Informes oficiales y de investigadores explicitan el saqueo del monte nativo. En Argentina se arrasan 36 canchas de fútbol por hora. El impacto ambiental y social del desmonte.
“Los árboles son sagrados, no se tocan”
Cristina Fernández de Kirchner (15/2/2013)
Por Darío Aranda
Entre 2004 y 2012 las topadoras arrasaron 2.501.912 hectáreas, el equivalente a 124 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires. Otra forma de decir lo mismo: en Argentina se arrasan 36 canchas de fútbol por hora. Los datos surgen del cruce de relevamientos oficiales y de oenegés. El último informe de la Secretaría de Ambiente de la Nación relevó el período 2006/2011y contabilizó que se arrasaron 1.779.360 hectáreas de monte nativo. La causa, tan obvia como impune, el avance de la frontera agropecuaria, con cultivos transgénicos (soja y maíz) y la ganadería intensiva. El desmonte no es solo impacto ambiental, también implica conflictos por la tierra, represiones y asesinatos de campesinos e indígenas.
Paisaje monótono
La ruta 34 une la capital de Santiago del Estero con Salta. Impacta el paisaje homogéneo. Cultivo intensivo, soja alternada con maíz, más soja, y más maíz y más soja. Sólo alterada por la transición entre monte y cultivo: filas de troncos apilados, aún humeando, arrasados para abrir camino a más soja. Ni pasto queda. El monótono paisaje no distingue fronteras. El sur y noreste de Salta es idéntico. Se repite en Chaco y Córdoba. Todas provincias que conocieron del “corrimiento de frontera agropecuaria”.
Las estadísticas de deforestación son una explicitación de ese avance.