Desde que se votó la expropiación el gobierno ha dilatado los tiempos para que no se concluya el trámite que fue votado en la legislatura en 2009.
Los trabajadores, que ya llevan más de 10 años autogestionando la fábrica, ven en esa actitud una intención de abandonarlos frente a los efectos de la crisis económica mundial para que, finalmente, la experiencia desaparezca definitivamente. En este sentido el punto más acuciante es la necesidad de contar con inversiones y renovación tecnológica, lo cual garantizaría encauzar la producción hacia un plan de obras públicas.
"No estamos dispuestos a resignarnos, y hemos realizado acciones y sostenido reuniones con el gobierno para exigirle condiciones para seguir produciendo, por que son ellos los que permitieron el vaciamiento y son ellos los que hoy apuestan a no triunfemos", declararon los obreros.
"Porque somos un ejemplo que los capitalistas repudian, porque cuestiona sus intereses y atenta contra su lógica de dominación."
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