El joven es la sexta persona muerta vinculada a la causa por la desaparición de Iván Eladio Torres, ocurrida el 2 de octubre del 2003, luego de que testigos vieran cómo lo detenían junto a un amigo en la puerta de una heladería efectivos de la policía chubutense, que lo llevaron a la comisaría 1ra. de donde al menos tres personas vieron cómo se lo llevaban.
La causa llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como resultado de la incansable lucha de la madre de Iván, María Millacura, y luego de haber pasado por diferentes instancias judiciales siendo cajoneada, sin avanzar en la investigación e incluso con connivencias demostradas como cuando la llamaron a declarar con los policías acusados presentes.
En febrero de este año, 16 policías de la provincia fueron procesados en el marco de la desaparición de Iván Torres.
Juan Pablo Caba, cuñado de Iván, era uno de los testigos protegidos por orden de la CIDH al Estado argentino. Había sido torturado en el año 2007 cuando lo trasladaban de Neuquén al penal de Rawson.
Otros testigos “aparecieron muertos”, algunos de ellos también estaban con protección especial pedida por la CIDH. David Hayes fue asesinado mientras se encontraba detenido en la alcaidía. Walter Mansilla fue asesinado el 24 de mayo de 2007 y se encontraba como NN en la morgue del Hospital Regional. Otros muertos fueron Dante Caamaño y Gastón Vera, quienes no habían alcanzado a integrar el listado de personas protegidas. Luis Alberto Gajardo fue asesinado a balazos, sin embargo era un homónimo de la persona vinculada a la causa y protegida.
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