“… Por eso llamamos a los estudiantes y a la juventud a organizarse en cada barrio y escuela, y hacer política para reclamar por lo nuestro...” Mariano Ferreyra
“…La arcilla fundamental de nuestra obra es la juventud; en ella depositamos nuestra esperanza y la preparamos para tomar de nuestras manos la bandera…” Ernesto “Che” Guevara.
Este 20 de octubre se cumplen dos años del crimen de Mariano Ferreyra, joven militante asesinado por la patota de la Unión Ferroviaria. La muerte de Mariano, al igual que la de mucho de nuestros compañeros caídos en la lucha, desnudó la incómoda verdad que siempre trata de ocultarse, en este caso, el del mafioso accionar de las burocracias sindicales, con el amparo de las patronales, las fuerzas de seguridad y el gobierno nacional que mantiene fuertes vínculos con estas.
La verdad al desnudo mostro la otra cara del “modelo”. La cara incomoda, la de la precarización laboral, el trabajo en negro, la tercerización, la flexibilización, la cuerda floja por la cual transita día a día gran parte de nuestro pueblo trabajador. Mariano, joven, militante, luchador, pago con sangre acompañar la lucha por condiciones dignas de trabajo y salarios justos.
La lucha popular llevó a Pedraza al banquillo de los acusados y a la cárcel, y es sólo de esa manera que se logrará su condena, así como la de todos los responsables por el crimen de Mariano. Las amenazas y hostigamientos que sufren permanentemente los testigos de la causa (como Alfonso Severo) son un motivo más para mantenernos movilizados y atentos ante cualquier intento de operación para buscar la impunidad de los culpables.
Mariano Ferreyra, al igual que Darío Santillán, Maximiliano Kosteki, Carlos Fuentealba y tantos otros que cayeron en la historia de nuestro pueblo, lo hizo luchando por una causa justa acompañando la protesta de los trabajadores. Fue parte de esa juventud que no se conformó y se puso de pie para pelear por lo que le corresponde, y es por eso que hoy vive en todos los compañeros que continuamos su lucha…
Mariano Ferreyra presente...
Editoriales ANP
