DEMOCRATIZAR ES MUCHO MAS QUE DESINVERTIR.

Buenos Aires (Marcha).-

Por Guido Turdera. Frente a la contradicción Clarín-Gobierno planteada en los debates en torno al 7D, se erige un sector comunicacional que la supera, expresándose bajo la campaña del “365D”: los medios comunitarios, alternativos y populares que promueven la democratización los 365 días del año.  La agenda mediática de los grandes medios hegemónicos de comunicación estuvo signada, desde hace meses, en torno a la polémica fecha del “7D”. Tal día representaba la finalización de la medida cautelar presentada por el Grupo Clarín ala Justiciapara evitar la aplicación del artículo nº 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). Obligar a los grupos empresariales a limitarse a 10 licencias de radio y 24 de TV por cable significaba, para el multimediático Clarín, deshacerse de aproximadamente 200 medios entre canales de televisión y radios. Otros grupos económicos también formaban parte del proceso necesario de desinversión, tales como Telefónica (Telefé), Cristobal López (C5N) o Uno y América (Vila-Manzano).

Sin embargo, el kirchnerismo no logró festejar como pretendía la llegada de ese momento tan ansiado, gracias a la extensión de la medida cautelar dictada por la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial.
Ahora bien, lo que el 7D no contempló, tanto en el discurso oficialista “democratizante” del mapa mediático como en la defensiva retórica clarinista, fue la presencia en el debate público de ciertos actores comunicacionales que iban más allá del simple binarismo “Clarín-Gobierno”. Los medios comunitarios, alternativos y populares (CAP) hicieron oír su voz en la fecha, dando cuenta de sus históricos reclamos y aportando su posición en el universo mediático y político, en tanto expresiones de sectores de la población que no encuentran voz ni representación en los grandes medios hegemónicos.

Desde esa arista del debate mediático, los medios CAP reconocen en la LSCA un avance en cuanto a lo formal, en contraste con la Ley 2285 de la dictadura –que prohibía toda comunicación que no tuviese fines de lucro-, sin dejar de poner en tela de juicio todos los avances que faltan para que la Ley sea aplicada en su totalidad y termine por democratizar realmente la comunicación en nuestro país.
De esta forma, el 7D también encontró el lanzamiento de la campaña “365D” (www.365d.org), cuyo primer comunicado exige, entre otras, las siguientes medidas: que se concrete la desinversión de todos los grupos multimediáticos; que se realice el Plan Técnico que garantizaría la reserva del 33% del espectro radioeléctrico para los medios ‘sin fines de lucro’, explicitando dentro del mismo a los medios comunitarios, alternativos y populares. El Plan Técnico, que debe ser implementado por el AFSCA, definirá cuántas licencias estarán disponibles en cada distrito, y cuánto podrá ser explotado por empresas, Estado y organizaciones sin fines de lucro. No obstante, hasta el día de hoy es que el mismo brilla por su ausencia, no permitiendo avanzar en este sentido. Asimismo, la carencia de distinción entre “medios sin fines de lucro” y “medios CAP” no permite diferenciar entre, por ejemplo, una radio barrial autogestionada y una fundación como AFA o Ford. Por lo tanto, queda expuesto que el primero no posee ni remotamente las mismas posibilidades económicas ni estructurales que el segundo para acceder a una licencia: allí es donde vale decir que democratizar es mucho mas que desinvertir. Entre las organizaciones y medios que adhieren al comunicado se hallan Radio Sur, Marea Popular,la Red Nacional de Medios Alternativos, el programa Llevalo Puesto de Radio La Tribu, el Frente Popular Darío Santillán, Hecho en Buenos Aires, entre otros.
Entendiendo la comunicación como un derecho inherente del pueblo para su libre expresión y no como una mera mercancía que se compra y vende al mejor postor, estos medios exigen la eximición del pago de tasas, pliegos, sellados en referencia a las obligaciones para obtener una licencia como así también de la obligación de contar con un personal matriculado.  
Por otro lado, cabe destacar que los escraches del pasado 7D a Telefé y Canal 13 no han sido casos aislados de protesta, sino que son parte integral de la forma de expresión que estos grupos comunicacionales encuentran para dar eco a sus reclamos. Los mismos apuntan no sólo hacia el AFSCA y la política oficial sino que se presentan en contra de las concentraciones monopólicas de grupos que terminan por coartar, con sus travesías legales, la posibilidad real de democratizar las voces y la información en nuestra sociedad.