“Los problemas más graves son el vencimiento de los equipos ignífugos y la inestabilidad laboral que sufren los empleados durante el resto del año, lo que finalmente desemboca en la falta de prevención”, aseguró Pablo Gatti, Secretario General de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE-CTA) Seccional Comarca Andina, quien habló acerca de las condiciones deficientes en las que los trabajadores estatales arriesgan sus vidas para apagar los incendios y el peligro que implica esta situación para todos los pobladores.
Un nuevo incendio asecha a la localidad de El Hoyo en la Comarca Andina del Paralelo 42. Uno de los factores que más compromete la situación es el clima, dado que las altas temperaturas y la nulidad de precipitaciones desde hace más de un mes han generado un estado crítico de peligrosidad de incendio. Si bien desde los centros de emergencia habían asegurado en un primer momento que las llamas estaban bajo control, con el correr de las horas y con las condiciones climáticas jugando en contra, el fuego se extendió y es combatido en este momento por cientos de brigadistas de la zona.
“El equipamiento para el combate está, el que no está resguardado es el trabajador. La ropa de seguridad tiene un vencimiento porque con el tiempo va perdiendo el carácter ignífugo que tiene ese equipamiento. En todos los casos en que los brigadistas son trabajadores del Estado, nosotros detectamos y venimos reclamando desde hace muecho es el tema de la deficiencia en la provisión de la ropa en la província. Lo lamentable es que no nos han estado escuchando y hay muchas de las brigadas que tienen esa ropa vencida. Pero cuando aparece la emergencia los compañeros van igual al combate”, contó Pablo Gatti.
“Otro tema es la inestabilidad laboral de los trabajadores del Estado provincial. En Chubut venimos llevando una lucha por unos 240 brigadistas. Hay unos 120 que por la ley de incendios quedaban en una situación de desempleo durante todo el invierno. Eso quiere decir que tienen seis meses de trabajo en blanco y seis meses sin trabajo”, esta es la situación que relató Pablo Gatti, quien también resaltó avances en el tema: “Progresivamente fuimos conquistando subsidios, contratos y formas de trabajo precario para el invierno. El año pasado a partir de una lucha que fuimos realizando se logró la animalización, pero durante el año pasado. Mientras que para este año tenemos el mismo conflicto.”
El verano es la temporada más sensible y peligrosa para los incendios en localidades patagónicas, sin embargo no es solo durante esta época del año cuando la prevención debe ser eficaz. Gatti informó que “el tema de incendios no es una cuestión de estar preparados solo para el combate. Es como en Salud, que cuando llega el enfermo al hospital significa que el sistema fracasó antes, en la prevención. Acá es igual. El fundamento que tenemos para pedir que el trabajo de los compañeros sea anual es que los desmanejos de las políticas forestales terminan generando peligros enormes de incendios. Es un problema de toda la provincia y en general de la cordillera sur de la Argentina. Hay un trabajo de control de esas políticas forestales que los chicos deberían estar realizando en invierno, así como la apertura de caminos a las zonas más complicadas, la generación de obras que permitan la disponibilidad de agua, la concientización, etc.”
Respecto de los daños y peligros que conllevan estos siniestros, el Secretario General de la seccional Comarca Andina detalló: “hay pobladores en riesgo, los cuales ya sufren pérdidas de zonas pastorales o como los prestadores turísticos que también trabajan mucho en la zona. No tengo información de casas quemadas hasta ahora, pero el año pasado se incendiaron 12 viviendas. Ayer, un compañero milagrosamente salvó su vida porque cayó uno de los aviones. Se fracturó tres costillas, pero por suerte salió ileso para lo que implica tremendo accidente”.
Fuente: www.eltrabajadordelestado.org
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