El Bolsón.- Reproducimos entrevista a Silvia Riveiro realizada por Claudia Korol publicada en el suplemento Las 12 del diario Página 12 indagando en las cuestiones de fondo de este desequilibrio mundial.
Las causas de la pandemia
No le echen la culpa al murciélago
Silvia Ribeiro, investigadora nacida en Uruguay que vive en México hace más de tres décadas es la directora para América Latina del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC), con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas. La soberanía alimentaria y el impacto de los desarrollos biotecnológicos en la salud y el ambiente son algunos de los temas sobre los que investiga y que la llevaron a cuestionar, desde el inicio de la pandemia, la ausencia, no solo de la descripción de las causas sino también de las propuestas para modificarlas. En esta entrevista se refiere a este punto nodal, al sistema capitalista de producción y a lo que podemos avizorar, desde el aislamiento obligatorio, como futuro.
Por
Claudia Korol
--Aunque llevamos meses hablando de este virus, vale la pena repreguntar:
¿Qué es el Covid -19?
-- Es una cepa -la que da origen a la declaración de pandemia actual- de la familia de los
coronavirus, que provoca enfermedades respiratorias generalmente leves, pero que pueden
ser graves para un porcentaje de los afectados, debido a su vulnerabilidad. Forma parte de
una familia amplia de virus, que como todos muta muy rápidamente. Es el mismo tipo de
virus que dio origen al síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en Asia, y al síndrome
respiratorio agudo de Oriente Medio (MERS).
--¿De dónde proviene?
Si bien hay un consenso amplio, científico, que es de origen animal, y se le atribuye su
origen a murciélagos, no está claro el lugar de donde proviene, porque la mutación de los
virus es muy rápida, y hay muchos lugares en donde se podría haber originado. Con la
intercomunicación que hay hoy en día a nivel global, se podría haber llevado de un lugar a
otro muy rápidamente. Lo que sí se conoce es que empieza a ser una infección significativa
en una ciudad en China. Sin embargo éste no es el origen, sino el lugar en dónde se
manifiesta primero.
Rob Wallace, un biólogo que ha estudiado un siglo de pandemias durante 25 años, y que es
también filo geógrafo, por lo que ha seguido el trayecto de las pandemias y los virus, dice
que todos los virus infecciosos de las últimas décadas están muy relacionados a la cría
industrial de animales. Nosotros -del grupo ETC y de GRAIN-, ya habíamos visto con el
surgimiento de la gripe aviar en Asia, y de la gripe porcina (que luego le pusieron A H1N1
para que sea un nombre más aséptico), también del SARS, que está relacionado a la gripe
aviar, que son virus que surgen en una situación en dónde hay una especie de fábrica de
replicación y mutación de virus que es la cría industrial de animales. Es porque hay muchos
animales que están juntos, hacinados. Esto se repite tanto en los pollos como en los
cerdos, que no se pueden mover, y por lo tanto tienden a crear muchas enfermedades.
Hay cepas diferentes de virus, de bacterias, que se trasladan entre muchos individuos en un
espacio reducido. Los animales son sometidos a aplicaciones regulares de pesticidas, para
eliminar otra serie de cosas que hay dentro del propio criadero. También hay venenos en
los alimentos -en general es maíz transgénico lo que se les da-. Todo está muy relacionado
con el negocio de venta de transgénicos para forraje. Les dan una cantidad de antibióticos
y antivirales, para prevenir las enfermedades, lo que va creando resistencias cada vez más
fuertes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a las industrias de cría de
animales, sobre todo de pollos, cerdos, pero también la piscícola y la de pavos, a que
dejaran de aplicar tantos antibióticos, porque entre el 70 y el 80% de los antibióticos en el
mundo, se usan en la cría industrial de animales. Como son animales que tienen un sistema
inmunológico deprimido, están expuestos todo el tiempo a enfermedades, y además
también les dan antivirales. Les suministran antibióticos no tanto para prevenir
enfermedades, sino para que engorden más rápido. Estos centros industriales de cría,
desde el feedlot hasta la cría de cerdos, de pollos, y de pavos, muy hacinados, crean una
situación patológica de reproducción de virus y bacterias resistentes. Pero además, están
en contacto con seres humanos que los sacan a las ciudades.
--¿Pero proviene o no de los murciélagos?
-- Hay gente que se pregunta: “si se dice que se encontró en un mercado y que proviene de
murciélagos ¿cómo llega a los animales que están en cría? Lo que sucede es que los
murciélagos, las civetas, y otros que se supone que han dado origen a varios virus -incluso
una de las teorías es que el virus del SIDA proviene de una mutación de un virus que
estaba presente en los simios-, los expanden debido a la destrucción de los hábitats
naturales de esas especies, que se desplazan hacia otros lugares. Los animales silvestres
pueden tener un reservorio de virus, que dentro de su propia especie están controlados,
existen pero no están enfermando a los animales, pero de pronto se trasladan a un medio
donde se vuelven una máquina de producir virus, porque se encuentran con muchas otras
cepas y virus. Llegan a esos lugares desplazados de sus hábitats naturales. Eso tiene que
ver sobre todo con la deforestación, que paradójicamente es también por la expansión de la
frontera agrícola. La FAO reconoce que el 70% de la deforestación tiene que ver con la
expansión de la frontera agropecuaria. Incluso la FAO dice que en países como Brasil,
donde acabamos de ver todo lo que ha pasado con los incendios, por la deforestación para
la ganadería, la causa de la deforestación es la expansión de la industria agropecuaria en
más del 80%.
Son varios factores que se conjugan. Los animales que salen de sus hábitats naturales,
sean murciélagos u otro tipo de animales, incluso pueden ser muchos tipos de mosquitos
que se crean y se hacen resistentes por el uso de agrotóxicos. Todo el sistema de la
agricultura industrial tóxica y química también crea otros virus que producen enfermedades.
Hay una cantidad de vectores de enfermedades que llegan a sistemas de hacinamiento en
las ciudades, sobre todo en las zonas marginales, de gente que ha sido desplazada y no
tiene condiciones de vivienda y de higiene adecuadas. Se crea un círculo vicioso de la
circulación entre los virus.
--¿Qué opinás sobre los modos en que se está enfrentando la pandemia en el mundo?
-- Nada de lo que está pasando en este momento está previniendo la próxima pandemia. Lo
que se discute es cómo enfrentar esta pandemia en particular, hasta que ojalá en algún
momento el propio virus encuentre un tope, porque hay una resistencia adquirida en una
cantidad importante de población. Entonces éste virus en particular puede desaparecer,
como desapareció el SARS y el MERS. Ya no va a afectar, pero van a aparecer otros, o el
mismo Covid 19 se va a transformar en el Covid 20 o el Covid 21, por otra mutación, porque
todas las condiciones se mantienen iguales. Es un mecanismo perverso. Se tendría que
poner en discusión el sistema alimentario agroindustrial, desde la forma de cultivo, hasta la
forma de procesamiento. Todo este círculo vicioso que no se está considerando, hace que
se esté preparando otra pandemia.
-- ¿Es posible ubicar a los responsables de esta pandemia?
-- Es el típico mecanismo del sistema capitalista, que crea enormes problemas que van
desde el cambio climático hasta la contaminación de las aguas, de los mares, la crisis
enorme de salud que hay en los países por la mala alimentación, pero también por los
tóxicos a los que está expuesta, que producen una crisis de salud en los humanos. Por
supuesto el sistema capitalista no lo va a revisar, porque para eso tendría que afectar los
intereses de las empresas transnacionales que son las que acumulan, las que concentran
tanto desde la cría industrial de animales, como los monocultivos, como incluso las
empresas forestales y la deforestación hecha en forma comercial. En cada uno de los
escalones de la cadena del sistema agroalimentario industrial, vamos a encontrar a unas
cuantas empresas. Estamos hablando de tres, cuatro, cinco, que dominan la mayor parte
de ese rubro, como pasa con los transgénicos que son Bayer, Monsanto, Singenta, Basf,
y Corteva. Lo mismo pasa con las que producen forraje para los animales. Por ejemplo
Cargill, Bunge, ADM. Todas tienen intereses en la cría industrial de animales, porque son
su principal cliente. Muchas veces son copropietarias de estas fábricas de virus.
Además de cuestionar las causas,… habría que cambiarlas. Y cambiarlas cuestiona las
bases mismas del sistema capitalista. Es necesario cuestionar los sistemas de producción,
sobre todo el sistema agroalimentario en forma inmediata. Pero también está relacionado
con muchas cosas. Por ejemplo: ¿a quién afecta más en este momento la pandemia? A la
gente más vulnerable: a quienes no tienen casa, a quienes no tienen agua. Son los mismos
desplazados por ese sistema, y porque no pueden acceder a sistemas de salud.
--¿Cómo es la respuesta desde los sistemas de salud?
-- En estas décadas de neoliberalismo no se ha atendido a la necesidad de sistemas de
atención primaria de la salud, que es lo fundamental; pero tampoco hay sistemas de salud
como para atender ahora a toda la gente que se está enfermando en muchos países. Los
países donde ha habido menos muertos en relación a la población, son países que tenían
sistemas de salud relativamente capaces de atender a su población. Los que los han
desmantelado, han quedado peor frente a la pandemia. El sistema es injusto no solamente
desde la producción. Es injusto desde el consumo, porque no todos pueden consumir lo
mismo. Es injusto en los impactos que provoca en la gente más afectada, que es la más
vulnerable. En algunos será por la edad, pero en muchos otros es por enfermedades
causadas por el propio sistema agroalimentario industrial, como por ejemplo la diabetes, la
obesidad, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, todos los cánceres del
sistema digestivo. Todo eso está relacionado con el mismo sistema que produce los virus.
En medio de eso, vienen los sistemas de “salvataje” de los gobiernos, y en todos los países
del mundo, por más que digan que primero van a atender a los pobres, aunque pueda haber
esa intención –en otros ni siquiera la hay como en Estados Unidos- en realidad lo que tratan
de salvar es a las empresas, porque dicen que son los motores de la economía. Entonces,
se vuelve a repetir el mismo esquema. Se vuelve a salvar a las empresas que crearon el
problema.
--¿Y cuál es el lugar de las industrias farmacológicas frente a la pandemia?
Ni siquiera frente a la pandemia se habla de las causas, sino que se buscan nuevos
negocios, por ejemplo, con la vacuna. Todo el negocio de las vacunas que está habiendo
en estos momentos, a ver quién llega primero, quién la patenta. Las farmacéuticas están
buscando el negocio. También es un negocio para todas las empresas de informática, con
las comunicaciones virtuales. Justamente antes de la pandemia, las famosas empresas
GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft), ya eran las empresas más
valorizadas a nivel de valor de mercado de sus acciones. Y son las empresas que están
haciendo ganancias enormes, porque ha habido una sustitución de la comunicación directa,
aún más, a la comunicación virtual. Los proyectos de salvataje de la economía van a
apoyar a este tipo de empresas, a las farmacéuticas que van a monopolizar las vacunas,
a las empresas de la agricultura industrial que producen estos virus. Es como una repetición
permanente de este tipo de sistema capitalista injusto, clasista, que afecta mucho más a
quienes ya de por sí estaban mal.
Hay que decir también que el 72% de causas de muerte en el mundo es por enfermedades
no transmisibles: diabetes, enfermedades cardiovasculares, cánceres, hipertensión. Son
enfermedades respiratorias pero no por contagio infeccioso sino por contaminación en las
ciudades, con el transporte. Todo lo que se está haciendo ahora respecto al coronavirus, es
porque da la ilusión en el sistema capitalista, que se puede atacar. Que si hay una pandemia
es un problema tecnológico, y la respuesta es crear situaciones reguladas en cada país, que
es una resolución de tipo tecnológica.
-- Pero ¿hay otra posibilidad de enfrentar esta crisis que no sea la del aislamiento
social?
-- Quiero aclarar que yo estoy de acuerdo en que se tomen las medidas de distanciamiento
físico, no social, pero eso debería ser acompañado con medidas que puedan apoyar a
quienes no tienen condiciones de hacerlo por su vulnerabilidad. El hecho de seleccionar
una enfermedad en particular como en este caso es una enfermedad infecciosa, para
desatar toda la batería de lo que sería un ataque global a la situación de pandemia, por un
lado no cuestiona las causas, pero por otro lado instala una serie de medidas represivas
incluso, muy autoritarias, desde arriba, de decir a la gente: “Haga esto, haga lo otro, porque
nosotros sabemos lo que usted tiene que hacer y lo que no”. Todo eso está relacionado con
no ver el fondo del problema, las causas, y al mismo tiempo, decir que los únicos que
pueden manejar la situación en la que vivimos hoy globalmente, es desde arriba, desde
gobiernos, empresas, que son los que nos darían la solución y por lo tanto deberíamos
aceptar todas las condiciones que nos imponen. Ante esto creo que es fundamental
rescatar y fortalecer las respuestas colectivas y desde abajo.
-- ¿Por ejemplo?
Por un lado, necesitamos entender que hay un sistema alimentario que es el que llega al
70% de la población mundial. Hay trabajos muy serios de investigación de ETC y de GRAIN
que muestran que el 70% de la población mundial se mantiene por la producción en
pequeña escala de campesinos, pequeños agricultores, también huertas urbanas, y otras
formas de intercambio y recolección de comida que son pequeñas, descentralizadas,
locales. Esto es lo que le da de comer a la mayor parte de la humanidad. Y no solo es
comida más sana, sino es la que llega a la mayor parte de la gente. Habría que fortalecer y
apoyar estas alternativas. Es como un paradigma para pensar soluciones desde abajo,
descentralizadas, colectivas, de solidaridad, para ver cómo cuidarnos, frente a una
amenaza que nos puede infectar, pero cuidarnos también entre nosotros, y seguir
trabajando en la creación de culturas completamente cuestionadoras y contrarias al
sistema capitalista, porque es lo que está enfermando a toda la humanidad, a la naturaleza,
a los ecosistemas y al planeta.