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lunes, 11 de octubre de 2010

PUEBLOS ORIGINARIOS: A UN AÑO DEL ASESINATO DE JAVIER CHOCOBAR

Tucumán (ContraPunto – Prensa Alternativa).- Al cumplirse un año del ataque perpetrado por el terrateniente Darío Amín, y los ex policías Luis Gómez y Eduardo Valdivieso, se hace necesario repasar una cronología de los hechos -y de las vinculaciones políticas- que dan como resultado que los imputados estén en libertad, y que aún no se tenga una fecha para el juicio oral. ContraPunto.
Un mes antes de que sucediera este hecho, la Comunidad Indígena de Chuschagasta (Trancas, Tucumán) se encontraba en estado de alerta para defender sus territorios por las amenazas de desalojo que iniciaban los terratenientes de la zona, además de este conflicto legal por un lugar de extracción de piedra laja.
En la edición papel de Octubre del año pasado, ContraPunto repasaba la cronología de los hechos. “El 12 de Octubre de 2009 llegó en una camioneta al lugar Darío Amín, acompañado de Jorge Valdivieso y Luis Gómez. Sacaron fotos del terreno y mostrando una supuesta orden judicial, se declararon los auténticos dueños, ya que habían comprado el mismo.
La tranquera en donde ocurrió el asesinato, esta a ocho kilómetros de Trancas, en el Chorro, a escasos 100 metros de la casa de Javier Chocobar. En ese momento, estaban allí unas 20 personas de la Comunidad de Chuschagasta –entre mujeres, niños y gente mayor-. Por eso, algunos de los comuneros se acercaron a los hombres para pedirles que se retiren, que no podían estar allí”.
Allí se produce el ataque con armas de fuego en primer término por Gómez, sumándose después Darío Amin y luego Valdivieso quien se encontraba apostado en la camioneta, a unos 100 metros del lugar.
Como resultado de ese ataque -que fue difundido en un video que desde el principio de la causa está en manos de la justicia- (VER: El video del ataque en Chuschagasta) fue asesinado Javier Chocobar, y heridos Andrés Mamaní (estuvo internado 4 meses y medio, con serias secuelas de salud en la actualidad), Sergio Mamaní y un menor de la comunidad.
La causa contra los tres imputados estuvo en su inicio a cargo del juez de Instrucción Alfonso Zóttoli, a pedido del fiscal Adolfo Suasnábar se dictó la prisión preventiva para Amín y Gómez, pero no para Valdivieso. Una apelación interpuesta por los abogados defensores ante la Cámara de Apelaciones de Tucumán, dejó como resultado la liberación de los dos detenidos, el 18 de febrero de 2010.
En su momento el Cacique de la Comunidad Indígena de Chuschagasta denunció que "es un peligro para la comunidad porque estas personas pueden volver a amenazar y atacar como lo vienen haciendo desde hace años. Aunque era de esperar porque en esta causa hay intereses metidos del gobierno provincial y de la legislatura". Así con distintos errores y tecnicismos que difícilmente se pueda suponer sean “involuntarios”, no hay ni habrá detenidos hasta que se fije la fecha del inicio del juicio oral.
La causa pasó a manos de Emma Lidia De Nucci, a cargo del Juzgado de Instrucción de la II Nominación, quién ya recibió el pedido del Fiscal Suasnábar de elevación a juicio oral (VER: El fiscal de Instrucción pidió el juicio para los asesinos de Javier Chocobar). "Su único propósito era acabar con la vida de los indígenas que se interpusieran en el dominio de dichas tierras", concluyó el fiscal en su requerimiento, argumentando además que la riña no existió.
Los delitos que se les imputan son de homicidio calificado de Javier Chocobar, homicidio calificado en grado de tentativa de Andrés y Emilio Mamaní y portación ilegal de armas de fuego por parte de Darío Amín, Luis Gómez y Eduardo Valdivieso.
En este contexto, desde la Unión de la Nación del Pueblo Diaguita reiteraron el pedido de inmediata elevación a juicio oral de la causa, y el cumplimiento efectivo de los derechos que los asisten. Con un simbolismo irónico y terrible, Javier Chocobar fue asesinado un 12 de octubre, fecha que remite a los Pueblos Originarios a repudiar el genocidio llevado a cabo desde la colonización del continente. Hoy se multiplican los conflictos por el territorio en todo Tucumán y el país en general. Las amenazas y las agresiones son moneda corriente entre las familias "dueñas" de la provincia, que están vinculadas fuertemente con el poder estatal y judicial. Lo que pasó en Chuschagasta no es un caso aislado, en este contexto es asesinado Chocobar, y con todo esto presente, distintos sectores se volverán a movilizar para exigir justicia. Ni más ni menos eso.

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