El Bolsón, 28 de julio de 2009
Ante la asunción de la nueva Sub Delegada de Promoción Familiar, Lic. Paola Hernandez, el personal de la Sub Delegación informa a la comunidad los criterios con los que pretendemos continuar trabajando:
No aceptaremos el ingreso de recurso humano que no pase por la evaluación técnica que corresponda. Respecto a los programas, repudiamos el ingreso de profesionales nombrados “a dedo” por política partidaria.
Respecto del área administrativa, repudiamos ingresos de personal dado que se encuentra cubierta la necesidad de recurso humano y funciona de manera óptima. Cuestionamos cualquier designación en esta área, sobre todo en atención a que la necesidad de recurso humano en este momento pasa por los programas y no por la administración.
Exigimos se priorice al personal existente para los cargos de coordinación de programas, ya que se son quienes se encuentran capacitados para desempeñar de manera óptima dicha función, además de contar con el apoyo de los equipos. De esta manera se respetaría la carrera administrativa institucional.
Repudiamos cualquier utilización de recursos, información e infraestructura para fines partidarios o particulares que nada tienen que ver con los objetivos institucionales.
Reiteramos el pedido de nombramientos de personas de carrera en el Ministerio de Familia, capacitadas en el área, inclusive para el cargo de Sub Delegado/a.
Repudiamos cualquier intento de regresar a viejas prácticas de los aparatos políticos por los cuales esta institución fue manipulada durante años para fines que se alejaban sustancialmente de los objetivos de los programas, desprestigiando la tarea y la mirada de la comunidad. Esto implicó un esfuerzo extra de reivindicación por parte del personal, separando prácticas asistenciales – clientelistas del auténtico trabajo social.
No aceptaremos el control de la tarea a modo de persecución personal. Cabe señalar que el seguimiento y revisión de la tarea pasa fundamentalmente por el rol de la coordinadora técnica general.
Por la jerarquización del área, el respeto a la comunidad, a los beneficiarios de los programas y a los trabajadores y las trabajadoras de la Subdelegación.
Editoriales ANP
