Chile, 24 de mayo de 2013 (Mapuexpress).- “HidroAysén carece aún de lo más importante, el agua y una serie de autorizaciones sin las cuales es inviable”
Dirigentes de la organización recordaron que a pesar de los anuncios de la empresa, y de las recientes declaraciones del precandidato presidencial Pablo Longueira y del subsecretario de Energía, Sergio del Campo, quienes sostienen que la etapa de los embalses está completamente superada, la realidad es que el megaproyecto es aún inviable técnica y legalmente. / Todo esto sin haber iniciado aún la parte más compleja: el tendido eléctrico.
Por Coalición Ciudadana Aysén Reserva de Vida CDP
“Efectivamente HidroAysén ha avanzado en la etapa de las represas, pero no la ha concluido. La resolución de calificación ambiental (RCA) es sólo una parte de los trámites que requiere para materializar los embalses y todavía carece de lo más importante, que es el agua, ya que no tiene aún los derechos constituidos. A esto se suman resoluciones pendientes por denuncias que investiga la Superintendencia de Medio Ambiente por incumplimiento de la resolución, y varios permisos y concesiones esenciales que no le han sido adjudicados”.
Con estas palabras Juan Pablo Orrego, coordinador internacional del Consejo de Defensa de la Patgonia (CDP) y presidente de Ecosistemas, respondió a las afirmaciones que tanto el precandidato presidencial Pablo Longueira como el subsecretario de Energía, Sergio del Campo, han realizado en los últimos días, donde se han sumado a la autocomplacencia de HidroAysén por el supuesto buen pie en que se encontraría el proyecto.
Orrego recordó que aunque en mayo de 2011 la Comisión de Evaluación Ambiental de Aysén aprobó “irregularmente HidroAysén, como quedó demostrado en el informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados que fuera aprobado por el pleno, hasta ahora el consorcio no ha podido avanzar un ápice en sus intenciones, producto de una serie de condicionantes que convierten la resolución favorable en un simple trámite”.
Una limitante fundamental para HidroAysén es que no posee los derechos de agua necesarios para ejecutar su proyecto. “Los derechos no consuntivos con que hoy cuenta la empresa, entregados entre enero y marzo de 1990, no le sirven para los embalses aprobados hace dos años. Por eso ingresó en 2007 cinco nuevas solicitudes, en los ríos Baker y Pascua, las cuales fueron rechazadas a nivel regional en 2008, y aunque luego la actual administración le entregó derechos en el río Baker, en 2011 la Contraloría declaró ilegal el acto administrativo y revirtió tal decisión” explicó el dirigente.
“Si el Comité de Ministros hiciera su trabajo a cabalidad y aceptara las reclamaciones de fondo que se han presentado, el proyecto sería un mal recuerdo porque como está planteado pone en riesgo los hábitat naturales de especies protegidas como el huemul, destruye la biodiversidad de la cuenca del Baker y el Pascua, transgrede la Convención de Washington sobre protección de áreas silvestres protegidas, afecta la seguridad de la población aguas debajo de las represas al no hacerse cargo de los efectos de los vaciamientos glaciares, no evalúa los impactos en la pesca artesanal, además de afectar negativamente la cultura, salud y economía local de la frágil comunidad regional” agregó al respecto Patricio Segura, de la Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida.
Segura agregó las denuncias presentadas por diversos pobladores rurales por infracciones de HidroAysén a la RCA en materia de compromisos asociados a los planes de relocalización (PDR). Entre ellas la ausencia de acompañamiento sicológico de las familias afectadas, el incumplimiento de las visitas mensuales por parte de la empresa, y que aún la compañía no haya presentado los acuerdos definitivos con los pobladores respecto de los términos del PDR. “Está claro que mientras continúen estas irregularidades existirá la posibilidad de que una autoridad autónoma como la superintendencia revoque la aprobación. Lo que ocurre hoy con Pascua Lama es el mejor ejemplo de esto” expresó.
Por último, mencionó una serie de permisos y concesiones que la empresa “ni siquiera ha requerido, porque al parecer espera que el gobierno y el Parlamento le faciliten el trabajo vía leyes a la medida”. Es lo que ocurre con las autorizaciones que deben tramitarse en la dirección de Obras Hidráulicas para las instalaciones en los ríos, en la Superintendencia de Electricidad y Combustibles para las concesiones y servidumbres eléctricas, o en la Subsecretaría de Fuerzas Armadas para la implementación de embarcaderos.
“Todos estos permisos, autorizaciones y derechos toman tiempo y existe dificultad en que sean entregados ágilmente, por mucha presión que se ejerza en tiempos electorales” enfatizó el dirigente regional, quien sentenció que “cada día es más difícil que los lobbystas (incluidos precandidatos presidenciales y subsecretarios) cumplan su objetivo presionando a los funcionarios públicos, siendo siempre factible que estos operadores de los grupos económicos queden expuestos al escrutinio ciudadano y, peor aún para ellos, al de los tribunales”.
“Lo anterior sin ni siquiera haber mencionado la parte más compleja de HidroAysén: el tendido eléctrico, etapa congelada luego de la decisión unilateral de uno de los socios del proyecto, Colbún, en el sentido de no avanzar mientras el país no tenga un consenso al respecto, objetivo cada vez más lejano” puntualizó, por su parte, Juan Pablo Orrego.
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