Buenos Aires (FUBA).- En el día de la fecha, la agencia Telam difundió la noticia de que el fiscal federal Germán Moldes apeló el fallo de la Cámara de Apelaciones I, que dictaminó el sobreseimiento de los estudiantes de la Federación Universitaria de Buenos Aires, perseguidos por movilizarse contra el intento de cierre de la sede del CBC de Merlo.
El fiscal Moldes responde de esta forma al lobby realizado por el rector Rubén Hallú, quién se encuentra empecinado en judicializar la movilización estudiantil, como lo ha hecho recientemente exigiendo a la policía el desalojo del predio en el que funciona el bar-comedor del centro de estudiantes de Ciencias Sociales.
En el marco de una crisis presupuestaria y edilicia sin precedentes en la UBA -y en el contexto de una crisis capitalista internacional que augura mayores recortes y ajustes presupuestarios- el rector Hallú pretende, mediante la intervención judicial y policial, frenar la lucha de los docentes y estudiantes que se movilizan en busca de respuestas.
El desprocesamiento dictado por la cámara significó una derrota política para el rector y las camarillas universitarias sin atenuantes. No solo porque descartó de plano la figura del secuestro coactivo, sino porque además se pronunció en defensa de los principios de la reforma universitaria de 1918, algo que para Hallú evidentemente es algo intolerable.
El fallo de la cámara estableció que: "La política universitaria, al igual que la gremial, la partidaria, etcétera, posee notas que le son características. Una de ellas es el uso de fórmulas de democracia directa, tales como la asamblea, para tomar decisiones. Otra, particularmente desde los estudiantes, es el recurso a medidas de acción directa. Existe una suerte de tradición en este terreno, poco ortodoxa para otros ámbitos, que es posible reconocerla, cuanto menos, desde uno de los hitos más sobresalientes de la historia del país: la reforma universitaria de 1918. Desde allí hasta hoy las luchas estudiantiles pretenden, en algunos casos con mayor suerte que en otros, liderar cambios en estructuras que son consideradas por esos jóvenes actores como conservadoras y reaccionarias."
Denunciamos la judicialización de la lucha estudiantil y reclamamos, en base al fallo que dictaminó el desprocesamiento de los 10 dirigentes de la FUBA, el retiro inmediato del vallado policial que hoy rodea el rectorado, que muestra del carácter reaccionario de las camarillas que hoy gobiernan la universidad de acuerdo con sus propios intereses, en detrimento de la educación pública, gratuita y masiva.
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