Por Mariela E. Guarino
En este reino del revés, quienes no saben leer un río, a quienes nada les dice un lago ni serían capaces de comprender la amistad de una montaña imponen su idea de PROGRESO y atropellan siglos de comunión con la tierra.
Para que los que vomitan oro, petróleo, represas sobre la frescura de las noches estrelladas no nos colonicen el pensamiento. Para que la memoria quede en pie y las ideas de los hombres viajen a lugares nunca vistos. Para que los que se maquillan con números no se atrevan a mecanizar nuestros sueños. Para ponerles freno a estos alimentadores del asfalto y el alambre es que decimos NO
Por qué nos negamos a legitimar la privatización de nuestras vidas
Comparable a los mecanismos de un golpe militar, el gobierno sostiene un dispositivo de secretos y complicidades que falsifica sistemáticamente a la democracia que discursea defender y así provee una vida política controlada, de baja intensidad en la participación y de sombras en la información necesaria para la interpretación de los hechos y sucesiva participación. Esta forma de la política es un modo de privatización de la política.
En El Manso en vez de estudiar las múltiples consecuencias, el qué el por qué, el para qué y el para quién, el análisis complejo fue sustituido por estudios de impacto ambiental manejados con astucia administrativa. Por ejemplo, recién el 2 de setiembre pasado supimos que la declaración jurada pertinente era la correspondiente al proyecto de central de 14mw y no la de un mega que también está incluida en las 565 hojas de la declaración jurada que tan solo unos pocos han podido pagar.
En El Manso asistimos al incumplimiento estatal de establecer un sistema de acceso a la información ambiental y ya en la segunda etapa del procedimiento establecido para los Estudios de Impacto Ambiental. Así nos impidieron llegar a un debate público con un conocimiento honrado del tema; nos quitan el derecho a tener una opinión fundada para expresar lo que pensamos. Así los privados y el gobierno mantienen su pacto de impunidad.
El gobierno provincial debió implementar el sistema de acceso a la información que está obligado a garantizar. No lo hizo ni lo intentó.
Nos parieron esta audiencia con datos confusos: que la audiencia se hacía el 12 que la audiencia se hacía el 2; que a las 9 de la mañana después que a las 11, que en la oficina del comisionado de fomento que en la escuela; que la delegada del CODEMA en El Bolsón, Alejandra Ortega, en el único horario de atención al público estaba en el peaje Norte de la ruta 40. Es decir, no se encontraba en la oficina que se mantenía cerrada al público. O sea el CODEMA, además de no tener ningún sistema de acceso a la información, dificultó el acceso a la información y tornó imposible la participación.
Necesitamos un ámbito neutral con información certera, con fuentes confiables, con oportunidades reales de distinguir una opinión de una medición técnica, un comentario de un dato de la realidad.
Frente a los discursos mentirosos debemos, entonces, redefinir ¿quiénes son los que deciden, quiénes son los prescindibles en un proceso que nos afecta a todas y todos?
¿Por qué no amplificar el debate y facilitar el acceso a la información y participación para toda la población?
Que todas las miradas iluminen el presente. Porque ya no queremos ver pasivamente cómo los que vomitan dólares sobre la frescura de las noches estrelladas y se maquillan con números y miden al mundo en hectáreas y megawatts, saquean nuestro suelo, con la complicidad y el visto bueno de los organismos estatales.
Porque resistimos, sobre todo, cuando nos negamos a juzgarnos con los criterios de nuestros opresores. Cuando rechazamos los valores de la manipulación.
Resistimos, cuando rechazamos no solo los términos de nuestros opresores sino la historia como ellos la cuentan
Porque esto es posible si somos miembros activos de este nuestro presente
PORQUE QUEREMOS QUE SE CUMPLA LA VOLUNTAD DE LA TIERRA
QUE DA SUS FRUTOS PARA TODAS Y TODOS
* DNI 24.845.085
Fuente: Puerta E.
Editoriales ANP
