Carmen de Patagones,
19 de diciembre de 2012 (Fundación Uñopatun).- En referencia a la corrupción de
la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas AIC, y la eutrofización y
contaminación industrial, petrolera, agroquímica y cloacal de La Cuenca del
Lago Nahuel
Huapi; los ríos Agrio, Limay, Neuquén, Negro; y sus
correspondientes tributarios hídricos superficiales y subterráneos:
En el marco
del anuncio de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas AIC sobre la
posibilidad de utilizar los desechos cloacales de Patagones para riego forestal,
el señor Gustavo
Romero, representante del Partido de Patagones ante la AIC,
manifestó como errónea mi denuncia por el olor a excrementos que emana
el agua del río
Negro en marea creciente frente
a Carmen de Patagones, declaración que me tiene muy sin cuidado
entre el cotejo de su palabra Oficial; la mía; y la de tantos ciudadanos
maragatos y viedmenses que a simple vista y olfato reconocemos tal
contaminación. (1)
Pero lo que
sí de verdad me consterna del cúmulo de falacias expresas por el funcionario -
que incluyen el calculado anuncio sobre la obvia posibilidad de servir para
riego forestal los efluentes de
Patagones, planteo que no soluciona y esconde el verdadero problema social
originado por el olor hediondo emanado por
su planta de tratamiento contigua al poblado - es su aseveración a cerca de
que la AIC
no es responsable del control de la calidad de
los efluentes volcados al río, sino que tal responsabilidad corresponde
al DPA en Río Negro, ABSA en Buenos Aires y EPAS en Neuquén, temeraria y
mentirosa declaración que transgrede los preceptos fundacionales, estatutarios y constitucionales por los
cuales fuera creada la AIC, plegándose así a la suma de funcionarios
corruptos quienes ya
desde la
creación de este organismo, readoptaron sus normas de funcionamiento y los recursos
financieros que administra, para su propio peculio político partidario.
En efecto,
la Ley 23.896 del Senado y Cámara de Diputados de la Nación; la Ley 1.651,
decreto 2.197 de la Provincia de Neuquén; la Ley 10.452 de la Provincia de
Buenos Aires; y Ley 2.088 de la Provincia de Río Negro, le
confieren a la Autoridad
Interjurisdiccional de Cuencas AIC la responsabilidad en la administración, control, uso, aprovechamiento y preservación ambiental de la Cuenca.
Para su desenvolvimiento la AIC recauda el 1,5% de la recaudación de las 5
represas hidroenergéticas que administra. El Art. 41 de la Constitución
Nacional le indica que: “El daño ambiental generará
prioritariamente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley”; y por
fin el Tratado de la Creación de la AIC le establece que: “es necesario regular
los recursos hídricos interprovinciales, teniendo en cuenta que una
Administración eficiente de los mismos no puede parcializarse por jurisdicciones
y dado que el concepto de cuenca trasciende los límites políticos establecidos”,
una premisa que hace indelegable la función de la AIC vinculada con el resguardo
y sanidad de la cuenca, responsabilidad que fue permanentemente
transgredida por sus funcionarios, en pleno acuerdo de connivencia dada
entre sus responsables y quienes presidieron y presiden el DPA, EPAS y ABSA
De tal
transgresión surge el magro caudal de 300m3 por segundo establecido para
el río
Negro, el cual es digitado por el Ministerio del
Interior según y en prioridad a la demanda de energía eléctrica a proveer a los
grandes centros de consumo, y no en función a mantener el equilibrio ecológico de
la cuenca, ni tampoco de preveer el caudal suficiente para los sistemas de riego
aguas abajo, tal como hoy denuncian los productores frutícolas de Chimpay, Coronel Belisle y Darwin, que de no haber un
aumento del acuífero podrían llegar incluso a perder sus cosechas (2). Se entiende así entonces porqué en su momento
la AIC destinó a través del DPA el dinero para la construcción de la costanera
de Viedma, aún reconociendo que ARSA les había informado sobre el inminente
colapso de su planta de tratamiento de efluentes cloacales, daño que finalmente
sucedió, poniendo en serio riesgo la salud de las poblaciones de Viedma y
Patagones; o bien desde
la corrupción inmersa en la AIC se entiende porqué su actual
Presidente, el Ing. Luis Sapag, permite desde el silencio cómplice la
provisión y contaminación de agua de nuestra cuenca, para la insensata
explotación de gas y petróleo no convencional en Vaca Muerta, en la Provincia de
Neuquén.
Cada una de las
transgresiones cometidas por
la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas fue denunciada por
diversos ciudadanos ante la Justicia Federal de Viedma a través del Exp. J-Nº 366/12
(PNES) del 29/11/2011, la cual fue también trasladada a los juzgados federales
de San Carlos de Bariloche, General Roca y Neuquén. A juzgar por el actual estado de
eutrofización y contaminación industrial, agroquímica, petrolera y cloacal
padecida por nuestra Cuenca, su inacción es
evidente.
Elvio
Mendioroz – LE 8.213.861
Integrante de la Fundación Uñopatún - MAPO - IFOAM
- Asamblea SANIDARIOS; RENACE - Foro por una Vida Digna Viedma /
Patagones - UAP - UAC
(1) Informe Diario Digital La Palabra y FM de la Costa -
17/12/12
(2) Informe Diario Río Negro -
7/12/2012