Se deja supeditadas dichas actividades a la autorización de la Dirección de Nivel en Rawson, constituyendo en principio un absurdo que da muestras de una vocación centralista y una falta de confianza del Ministerio en sus agentes.
Por otra parte, entrevemos en la medida una nueva avanzada en función de intereses corporativos y en contra de la participación de los jóvenes en actividades sociales y políticas, además de generar aislamiento de la escuela respecto de la sociedad.
Si, como menciona la notificación, se basa en una normativa vigente (que no se aclara cuál es) habrá llegado el tiempo de modificar urgentemente semejante disparate.
La mayoría de los trabajadores administrativos, auxiliares y docentes construyen todos los días una escuela relacionada con la comunidad, porque nosotros mismos como trabajadores somos parte de las comunidades, porque tenemos la convicción de que esto es parte constitutiva de la función social de la escuela.
Lamentamos que el Ministerio elija el camino del centralismo, que deviene en autoritarismo y en una escuela cerrada a la comunidad.
Editoriales ANP
