ABUSOS Y ASESINATOS POLICIALES A JUICIO

Buenos Aires, 18 de abril de 2013 (Red Eco).- A pesar de que la mayoría de los casos de gatillo fácil no llegan a la instancia de juicio oral, en estos días se desarrollan dos en la provincia de Buenos Aires, mientras en Chubut continúa un proceso por abuso sexual dentro de una comisaría.
(Red Eco) Argentina - Este lunes 22 de abril comienza en el Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mercedes el juicio contra el subteniente de la Policía Bonaerense Pablo Fabián Apecechea por el asesinato de Fernando “El Pata” Díaz. El hecho ocurrió el 11 de julio de 2010 en Moreno cuando Apecechea acudió a la casa de Díaz tras un llamado efectuado por su suegra en el marco de una disputa familiar. Los policías quisieron llevarse detenido a Díaz pero el hombre se resistió y recibió como respuesta un postazo de plomo de parte de Apecechea.
Según describió María del Carmen Verdú de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), representante de la familia de la víctima, Díaz estaba parado al lado de la mesada de su cocina cuando “le dispararon sin más un escopetazo en el abdomen”. Para la abogada, sin embargo, esta claridad de los hechos permitió que fuera ineludible que se le dictara prisión preventiva al efectivo luego de haber realizado el cotejo que confirmó que el cartucho hallado en el lugar del crimen era compatible con los utilizados por la fuerza. Algo inusual, ya que es habitual que los pocos policías que van a juicio por casos de gatillo fácil lleguen en libertad.

De todos modos, la Policía Bonaerense intentó morigerar responsabilidades. Por ejemplo, cuando se ordenó el secuestro de las armas largas que portaba el comando policial que fue a la casa de Díaz, se entregó una cantidad de escopetas excepto la que mató a Díaz, ya que había desaparecido misteriosamente. Además, se espera que la defensa siga la línea que indica que el policía actuó en legítima defensa.
El juicio se desarrollará los próximos 22, 23 y 24 de abril en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 2 de Mercedes.
Correpi además acompaña a los familiares de Walter Robles y Leandro Pérez en el juicio que se inicia esta semana. El 26 de septiembre de 2010, los dos jóvenes de 19 y 18 años fueron asesinados por la espalda por el Policía Federal e integrante de la custodia de la Casa Rosada, Maximiliano Germán Ledezma porque, según declaró después, temía ser asaltado. En un accionar repetido, junto al cuerpo de Robles apareció un arma, en un nuevo intento de abordar la teoría del enfrentamiento y la defensa legítima del efectivo.
En tanto, en el sur del país, en la localidad chubutense de Trelew, ingresó en la etapa de alegatos el juicio por abuso sexual y otros apremios contra un menor de 16 años en la seccional segunda, hechos ocurridos el 18 de enero de 2012.
A pocos días del inicio de este juicio, en febrero pasado, uno de los efectivos acusados, Mario Bevacqua, reconoció su responsabilidad en relación a la privación ilegal de la libertad agravada y a las vejaciones sufridas por la víctima y fue condenado a tres años de prisión en suspenso, más una inhabilitación por seis años para ejercer cargos públicos. Lo mismo sucedió luego con el policía Adolfo Carballo, que se autoinculpó del delito de privación ilegítima de la libertad agravada al haber sido cometida con violencia, y recibió tres años de prisión efectiva e inhabilitación absoluta por seis años para ejercer cargos públicos. En tanto, el médico policial Fernando Zaghis reconoció el delito de falsedad ideológica de instrumento público reiterado y fue condenado a un año de prisión en suspenso, más dos años de inhabilitación para ejercer en cualquier cargo público.
Finalmente, el juicio continúa pero sin presencia de público ni la prensa tras un pedido de la defensoría de menores. Son juzgados los policías Carlos Pato, Sergio Castillo, Hugo Ortiz, Aníbal Muñoz y Carlos Treuquil.
En una entrevista realizada por Cartago TV, los abogados y referentes de la agrupación Zainuco de Neuquén Federico Egea y Santiago Nabaes hablaron sobre las causas y el origen de los casos de gatillo fácil. En este sentido, Egea señaló que hay un Estado ausente que genera pobreza, marginalidad y exclusión, que trae consecuencias sociales muy marcadas en el ámbito del derecho de las personas: “es aquí donde el Estado interviene no con programas que combatan la exclusión sino con represión y el uso de sus fuerzas garantizando la impunidad a quienes ejecutan esas políticas represivas”, manifestó.
Nabaes agregó que es alarmante la cultura policial represiva “De los valores respetados dentro de la cultura policial, uno de ellos es el de la masculinidad, que sea fuerte y violenta es algo que si o si tiene que estar presente en un efectivo policial. Es un submundo donde se manifiestan otros tipos de valores”. En cuanto a la formación policial afirmó que no basta con poner una materia de derechos humanos, porque eso ya se hizo y no resultó. Afirmó que es necesario hacer una reformulación más profunda de las fuerzas, ya que el problema no es tanto la formación sino más bien la práctica misma, que es donde más se forman los efectivos. Finalmente, Egea consideró que existe una construcción institucional que condiciona ideológicamente a la policía, en donde el pobre y joven es una persona peligrosa, sumado a que hoy el policía sabe que lo habitual es que si mata no pase nada.
En este sentido, lo esperable es que las causas por gatillo fácil que llegan a juicio no sean excepciones, como los casos que se presentan en esta nota, sino que se conviertan en lo habitual, como así también que los acusados arriben a las audiencias detenidos y que sean realmente condenados por los delitos cometidos.

Fuentes: Cartago TV, Puerta E, Correpi, Desalambrar.