Buenos Aires, viernes 9 de marzo de 2012 (AW).- Así lo afirmó Susana Trimarco, madre de la joven, en referencia a que ayer día jueves inició el relato de los 13 acusados del secuestro y trata de María de los Angeles Verón, y mas de 160 testigos en la causa. Hasta hoy la interrogación se había centrado en ella, que tras la desaparición de su hija se sumergió en la lucha contra la red de tratas, logrando en 10 años de búsqueda liberar a 129 mujeres.
La madre de Marita Verón, y principal testigo en la causa, amplió su declaración ante la Justicia respondiendo el interrogatorio de los abogados defensores de los 13 imputados en la causa. Uno de los momentos de mayor tensión en la audiencia fue cuando el letrado Gustavo Posse señaló que las excavaciones realizadas en La Rioja en busca del cuerpo de Verón hacían presumir su muerte y Trimarco lo increpó al señalar: "Es muy violento que diga que mi hija está muerta, si usted lo sabe, dígame dónde está".
La causa avanzará, a pedido de las partes, en determinar si realmente Verón tuvo un hijo en cautiverio, al parecer engendrado con el imputado José "Chenga" Gómez, ante lo que Trimarco expresó: "Sería mi nieto y lo quiero conmigo, que la Justicia investigue si existe".
Según indicó Prensa Contrapunto en este largo proceso, los abogados dejan ver una estrategia conjunta, primero, para desvincular a sus respectivos clientes imputados del delito de la trata de personas, privación de la libertad y promoción de la prostitución y segundo, los esfuerzos de los abogados se dirigen a escarbar en el pasado familiar de Susana Trimarco y la familia Verón. Uno de los primeros argumentos usados, y más oídos en el caso, es sobre "la reputación" de Marita y su forma de vida, en este sentido, los abogados orientaban las preguntas para reforzar la idea de que Marita se fue de su casa por voluntad propia y habría elegido la prostitución como medio de vida.
Sin embargo, otra de las estrategias de los abogados, especialmente de Cergio Morfil y Carlos Posse, fue la de difundir su hipótesis de que la desaparición de Marita se debe a un ajuste de cuentas puesto que el padre de Susana Trimarco fue chofer del militar López Campos durante la última dictadura militar.
Como afirman en LAGACETA Susana Trimarco, vista desde afuera, pareciera que es inmune a todo lo que pueda escuchar. Sin embargo, no debe ser fácil para una madre tener que responder a un interrogatorio duro, por momentos cruel y casi despiadado. ¿Alguna vez su hija se hizo un aborto?, ¿Marita consumía drogas?, ¿ella se ha prostituido por voluntad propia?, ¿su marido abusaba de su hija?, ¿su esposo jugaba por plata al billar?, son algunos de los tantos interrogantes que surgieron.
Ya pasó la primera parte del testimonio de Trimarco durante el cual ella desplegó una batería de críticas, de cuestionamientos y acusaciones contra dirigentes políticos, policías y jueces. De su boca retumbaron nombres como Julio Miranda (era gobernador en tiempos en que se perdió el rastro de Marita Verón), Ernesto Baaclini (era el secretario de la fiscalía, a cargo de la investigación), Rubén "La Chancha" Ale (amo y señor de la remisería Cinco Estrellas), entre otros. Desde que Susana Trimarco se sentó frente al tribunal, el debate ha puesto en el tapete los vínculos del poder con los prostíbulos y de la explotación de mujeres. Cada vez más gente se involucra en el tema, lo que refuerza la discusión respecto de un problema que existió siempre, pero que permanecía semioculto.
Este juicio abrió la controversia, porque le corrió el velo a un sistema que parece funcionar aceitadamente con ciertos padrinazgos. Lo que hasta hace unos años no se sabía ni cómo se llamaba, hoy tiene un nombre: trata de personas. Ayer, el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti habló del problema. "La trata de personas lejos de disminuir, crece -dijo-. Es prioridad -resaltó- en la agenda de la Corte".
José "Chenga" Gómez, su hermano Gonzalo Gómez y su madre Lidia Irma Medina admiten que manejaron las whisquerías de La Rioja. Pero niegan que Marita haya pasado por alguno de esos locales con luminosos carteles como "El Desafío" y "Candilejas", entre otros. Las acusaciones se basan en testimonios de mujeres que fueron recuperadas por la Fundación María de Los Ángeles. Por eso será clave el incesante desfile de testigos (más de 160 personas), que comenzarán a pasar por la sala para sentarse en la misma silla que hasta hoy ocupará Trimarco. Mientras tanto, los defensores de los imputados, intentarán desmoronar la teoría del secuestro. Buscarán dañar la credibilidad de los testigos. Escarbarán en el territorio más íntimo de la familia Verón para encontrar contradicciones.
Todavía es prematuro dar pronósticos sobre el desenlace del juicio. Dentro de cuatro o cinco meses, cuando termine el proceso, quizás no se sepa qué pasó en realidad con aquella joven madre que desapareció hace 10 años, pero lo que nadie podrá borrar es el nombre de Marita Verón, una mujer que, con su ausencia, se convirtió en un estandarte de lucha contra la esclavitud sexual.
Fuente Contrapunto y la Gaceta.
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