Colón (UAC).- Lo que necesitamos para expresarnos va llegando naturalmente a nuestras manos, el título de una nota describe perfectamente la problemática ambiental de nuestra región: “LA CUENCA DEL URUGUAY, CAMPO DE BATALLA CONTRA LA NATURALEZA”.
Si hablamos de campo de batalla, decimos guerra, vida y muerte. En una primera reacción pensamos en protesta, lucha, confrontación; pasado el impulso aparecen otras palabras como astucia, inteligencia, velocidad, calma interior y estrategia. No ganan las guerras, y esta lo es, los más furiosos, los que más pelean, los más duros; lo hacen quienes mantienen la mente fría, analizan la realidad y los cambios que en ella se producen, planifican, se organizan y luchan lo mejor posible optimizando los muchos o pocos recursos que poseen.
Durante los largos años de lucha que en defensa del medio ambiente llevamos adelante, cada región abocada a su problemática en particular la que involucra varias temáticas en sí misma, hemos podido ver que las mismas, muy a nuestro pesar se han incrementado pese a la feroz oposición de asambleas y colectivos que apelando a importante batería de recursos, mediante denuncias, actividades y acciones de protesta las han mantenido a raya. Difícil es pensar como sería la realidad ambiental de hoy, sin esta participación enérgica, y constante.
En el camino hemos aprendido y comprendido que aquello que pretendíamos ver como aparentes descuidos de gobiernos inexpertos e incompetentes en relación a laproblemática ambiental, se fueron confirmando como los más devastadores e inhumanos acuerdos y negociados que desconociendo todo derecho de los pueblos que representan, su seguridad presente y futura y la preservación de la naturaleza como el bien común y la garantía de vida que representa, se han concretado y se concretan.
Persecuciones, querellas, allanamientos, presiones personales y laborales, palizas, cárcel y condicionamientos judiciales a la libre expresión sin mediar motivos ciertos, han sido y son las respuestas a los pedidos que desde el lugar de ciudadanos hemos realizado porque nos corresponde y habilita. Sabemos muy bien donde estamos, por qué luchamos y contra qué nos enfrentamos; conocemos los caminos de la protesta pero creemos que va siendo tiempo de comenzar a transitar para nosotros mismos en principio y sin descuidar en absoluto los métodos que nos siguen siendo imprescindibles, nuevas formas y estrategias. Sabemos lo que no queremos, tendremos que dejar bien en claro las regiones que pretendemos, entendiendo que la temática ambiental nos integra desde todas las áreas del diario vivir, que las luchas aisladas terminan convirtiéndose justamente, en islas. Teniendo que asumir como una premisa que el aleteo de una sencilla mariposa a nuestro lado, puede provocar el caos al otro lado del planeta
Nos parece, va siendo tiempo de comenzar a mirar lo que hasta ahora no hemos podido o querido ver, defendiendo y fomentando la diversidad de miradas, abriendo laperspectiva, nutriéndonos de los que visualizan otras realidades apuntando a propuestas y protestas alternativas que desde el ejemplo sumen para contrarrestar los efectos de los grandes monstruos que trabajan para multiplicarse y que, si nos encerramos en verdades parciales, nos aislamos sin asumir completamente esta enorme responsabilidad que los tiempos nos han impuesto, sin dudas, nos arrasarán.
Este es el objetivo que proponemos para estos días en el marco de la 15º UAC, JUNTO AL RÍO en Colón – Entre Ríos: detenernos, replantearnos que es la UAC para todos en estos momentos, asumiendo profundamente la diversidad de las organizaciones y los pensamientos que la componen, entendiendo que decir “si tocan a uno, nos tocan a todos” es o debería ser bastante más que un slogan o una adhesión virtual.
Respeto, consideración, honestidad, compromiso, confianza, apertura, organización, formación, líneas de pensamiento unificadas, estrategias superadoras e integración en el sentido más profundo y concreto de la palabra, creemos, son puntos, cuyo análisis, nos debemos.
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