Trevelin, 11 de agosto de 2013 (No A La Violencia De Genero En Trevelin).- Por mi propio derecho:
Hago público por éste medio que el 27 de abril de 2.013 fui víctima y denuncié ante funcionarios de la Municipalidad de Trevelin, la conducta violenta, peyorativa y agresiva ejercida sobre mi persona por un “compañero” de trabajo (empleado municipal), el señor ARIEL OPAZO.
Para los que no saben, el mismo realiza su labor en la emisora FM del VALLE desde algunos años como conductor. Compartimos eventualmente ese espacio de trabajo donde yo ejerzo como periodista.
El señor Opazo Ariel en dicha oportunidad se acercó intempestivamente a cuestionar mi accionar profesional insultándome con frases ofensivas e injuriosas, primero referidas a mi desempeño laboral; realizando gestos amenazantes, invadiendo mi espacio personal (muy cerca de mi rostro y señalándome con el dedo), fumando y lanzándome el humo en la cara como gesto de desprecio y humillación; y luego, a los gritos refiriéndose a mi condición de mujer utilizó palabras tales como “te rascas la c… todo el día” de manera reiterada y a viva voz; todo esto en horario y lugar de trabajo, en presencia de mis compañeros y superior.
Luego del hecho violento del que fui víctima, en presencia del Director de la emisora, Sr. David Pugh, amigo personal del agresor, tuve que tolerar que se relativizara y se echara a chiste su conducta, sumándose, éste gesto a una nueva forma de agresión.
Ante tal indiferencia y naturalización del maltrato, formalicé mi denuncia solicitando audiencia con el Sr. Intendente. Lo puse en conocimiento de la última y más grave situación de violencia, quiero señalar que las agresiones fueron sucesivas, pero ninguna tan grave como la última, obligándome a trabajar en un clima de hostilidad.
La respuesta del intendente fue que no me preocupara, que él mismo intervendría para que el clima de agresiones cambiara por uno armonioso.
Los días sucesivos se hicieron insoportables y más agobiantes, ya que el clima era aún más tenso. Por éstos motivos remití nota al Secretario de Gobierno y a la Sra. Jefa del Área Personal y nunca tuve respuesta de nada.
Es justo subrayar que además de insultarme en el ámbito laboral, Opazo difundió al aire y a través de su perfil de facebook toda una seguidilla de mensajes en los cuales me involucraba tácitamente, aludiéndome y generando un tendencioso debate a cerca de los “de acá y los venidos de afuera”, corriendo el tema de su lugar y transformándose de victimario a víctima. Así recibió respuestas de los oyentes (que no tenían toda la información de lo sucedido) adhiriendo públicamente a su postura que continuaba siendo injuriante para mi persona. El daño que me hizo ya no se circunscribe al espacio laboral, sino que se extiende a otros espacios sociales y públicos.
Esto me implico tomar licencia por estar en riesgo mi salud mental y física.
Los funcionarios minimizaron todo el tiempo la actitud del agresor, y no me sentí respaldada.
Desorientada no supe qué hacer ante esta situación de vulnerabilidad. Hubo momentos que tuve miedo de encontrarlo en la calle, o cansada de tener que dar explicaciones.
El Sr. Opazo manifestó en su programación: “… esta es mi última semana en la radio…..” logrando así continuar victimizándose, frente a la opinión pública. Él aprovechó ésta repercusión para popularizarse, hablar de sus sueños, de su condición de padre, de su trabajo solidario, para realizar una “producción” del tipo reality radial, todo en mi presencia haciendo un abuso del abuso. Y poniendo a la opinión pública en mi contra. Finalmente él no dejó la radio, éste hecho le “sirvió” para catapultarlo como “buena persona”
A pesar de todo tuvo que pedirme disculpas públicamente, no por decisión propia, sino por haber sido intimado legalmente a hacerlo. Aunque él no dijo que lo hacía por ese motivo.
Hoy me siento fuerte sabiendo que los estudios demuestran que el perfil y conducta de los agresores es identificable y responde a un modelo en el que se trabaja por erradicar, haciendo a las mujeres empoderarse de su rol, alzando la voz y diciendo BASTA!, denunciando públicamente y en los espacios judiciales que competen.
Es por ello que después de tres meses, empecé a sentir que NO ESTABA SOLA y que surgían algunos espacios donde poder pronunciar “mi verdad”, como éste: “NO A LA VIOLENCIA DE GENERO EN TREVELIN” Hoy puedo contarlo y espero que muchas mujeres puedan TAMBIÉN puedan hacerlo. Decir BASTA!
Fuente: Puerta E.