Neuquén, 4 de noviembre de 2010 (La Verdad Obrera).- La fábrica del pueblo volvió a erigirse como una referencia para miles de trabajadores y jóvenes en una jornada histórica. La clase obrera no tuvo fronteras, y ejercitó nuevas muestras de creatividad poniendo en alto una tribuna donde resonaron no solo los acordes de las bandas que recorrieron el escenario, sino la de las principales luchas obreras.
Se habló de las huelgas francesas, las del Estado Español, de la lucha del pueblo Palestino, y sobre todo, esta jornada estuvo dedicada como lo dijera el secretario general del SOECN al compañero Mariano Ferreyra, joven estudiante y militante revolucionario que fue asesinado por la patota de la Unión Ferroviaria de Pedraza y la lucha de nuestros compañeros tercerizados del ferrocarril.
Durante la semana previa fueron acercándose visitantes y luchadores, anticipando lo que iba a ser una multitudinaria fiesta obrera y popular. Singulares fueron los compañeros que llegaron en bicicleta pedaleando 700 km. desde Bahía Blanca, como los que vinieron desde Brasil, Uruguay y Chile uniéndose a los cientos que arribaron de todas partes del país y que hicieron vigilia en las puertas de la fábrica desde la noche anterior.
Desde las cinco de la tarde, mientras el viento no daba tregua, empezaron a entrar los pibes con la ansiedad en el pecho y el júbilo en sus ojos, agradeciendo una y otra vez a los obreros por haber organizado este gran evento popular. Otro recital sin policías en la fábrica sin patrones. Quixote y Dulce Ironía, que representaron muy bien a las bandas regionales, junto a Asesinos Cereales, llegada desde Capital Federal, animaron la previa de la madrileña Ska-P.
El Playón de Zanon por varias horas se convirtió en una caldera de 10 mil personas en la noche ventosa de Neuquén, que rugieron cuando Pulpul, vocalista de la banda española SKA-P, dijo luego del primer tema “que los obreros demuestran que la gestión obrera no es una utopía, es una realidad, una amenaza contra el sistema capitalista”, demostrando su orgullo de tocar en nuestra fábrica bajo control obrero.
Con cada tema la temperatura iba escalando, mientras Pipi, segunda voz de la banda, corría por el escenario incansablemente y agitando a las miles de voces que desde abajo del escenario coreaban cada tema, que tuvo minutos fulminantes cuando tocaron El Vals del obrero, Tío Sam, entre tantos otros.
Otro momento muy importante fue cuando la banda hizo una pausa para que subieran al escenario un grupo de compañeros de Zanon junto a un compañero del Movimiento Teresa Rodríguez, con una gran bandera que decía LIBERTAD A MARTINO y a todos los presos políticos. Allí se leyó una emotiva carta enviada por el Negro, desde la cárcel de Marcos Paz. Fue saludada por los miles de jóvenes con un cerrado aplauso que se convirtió luego en una marea cuando la banda retomó el recital entonando Intifada que denuncia al estado sionista de Israel.
Una tribuna para los luchadores de todo el país
Los aplausos y coros fueron el cuadro sonoro para cada intervención de trabajadores y organizaciones en lucha que subieron al escenario. Una verdadera tribuna de denuncia.
La imagen del compañero Mariano Ferreyra en una gigantografía iluminada toda la noche, brillo toda la jornada. También la exigencia de juicio y castigo. Aquí también se invitó a hablar en nombre del PO a la compañera Patricia Jure y fueron presentados por el compañero Raul Godoy, obrero ceramista y dirigente del PTS, quien reivindicó la militancia revolucionaria del compañero y la unidad obrero - estudiantil.
Fue un verdadero honor para los ceramistas la presencia de una delegación de compañeros ferroviarios, tanto Pablo, compañero tercerizado, como Flavio Bustillo, de larga tradición de lucha en el Ferrocarril Roca, que son protagonistas de un proceso de lucha que ya tiene un mártir, peleando contra los despidos y la tercerización. Donde han tenido que enfrentar no solo a las empresas sino al gobierno y sus patotas de la burocracia sindical. Representantes hoy en lucha del nuevo sindicalismo de base. Los compañeros destacaron la solidaridad, el paro impulsado por el sindicato ceramista, los encuentros organizados en común, peleando no solo por la coordinación obrera sino por poner en pie al sindicalismo de base de conjunto como alternativa a la burocracia. Destacaron, en ese sentido, el ejemplo del sindicato ceramista (SOECN).
También, subieron los familiares de Diego Bonefoi, asesinado por la policía en Bariloche, así como organismos de derechos humanos como el CeProDH, la APDH, Nilda Eloy de la asociación de ex detenidos desaparecidos, dando la nota particular el saludo de las Madres de Plaza de Mayo Filial Neuquén, que con voz tiernamente vibrante ratificaron su compromiso con los obreros y obreras de Zanon, como desde el primer día cuando llegaron a las carpas donde vieron por primera vez a Raúl Godoy, Alejandro López, Carlitos, a Kiko y el resto de los compañeros luchando contra los despidos.
Previo al cierre, Omar Villablanca, secretario general del SOECN, saludó a la juventud que una vez más fortaleció su alianza con los obreros, y demostró que ante la crisis de los capitalistas a nivel mundial los trabajadores tenemos una alternativa confiando sólo en nuestras propias fuerzas, y que a nivel nacional hay un proceso en el sindicalismo de base que madura convirtiéndose en una amenaza para las burocracias sindicales y los gobiernos que responden con patoteadas y criminalización de la protesta social. Subrayó que los ceramistas estamos en plan de lucha, porque el Gobierno de Sapag nos viene llenando de causas judiciales, sumando más de una treintena de compañeros acusados por los cortes de ruta en Stefani y Zanon, como parte de una política para quebrar nuestra experiencia que lleva más de nueve años de gestión obrera. También saludó y reafirmó nuestra convicción de sindicato militante el compañero Andrés Blanco, secretario adjunto del SOECN.
En el marco de una nueva crisis capitalista que se desarrolla y genera que millones de trabajadores y la juventud empiecen a tensar sus propios músculos como en las huelgas de Francia y Europa, mientras en nuestro país, con sucesivos sacudones políticos que van delineando una nueva situación, el sindicalismo de base sigue abriéndose camino, y lucha por emerger para ser alternativa, no solo ante los trabajadores, sino ante la juventud, ante los estudiantes, ante los sectores más oprimidos. En este horizonte, la fábrica del pueblo es una trinchera que sigue resistiendo y aportando a las batallas que da la clase obrera en nuestro país y estrechando lazos muy profundos de solidaridad de clase internacional.
Editoriales ANP
