Trabajamos intensamente con varias generaciones de aspirantes a policías sin que se refleje una mejora en la calidad del servicio que esta fuerza de seguridad le brinda a la población. Es más, si bien continuamos siendo convocados, suspendimos dichas actividades ya que evidenciamos que no estaban dispuestos a considerar actitudes respetuosas de los derechos de los ciudadanos.
Fervientemente deseamos que estas políticas de capacitación en derechos humanos por parte de la Policía de Río Negro se refleje en el accionar de los policías en la calle y de las autoridades que son los responsables de las acciones de dichos policías, y no sea sólo una estrategia propia de la época de elecciones y un intento de mejorar su imagen vacía de contenido.
Es indispensable para un cambio profundo una decisión política, ausente hasta ahora.
Como seguimos creyendo en el poder de la educación, estaremos atentos y expectantes a ver en la práctica cotidiana una policía respetuosa de los derechos humanos cumpliendo sus funciones.
Editoriales ANP
