El Bolsón (ANPP).- Muchos comunicados y documentos siguen llegando a nuestra redacción, este es un documento de la C.O.R. (Corriente Obrera Revolucionaria)
Brutal represión en Bariloche.
El asesinato de Diego Bonnefoi que se produjo en el barrio Boris Furman en la madrugada del jueves 17 por parte de la policía fue la gota que rebalsó el vaso en Bariloche. Al día siguiente grupos de jóvenes y familiares salieron a la calle a repudiar a la policía, apedreando la comisaría 28 y resistiendo a la feroz represión, bajo las órdenes del gobernador radical “K” Miguel Saiz y el intendente Marcelo Cascón, que se cobró 2 muertos más: Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, uno de 16 años y otro de 29.
Esta represión no sólo pone de manifiesto el carácter de la fuerza policial como institución, sino también el carácter mismo del Estado, las gobernaciones y las intendencias. El gobierno K y sus aliados, en el nombre de los “derechos humanos” buscan represtigiar las Fuerzas Armadas y las fuerzas policiales, con el objetivo de fortalecer el Estado y utilizarlas para aplastar las luchas obreras.
Sin embargo, esa juventud que salió a repudiar el asesinato de Bonefoi, presa de la desocupación, el hambre y la miseria, demostró toda su energía de combate y se enfrentó duramente a la policía, que estuvo muy cerca de ser derrotada en las calles. Por eso los empresarios, políticos de la zona y familiares de policías, salieron a apoyar a la fuerza represiva, para demostrar que es uno de los pilares del estado capitalista, que han jurado proteger a toda costa, mientras la CGT y la CTA miraban para otro lado. Esta última, fiel a su tradición, llamo un paro simbólico para el jueves 24, es decir… una semana después, y mientras dibuja sus clásicas multisectoriales ideales para no hacer nada y de paso lavarse la cara.
Es que mientras desde los gobiernos y las empresas, desde su discurso de la “seguridad” se esfuerzan por hacernos creer que no se puede vivir sin policía, las fuerzas de choque del Estado se cobran día a día miles de jóvenes en los barrios, reprimen las luchas obreras como en Kraft, asesinan luchadores como a Kosteki y Santillán y despliegan su labor cotidiana de que el capital se sienta “seguro”. Los policías no son “trabajadores que reprimen” como plantean lamentablemente algunos sectores de la izquierda, sino los perros guardianes del capital. La represión no se combate eligiendo “democráticamente” a los comisarios sino disolviendo esa fuerza creada exclusivamente para reprimir a los trabajadores.
Ahora, mientras procesan a Sergio Colombia, el “autor material” de la muerte de Diego, quieren armar el circo del “Gabinete Social”, que se ha reunido para armar un supuesto programa de Inversión y Seguridad, en donde participan todos los políticos patronales, incluidos los supuestamente enfrentados Saiz y Cascón. Echándoles por supuesto la culpa de la represión a “los jóvenes excluidos y vulnerables” el programa no es otra cosa que más guita para la policía y los punteros.
La única salida es que nos organicemos para imponerle un paro regional a las centrales sindicales, la autodefensa para sacar a la policía de los barrios obreros que se encuentran militarizados, el castigo a los culpables y que luchemos, en cada punto del país, por la disolución de la policía y de todo el aparato represivo, para que la crisis la paguen los capitalistas.
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