Lago Puelo, 9 de mayo de 2013 (Atech).- Frente a las problemáticas que se dan en la realidad social en la que estamos existen dos formas de encararlas:
Una, desde la mirada del ORDEN, en la que lo que predomina es una lectura desde la cual la realidad está dada, es así y no se la puede modificar y cualquier intento de cambio, de protesta, de alteración de las tranquilas aguas de las rutinas cotidianas es considerado un atentado contra el orden público y debe ser condenado y acallado. Un extremo de esta postura fue la última dictadura militar. Durante esos años miles de personas fueron eliminadas de la sociedad por intentar, a veces sólo con el pensamiento, quebrar ese orden establecido. Otro caso extremo se dio en Neuquén cuando el gobierno al reprimir los reclamos docentes terminó con la vida de Carlos Fuentealba.
La segunda forma de abordar la realidad es desde el CONFLICTO, pues los vínculos sociales se construyen desde las relaciones de poder, desde la subordinación que ejercen unos sujetos sociales sobre otros. Desde esta perspectiva es saludable para la sociedad alterar la quietud de injusticia y sometimiento y procurar cambios por derechos sostenidos en la dignidad del los seres humanos.
En los últimos tiempos observamos que algunos gobiernos locales sostenidos en la postura del ORDEN castigan la protesta popular y ejercen presión sobre las personas y organizaciones para desarticular cualquier acción que altere las condiciones de privilegio de unos sobre otros.
Otra forma de represión es tomar represalias contra las instituciones que participan en la protesta social. El caso más reciente, es la decisión tomada por el Intendente de El Hoyo que nos castiga a los docentes impidiéndonos concretar lo que habíamos acordado, por considerar que este sindicato Atech Noroeste está presente en una protesta social por la trata de personas. Creemos en el valor de la palabra. Si bien los acuerdos no están escritos, no mentimos al afirmar que habíamos avanzado con el Sr. Szudruk en el plan de viviendas y el homenaje- mural a Carlos Fuentealba en un espacio público de esa localidad. Esta acción también la hemos desarrollado en otros municipios con respuestas favorables (Lago Puelo, El Maitén, Epuyén, Cushamen).
Tristemente, reconocemos que para algunos dirigentes el palo o la zanahoria siguen siendo formas de ejercicio de poder que aún están vigentes.
Editoriales ANP
