Por Ruth Rúa Nahuelquir
Esquel (GTP).- Ella nació en la localidad de Ñorquincó el día 5 de noviembre del 1926, estuvo muy pocos años en esa localidad. Herminia Real no se acuerda cuándo se trasladaron para Cushamen. Dice: “Lo único que me acuerdo es que era muy chica. Cuando llegamos a ese lugar había poca gente y pocas casas. Allí teníamos un campo donde teníamos que cuidar los animales, ovejas, vacas, chivas, etc”
Le gustaba andar a caballo, y así andando en caballo conoció a quien sería su esposo, Doroteo Rúa (ya fallecido). Él era viudo, tenía 3 hijos. “Nos pusimos de novio un tiempito, yo tenía 23 años cuando decidimos casarnos… Siempre me viene en mis recuerdos cuando nos casamos, porque el juez tenía que venir de otro lugar, y había que irlo a buscar a caballo.”
Y así pasó los años y tuvo 10 hijos. Vivió cerca de 25 años en Cushamen. “Después fueron disminuyendo los animales ,nos robaban, o los mataban, y luego vino una gran sequia y eso nos obligó a irnos. Nos fuimos a El Maitén, allí estuvimos 3 años.”
“Esa localidad era muy pobre y pensábamos ‘acá no vamos a progresar’ y los niños iban creciendo y no tenían una educación, entonces nos empezamos a preocupar por los hijos, y otra vez nos decidimos de trasladarmos, esta vez para Esquel. La gente nos decía que era un lugar bello donde se podía vivir tranquilo, por eso decidimos venir a este bello lugar.”
Llegaron a Esquel con la preocupación de en dónde íban a vivir, pero la gente del lugar les “abrió las puertas”, asegura Herminia. Gestionaron en el municipio un terreno y allí construyeron la casa. “Con gran esfuerzo” los hijos más grandes empezaron a trabajar, y los más pequeños estudiaron. “En este lugar donde estoy ahora no había muchas casas ni gentes sino que era un baldío, y bueno la ciudad de Esquel fue creciendo y eso era bueno porque había más trabajo. Estoy contenta porque mis hijos pudieron estudiar y pueden cumplir mi objetivo, yo no lo pude hacer y pensé en ellos para que reciban una educación. Doy gracias a Dios que puedo leer; aprendí y con eso me conformo, pero me gustaría aprender más…. Ya tengo mi edad, no hace mucho que cumplí mis 85 años y todavía me encuentro muy joven.”
De los 10 hijos que tenía uno falleció: Pero lo peor es que hay otro de sus hijos del que hace 28 años que no tiene noticias. “Desapareció”, explica. “La última noticia que recibí fue que lo habían visto en la ciudad de San Carlos de Bariloche. Mis hijos fueron en busca de su hermano pero ni una señal, no saben nada de él.”
Con sus hijos todos casados, dice que ya perdió la cuenta de cuántos nietos tiene. “Y hay algunos de los nietos que se juntaron o se casaron, ytambién ya perdí la cuenta de cuánto bisnietos tengo.”
Hoy Herminia vive en Esquel con una de sus nietas. Tienen una “hermosa quinta, gallinas y hasta una perra” que las cuida. “Mi nieta estudia y yo trabajo haciendo tejidos como matrones laboreados y tejido a croché. Ésa es mi vida de hoy. Me encanta tejer y tengo para vender para sobrevivir, aunque tengo la jubilación pero no es mucho.”
“En esta vida hay que luchar”, reflexiona, “no darse por vencido”. “Sino fíjense cuanto años tengo y todavía estoy acá. Por eso le dejo este consejo a los jóvenes: que la vida continúa y mientras puedan hay que disfrutarla. Pero cuando yo digo disfrutarla no es ponerse borracho sino divertirse bien.”
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