“En tiempos de crisis presupuestaria la autogestión es un modo de resistir y de continuar apostando a la formación. Así lo entendieron les participantes del seminario “Teoría/s queer: problemas, conceptos y debates” de la UNRN y del proyecto de investigación (PI) “Cuerpos en lucha: políticas sexo-genéricas y disputas por los sentidos de la vida precaria”, quienes, en articulación con el Equipo de Diversidad Sexual del Municipio de Bariloche, trabajaron para traer a la reconocida activista travesti, Marlene Wayar, a Bariloche/Furilofche; una ciudad en donde no hace mucho Valeria Coppa era asesinada por el femicida Mariano Cordi y en la que existen reticencias a los pañuelos verdes en las escuelas.
La teoría se hace cuerpo, el cuerpo se hace lucha y la lucha se traduce en la implementación de actividades colectivas. Así se autogestiona, en un contexto en donde el vaciamiento y la precarización se profundizan.

Ambos espacios surgieron en el contexto universitario de Bariloche como lugares de formación, discusión y socialización y están conformados por un grupo de estudiantes, docentes e investigadoras de distintas disciplinas -filosofía, ciencia política, psicología, literatura, teatro, antropología, entre otras- y con diferentes trayectorias activistas, quienes se unieron por decisión política y para estudiar temáticas vinculadas con las (bio)políticas sexuales y de género en el contexto argentino. De aquí la invitación a Marlene para dictar la última clase del curso “Teoría/s queer” y presentar su libro “Travesti / Una teoría lo suficientemente buena”, editado en 2018 por la editorial cooperativa Muchas Nueces.

El cierre del seminario, con la presencia de Marlene Wayar y Valeria Silva, no sólo evidencia el trabajo interdisciplinar de un colectivo que tiene la pretensión de problematizar la hetero-cis-normatividad, sino que además plantea líneas de acción y desafíos futuros; porque está claro que aún queda un largo camino para deconstruir el sexo/género y transformar ética, política y culturalmente las normas que nos hacen y también deshacen.
Pues, como dice -de varios modos- Marlene, ahí radica la esperanza que abrigan la infancia y la nostredad como tiempos y espacios de mutua empatía.”
Redacción
Equipo de Comunicación Popular Colectivo al Margen