Un día como hoy, 6 años atrás, se esperaba que el Congreso aprobara la ley de Matrimonio Igualitario, la ley que legitimaría el derecho a formar la familia que queremos, a vivir nuestra sexualidad como deseamos.
Este recuerdo que hoy sigue vivo y todavía se celebra, marcó un antes y después en la historia de Argentina. Fue, además de un logro colectivo, el certero ejemplo de que las leyes y las políticas públicas, deben acompañar las verdaderas demandas y necesidades que expresa su pueblo.
Hoy, 6 años después y pensando hacia el futuro, ilusiona imaginar que las próximas generaciones nos pregunten extrañadas si es cierto que, antes, personas del mismo sexo no podían casarse. Mientras tanto, celebramos esta conquista y trabajamos por muchas otras más.