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jueves, 15 de diciembre de 2011

OPINIÓN: DAS NEVES. SI DIOS Y LA JUSTICIA LO DECIDEN HASTA EL 2115

Por Luis Dupuy

Carlos es un periodista a quien estimo en lo personal, y respeto en su tarea profesional, ampliamente conocida en la provincia del Chubut. Creo que solo le faltan cuatro o cinco meses para jubilarse, y quizás después pueda escribir y publicar libremente, sin los condicionamientos, la presión y limitación que padece todavía en su trabajo, él y la empresa en la que está también, desde hace muchos años.
"A mí Mario Das Neves me hizo mucho daño", afirma, con tristeza. "Reconozco que me alegra que por fin termina su mandato." Y agrega: "espero que no vuelva en el 2015 como ya lo viene anunciando, quiero creer, necesito creer, que la Justicia por una vez en la provincia se pondrá los pantalones en serio, investigue y falle como debe hacerlo".
Y continúa, después de dar un sorbo al casi frío mate: "Si investigan a fondo son varios los que deberían ir presos, y quedar inhabilitados para siempre en la función pública. Mario (Das Neves), es uno de ellos, el principal. Pero vos viste como son las cosas, ¿no?, tengo dudas de que quieran hacerlo. Y si vuelve espero que sea en el 2115, no en el 2015, si Dios y la Justicia se lo permiten, al menos yo no voy a estar en esta vida para verlo en el 2115, porque más viejo que Matusalén no voy a ser, yo 969 años nunca tendré, este maldito cigarrillo me va a matar antes", dice sonriendo.
"No hay en vos un poco, bastante, de rencor", le pregunté. "Sí -me contestó-, es más, sé que nunca podré ser objetivo, ni creo en la objetividad periodística, pero ese es otro tema, tal vez tenga mucho rencor y también mucha bronca, dolor, siempre me dolieron las injusticias, la hipocrecía, las mentiras que tenemos que escuchar y no poder decir la verdad, porque te quedás sin trabajo, y también perjudicás a tus compañeros y a la empresa." Y me interpela largando de una: "¿Acaso vos mismo no has pasado por esto, lo conocés y viviste en carne propia?".
"Arreglamos el mate", le digo para no contestar, zafar, y volver a un tema que me duele, me jode. “¡Dale!!!”, dice Carlos respetando mi decisión de no hablar sobre heridas que no cierran, y eso que son ya viejas.
Pone a calentar el agua, y mientras prende su quinto pucho de la mañana, expresa pensativo: "y... algunas cosas buenas hizo después de todo, eh". "¿Cómo cuáles?", alcancé a decir apurando el trago amargo y tibio aún del mate. "Mirá, Luis, hoy en lugar de estar hablando de que a Dios gracias ya se va, si él lo hubiera querido estaríamos hablando de su re-reelección, ¿o no?, porque la Constitución la podría haber reformado y listo". "¿Y qué más?" "Hay varias... ahora me acuerdo que nunca abrió la Casa en Estados Unidos, en Miami, a pesar de que la ley esa que sacaron de las casas de Representación eran para abrir la de Paris y la otra en norteamérica."
"Y... ¿algo más?" "Qué se yo, como hacer obra, hizo muchas cosas, quizás mucho más que otros gobiernos, pero hay que ver que contó con más de veintiocho mil millones de pesos en estos años, una cantidad de plata enorme, que nadie antes había tenido". Hace una pausa y agrega: "Pero mirá, el tema no es la cantidad, sino la calidad. Hay centenares de obras mal hechas, carísimas, que hay que reparar y hasta algunas volver a hacer, y son varios casos".
"Y...¿entonces?" "Mirá, hagamos una cosa - me dice Carlos -, dejá que lo piense un tiempo más, unos meses te diría, mejor unos años, y después quizás encuentre algunas cosas "buenas" para contar. No es fácil, pero... algo voy a encontrar."
"Otra cosa, las culpas no son solo de Das Neves, eh, acá somos muchos los que le erramos, los periodistas, los diputados, la Justicia, el Tribunal de Cuentas, la Defensoría del Pueblo, la Oficina Anticorrupción, el Partido Justicialista principalmente, y también la oposición, la sociedad en general falló, ¿o no?"
Con Carlos de esto hemos hablado muchas veces antes y coincidimos bastante, sobre los “errores”, las diferentes formas de “corrupción”, la clase política, etc. Miré el reloj, se me hacía tarde, y se dio cuenta que esta vez no íbamos a seguir sobre el análisis de la realidad no deseada que tenemos y vemos de manera parecida con nuestros aciertos y desaciertos, consecuencia de nuestras humanas limitaciones.
"¿Vas a ir a la asunción de Buzzi?", le pregunté. "Me gustaría pero el sábado es el cumple de mi segunda nieta, Sofía y vamos hasta Las Plumas." Me pasó el amargo y dijo: “¿Y vos, vas?”.
"Cambiando de tema, disfrutaste el nuevo campeonato...¿Cuántas estrellas tienen ya ?..."