones para comentar pero, solamente diremos: ¿Quién le dio autoridad a este señor, empleado al servicio de la Intendenta y que seguramente le pagamos nosotros su salario matonear a un ciudadano o expresar que el defenderá sus ideas? ¿Quién es? ¿Quién lo conoce? Que defienda sus ideas pero DEBE AL IGUAL QUE LA INTENDENTA ACATAR LA VOLUNTAD EXPRESADA POR LOS REPRESENTANTES DE SU PUEBLO.
NUESTRO REPUDIO TOTAL A ESTE TIPO DE ACTITUDES DE SERVIDORES PUBLICOS.
Editoriales ANP
