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miércoles, 25 de abril de 2012

MIRAMAR: PADRE DE NATALIA MELMANN CONTINÚA EN HUELGA DE HAMBRE

Natalia fue violada y asesinada por policías en Miramar en febrero de 2001. Su padre Gustavo inició esta protesta el miércoles 18 de abril frente al Palacio de Justicia, ante la inminente liberación de los asesinos de su hija, que cumplieron solo 8 años de prisión de los 25 que les corresponden.

Buenos Aires, 23 de abril de 2012 (Red Eco).- “La Participación de los Policías Bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Suárez y Ricardo Anselmini en la tortura y violación seguida de muerte de mi hermana, Natalia Melmann, fue sobradamente probada con elementos biológicos, muestras de semen, etc.
El fallo de reclusión perpetua (25 años) fue ratificado en tres instancias por las cortes de Mar del Plata, los tribunales de Casación y la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.
Dicho fallo se encuentra en este momento en la Corte Suprema de Justicia de La Nación. Si esto no tiene resolución pronta los asesinos saldrán libres.
La Sala I de la Cámara de Mar del Plata les concedió salidas transitorias y sus abogados han pedido en la Corte aplicar el derogado beneficio del 2x1 bajo pretexto de que a su entender la condena no estaría confirmada a 11 años del crimen porque continúan apelando”, manifestó el hermano de Natalia a través de un comunicado.
Allí, Nicolás relata que desde el asesinato, su familia fue agredida y amenazada constantemente. Balearon su casa, destruyeron el santuario donde se encontró a Natalia y forzaron al Consejo Deliberante de Miramar a retirar una placa que el pueblo colocó en el destacamento de policía.
Al finalizar su carta, Nicolás se pregunta y le pregunta a los jueces: “¿Qué tipo de sociedad se construye si permitimos que el sadismo y los más horrendos crímenes contra la vida se equiparan con un delito menor?”
 A continuación reproducimos una carta dirigida a los Jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación:


“Señores jueces: Con profundo pesar, vengo a informar que a partir del miércoles 18 de abril del corriente año -a un mes y medio de que mi hija Natalia Melmann hubiese cumplido 27 años- iniciaré un ayuno por tiempo indeterminado frente al Palacio de Tribunales hasta que la honorable Corte Suprema de Justicia de la Nación defina qué va a pasar con los sádicos perversos que mataron a nuestra hija, que los están excarcelando a tan sólo ocho años de prisión real. 
 Los abogados de los policías bonaerenses Oscar Echenique, Ricardo Suárez y Ricardo Anselmini (condenados a reclusión perpetua por los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas para procurar su impunidad) han desplegado una estrategia jurídica convalidada por la Sala I de la Cámara de Mar del Plata, cuyo resultado les permite hoy gozar de salidas transitorias y en breve podrían -incluso- recuperar su libertad. 
El horrendo crimen de mi hija Natalia fue perpetrado en febrero de 2001 por funcionarios públicos mientras ejercían funciones que contemplan el deber jurídico de proteger a la ciudadanía. Hubo una investigación preliminar custodiada por un juez de garantías, una elevación de la causa a juicio y un proceso oral con todas las garantías constitucionales que los condenó a pasar de manera efectiva 25 años tras las rejas, aislados de la sociedad por generar una orgía de sangre para diversión personal. 
La defensa de los asesinos estableció una estrategia que comprende, por un lado, lograr que la Sala I de la Cámara de Mar del Plata entienda que cada año de condena sin sentencia firme debe computarse doble; y por el otro, apelar la sentencia con el argumento de que la prisión preventiva debe prolongarse atento al principio de inocencia. 
Esto lo han hecho en favor de Ricardo Anselmini, y ahora lo están haciendo por los otros dos. Apelaron al Tribunal de Casación donde les fue mal, ya que se terminó confirmando la condena inicial. Insistieron en su estrategia y apelaron a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, quien ratificó la condena. Ahora han presentado un nuevo incidente en queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Todo esto lo realizan para generar la dilación que les permita aplicar el 2 x 1, una ley derogada hace once años. 
En la medida que la Corte Suprema no resuelva en concreto cuándo comienza una condena y cuándo ésta sentencia queda firme, continuará de manera interminable este tipo de planteos para éste y otros casos, incluidos los de lesa humanidad. 
Todos los ciudadanos tenemos derecho a apelar una sentencia condenatoria hasta las últimas instancias, incluso hasta los tribunales internacionales si correspondiere. 
Pero las sentencias de un tribunal deben cumplirse hasta tanto una instancia superior dicte lo contrario. A mi hija la torturaron y la condenaron a muerte. 
A nuestra familia, estos asesinos, la condenaron a vivir de manera perpetua su ausencia y la certeza del horror sobre cómo murió. 
Este ayuno no es otra cosa que un acto de dignidad. Por respeto a los derechos humanos de todos y todas, la Justicia tiene ahora la palabra. Atentamente”. 

Esta carta se envió con copia a Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, Comisión de Derechos Humanos de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación, Ministerio de Seguridad de la Nación, Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Jefatura de Gabinete del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.