Esta mañana se desarrolló la audiencia de cautela de garantía de la machi Francisca Linconao.
Durante la instancia desarrollada en la primera sala del Juzgado de Garantía de Temuco, la defensa de la machi, Jaime López, esgrimió razones humanitarias -aludiendo particularmente al estado de salud de su defendida– para solicitar la modificación de la medida cautelar de prisión preventiva.
Desde el tribunal finalmente acogieron la petición del abogado de Linconao, por lo cual la medida fue modificada por arresto domiciliario total, debido a que la prisión preventiva representa determinados riesgos para la salud de la imputada, lo cual ha sido respaldado por certificados médicos.
Asimismo, el abogado de Linconao indicó que existe seguridad en que la machi se presentará ante el tribunal cuando sea requerida, en el marco de la investigación.
En tanto, el fiscal Luis Arroyo de la Fiscalía de Alta Complejidad rechazó la decisión del juez y anticipó que apelarán a la brevedad de la modificación de la medida cautelar, al tiempo que lamentó que el juez no haya considerado un informe de Gendarmería sobre el estado de salud de la imputada.
“Soy inocente de lo que me están culpando, Dios los sabe”
Luego de la audiencia la machi fue trasladada hasta el penal femenino de Temuco, donde aguardaban sus familiares y simpatizantes.
A su salida de la cárcel, Linconao insistió en su inocencia agregando “una machi no puede estar en la cárcel” y además señaló que no existen pruebas sobre su presunta relación con el crimen.
Asimismo sostuvo que lo ocurrido con ella se trata de un montaje, expresando “soy inocente de lo que me están culpando, Dios los sabe”.
En el lugar, la machi se refirió a José Peralino, sindicado como un testigo clave, y sostuvo que éste fue objeto de amenazas y presiones psicológicas para que presentara una declaración que se tradujo en la detención de los 11 imputados, en calidad de sospechosos del crimen de Werner Luchsinger y Vivianne Mackay.
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