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viernes, 23 de diciembre de 2011

MASIVA MOVILIZACIÓN A 10 AÑOS DEL ARGENTINAZO

Miles de trabajadores, estudiantes, organizaciones sociales, políticas, sindicales, estudiantiles y de DD.HH. marcharon el martes en la Ciudad de Buenos Aires, al cumplirse 10 años de la rebelión popular del Argentinazo y de la represión del gobierno de De la Rúa. En la Plaza de mayo se hicieron oír los reclamos de justicia por los compañeros asesinados el 20 de diciembre de 2001, por compañeros muertos en los últimos años, por el cese de la persecución y judicialización a trabajadores y militantes populares. También hubo manifestaciones y movilizaciones en numerosos puntos del país.

(Red Eco) Argentina - La bandera que encabezó la enorme movilización rezaba “A 10 años, Viva la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre”. Al costado de la misma, estampada en tela caminaba la cara de Carlos “Petete” Almirón, militante de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y de la Coordinadora de Desocupados 29 de Mayo, asesinado a los 24 años de un tiro en el pecho durante aquella salvaje represión que terminó en masacre; en sólo dos días, 38 personas fueron asesinadas en todo el país por las fuerzas policiales.
Detrás de ella se encolumnaron miles de militantes, trabajadores, estudiantes que se sumaron a una nueva jornada aniversario del Argentinazo, para reclamar justicia por los compañeros asesinados pero también para afirmar que muchas de las banderas levantadas por el pueblo argentino en aquellas jornadas de diciembre, hoy siguen plenamente vigentes, ante el saqueo y la explotación que aun continúan siendo moneda corriente.
La convocatoria a la movilización realizada por un numeroso y variado arco de organizaciones señalaba una serie de consignas como: No al tarifazo y ajuste del gobierno K; paritarias libres, sin topes salariales; la huelga es un derecho, no una extorsión; cierre de las causas, anulación de las condenas y libertad a los luchadores; basta de asesinatos, castigo a los culpables; no a la ley anti-terrorista; que la crisis la paguen los grandes capitalistas, banqueros y terratenientes, no los trabajadores y el pueblo.
20_dic_2011_en_la_vuelta.jpgDetrás de la bandera marcharon referentes de distintas organizaciones sociales y partidos políticos. Allí estaban Elia Espén de Madres Línea Fundadora, Miriam Bregman (Ceprodh-PTS), Carlos Chile (CTA Capital), dirigentes de los partidos que integran el Frente de Izquierda como Jorge Altamira, Cristian Castillo, Marcelo Ramal, José Castillo; Patricia Walsh, Vilma Ripoll (MST), Pino Solanas (Proyecto Sur), Victoria Donda (FAP), Héctor Heberling (MAS), y otros dirigentes políticos.
La numerosa columna avanzó desde el Congreso por la Avenida de Mayo. A la altura de 9 de Julio se sumaron las organizaciones nucleadas en la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de la Argentina (COMPA), que realizaron un acto desde las 15 en el Obelisco, bajo la consigna “A 10 años del 2001, seguimos construyendo poder popular. Por una Argentina sin hambre, sin saqueo ni explotación”.
Pasadas las 19, la cabeza de la columna entró en la Plaza de Mayo, epicentro de aquellas jornadas en las que el pueblo desafío el estado de sitio impuesto por el presidente Fernando de La Rúa para decirle basta al saqueo, la corrupción, el hambre, la pobreza y la estafa. Allí también se desató la más feroz represión. La policía tenía una orden fundamental, bajada desde la Casa de Gobierno: desalojar la plaza e impedir la llegada de manifestantes, costara lo que costara.

Ya en la Plaza de Mayo, y desde el escenario montado de espaldas a la Casa de Gobierno, se leyó el documento unitario consensuado por las organizaciones convocantes. En la voz de muchos jóvenes que se sumaron a la militancia y la lucha al calor de aquel diciembre de 2001, se repasaron los momentos centrales de aquella rebelión popular y el intenso proceso de movilización política que desencadenó. “La masividad del movimiento piquetero, las asambleas populares y cacerolazos, el comienzo del proceso de fábricas recuperadas por los trabajadores y la irrupción en la escena social de los jóvenes dejaron profundas huellas en la experiencia y la conciencia del pueblo…”, se oyó en una plaza colmada, mientras miles de manifestantes todavía marchaban por la Avenida de Mayo.
El documento también señaló el ataque del que vienen siendo objeto los trabajadores por parte del Gobierno nacional, mientras éste se congracia cada vez más con los banqueros y la Unión Industrial Argentina (UIA), “para llevar adelante el ajuste –cínicamente denominado ´sintonía fina´-, el gobierno se propone avanzar sobre los derechos de la clase obrera…”. Esto se acompaña con un avance de la criminalización y judicialización a trabajadores y militantes populares; al día de hoy existen más de 5 mil causas contra compañeros, además de varios casos de encarcelamiento por motivos políticos. Este cuadro se completa con la sanción de la Ley Anti-terrorista, aprobada por el Senado en el día de hoy, la cual establece que cualquier acto o manifestación es susceptible de ser considerada como un acto terrorista (ver nota aparte para más información).
También se denunciaron la entrega de nuestros recursos naturales y patrimonio nacional, la depredación ambiental por parte de empresas imperialistas y la paga de la deuda externa usurera y fraudulenta.
Los fragmentos finales del documento repasaron las movilizaciones populares que se vienen llevando a cabo en todo el mundo, desde la Europa del ajuste y la desocupación hasta los Países árabes, América latina y hasta en el epicentro del capitalismo financiero mundial: Wall Street.
Cuando comenzaba a declinar la tarde, se escucharon uno por uno los nombres de los asesinados el 19 y 20 de diciembre. Ante cada uno de ellos, los miles que colmaban la plaza gritaron “presente” levantando el puño bien alto. A los nombres de aquellos compañeros, se sumaron los caídos en los últimos 10 años por las represiones policiales y para-estatales: en esa larga lista, con letras manchadas de sangre están Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, Carlos Fuentealba, Mariano Ferreyra, el hermano qom Roberto López de Formosa, Cristian Ferreyra, los pibes de Bariloche Diego Bonefoi, Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, Mario López de Formosa; Mártires López de Chaco; Bernardo Salgueiro, Rosemary Chura Puña y Emilio Canavari, asesinados en el Indoamericano; Ariel Farfán, Félix Reyes, Juan Velázquez y Alejandro Farfán, muertos en el Ingenio Ledesma; entre tantos otros. Y también Luciano Arruga y Julio López, desaparecidos en democracia, símbolos de la connivencia entre el poder político y el poder represivo de las fuerzas de seguridad y, sobretodo, de la persistencia de la impunidad.