Con un paisaje imponente a las orillas del Nahuel Huapi, se llevó a cabo el cierre oficial del XXVI Encuentro Nacional de Mujeres en el Velódromo de la ciudad. A partir de las 9 hs la comisión organizadora dirigió el acto comenzando por los colectivos que propusieron sus provincias como sede, las posibilidades fueron Misiones, Santiago del Estero y Buenos Aires. La elección se realizó en base a los aplausos y aceptación del resto de las mujeres que presenciaron el acto; las elegidas fueron las mujeres de Misiones, que llevaron el planteo más desarrollado y el apoyo de la comisión organizadora.
El discurso con el que el colectivo de mujeres de Misiones se propuso como sede se refirió a la situación actual de la provincia, principalmente muy golpeada por la pobreza y la desigualdad económica y social, devastada por los agronegocios de soja y tabacales que además de contaminar los campos, produjeron un gran desplazamiento de las comunidades campesinas de sus territorios y de sus fuentes de trabajo. Así planteada la situación, las mujeres de la tierra colorada se llevaron los aplausos para que el XXVII° Encuentro sea en la ciudad de Posadas, Misiones.
Durante la lectura de las conclusiones de los talleres, (que fueron alrededor de cincuenta, incluyendo los autoconvocados) muchas mujeres destacaron que este año el desarrollo de los debates al interior de los mismos pudo desenvolverse mejor debido a que hubo menos intervención de mujeres católicas que suelen imponer debates fundamentalistas y “romper” los talleres. También se celebró la creación de un nuevo taller, relacionado a las mujeres familiares de desaparecidos.
Ya finalizadas las jornadas los balances generales de las participantes fueron positivos, puesto que el desarrollo del Encuentro durante los tres días casi no tuvo complicaciones ni enfrentamientos violentos. Durante la marcha que se realizó el domingo por la tarde, no hubo consenso sobre las calles elegidas por la comisión organizadora para marchar, por lo que una parte importante de la misma, de alrededor de mil mujeres, decidió pasar por la Iglesia Catedral para escrachar y visibilizar las políticas eclesiásticas que oprimen a las mujeres, principalmente la oposición al aborto y la normativa heterosexual, además de denunciar los casos de abuso sexual y de poder en los que la iglesia está involucrada.
Así finalizó una edición más del Encuentro Nacional de Mujeres esta vez en la ciudad de San Carlos de Bariloche, y ahora preparándose para que Posadas reciba a las más de 15 mil mujeres que viajan de todo el país para para participar y reflexionar sobre las luchas que cada una toma como propia y vive desde lo personal y colectivo.