Por Tamara Mycyk
Lago Puelo (GTP Puelo).-La realidad evidencia diariamente la falta de responsabilidad y respeto por las normas vigentes y la ausencia de pautas de convivencia. A modo de ejemplo, en la calle Islas Malvinas, desde la calle Roca hasta la subida del Cerrito Amigo, y en sentido norte hasta el Camino de los Nogales, los vehículos de todo tipo se desplazan a velocidades superiores a las indicadas para el área urbana, generando múltiples riesgos, la polvareda que dificulta la visión de los transeúntes, muchos de ellos turistas que eligen caminar; las piedras que se proyectan, por lo que se debe proteger el rostro cuando se aproxima el rodado. Además, se suma la presencia de perros sueltos.
Estas irregularidades afectan a los habitantes, ya que no hay definición de las veredas para el tránsito peatonal. Es mucha la gente que circula a pie por la calle.
El desplazamiento diario de turistas mochileros, extranjeros y nacionales, que se dirigen al camping Refugio Patagónico. Personas que bajan de los vehículos de turismo, que se dirigen a las fábricas de dulce y cerveza, que en momentos de mayor afluencia llegan a más de 400 por día. Los chicos de la zona que eligen pescar en lo queda del arroyo Negro, las madres con sus niños en cochecitos. Los operarios que se desplazan a pie o en bicicleta.
Lo mágico y natural, que promueve turismo, deja de ser tal, frente a la realidad cotidiana, ya que se traduce en riesgo.
El inicio del período propicio para la recepción de visitantes, debería ser motivo para proporcionarles seguridad vial y disfrutar con placer de la hermosa geografía cordillerana.
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