Es nuestro interés proponer y defender la formación artística en las escuelas, sea cual sea el nivel y/o modalidad, ya que planteamos que el arte es un modo de conocimiento que está ligado a la formación del sujeto, a su ser- en- el –mundo, y entendemos que por su carácter estético produce, dentro del contexto histórico del Siglo XX (Umberto Eco, Obra abierta), la posibilidad de crear significaciones distintas a las convenidas, a las legitimadas e institucionalizadas por el conocimiento de lo que llamamos “la realidad”. Así, el arte produce en su carácter plurívoco y ficcional, una apertura a mundos posibles que habilitan el conocimiento de realidades alternativas y al mismo tiempo, produce reconocimientos de aquellas establecidas, estandarizadas, desde distintas esferas de la actividad humana.
Desde esta postura, deseamos instalar la noción de lo estético no como algo intrínseco al objeto, sino como una relación variable entre éste y los sujetos que lo producen y lo recepcionan, en cada momento histórico.
Lo estético se manifiesta en el acto de la recepción, en esa actividad de “lectura”, en la que ese sujeto se convierte, a su vez, en productor de significaciones para volver a rearmar, a resignificar, a recrear y proponer nuevos sentidos.
En el caso particular del teatro de títeres, es necesario reconocer que es un lenguaje sintético que se presenta como un sistema de signos cuya intencionalidad es la de producir un hecho estético. Lo definimos como sistema de signos, en coincidencia con Rafael Curci (Dialéctica del titiritero en escena), debido a que su poder de significación está dado por la confluencia de distintos lenguajes, es decir, que el teatro de títeres comprende una visión integradora del arte ya que se constituye desde lenguajes como la música, la plástica, la literatura, la iluminación, la expresión corporal y fundamentalmente, el teatro.
El presente proyecto está relacionado con la propuesta de difundir obras de teatro de títeres en las escuelas públicas de nuestra provincia.
Dice Graciela Montes, escritora y docente del campo de la literatura infantil, que la escuela puede ser LA GRAN OCASIÓN para dar de leer, y si no la hay, hay que crearla. Nos sumamos a esta idea de crear ocasiones ya sea para leer literatura como para leer lo que “nos dicen”, lo que nos sugieren y proponen como mundos posibles las obras teatrales de títeres, como así también las obras plásticas, musicales, corporales, entre otras, ya que, una persona en contacto con lenguajes artísticos tiene la posibilidad de completar otros aspectos que hacen a su formación, que se relaciona con la apertura de sentidos, de sensibilidades, de miradas sobre el mundo que van más allá de lo impuesto desde discursos mediáticos, ya cristalizados por la mercantilización, que “formatean” a los sujetos desde un único modo, una única estética, y por consiguiente, un solo modo de interpretar la realidad.
Cabe destacar que, con respecto al proyecto de circulación del lenguaje de títeres, existen numerosos antecedentes en nuestro país que atestiguan el trabajo en la difusión que se remonta a 1933 cuando el reconocido titiritero Javier Villafañe creó su célebre personaje Maese Trotamundos y la carreta “La Andariega”, en la que comenzó a recorrer pueblos y ciudades con sus representaciones y a quien siete años más tarde, la Comisión Nacional de Cultura le asignó una beca para que divulgara la actividad titiritera a lo largo del país. Otro antecedente importante en nuestro país es el trabajo pedagógico que realizó el titiritero Héctor Di Mauro, que llevó a cabo las llamadas “Misiones pedagógicas” en los años 50 en la provincia de Córdoba, sobre todo en escuelas rurales, tal cual lo hiciera Federico García Lorca en España, llevando así a los lugares más recónditos y muchas veces postergados en nuestro país, la magia de sus títeres. Di Mauro, además, impulsó la creación de escuelas para estudiar Teatro de Títeres en varias provincias del país.
Nuestra idea es que el acceso a las obras de títeres se amplíe de forma tal que todas y todos puedan acceder a estos conocimientos, en forma gratuita y en los espacios escolares públicos que se constituyen, hoy más que nunca, en posibilidades concretas para ser participes de hechos estéticos.
Por eso, en este caso en particular, hemos trabajado como grupo independiente desde el año 2009, con el asesoramiento de la Escuela Provincial de Títeres, en la puesta en escena y circulación de la obra denominada “ROJO”, que es una adaptación autorizada la propia autora del cuento homónimo y por Argentores.
Hemos podido llevar a cabo, hasta la fecha, 85 representaciones de la obra a lo largo del 2010-2011-2012, tanto en escuelas públicas de la provincia de Neuquén (capital e interior: Buta Ranquil, Chos Malal, Manzano Amargo, Las Ovejas) y Río Negro (con experiencias en nivel inicial, primario, secundario, terciario y universitario), como en distintos ámbitos por fuera del sistema educativo formal: salas teatrales de Neuquén capital, La Plata y Campana (pcia de Bs As),; bibliotecas populares de Neuquén capital, San Martín y Junín de los Andes (Nqn); en la Escuela Provincial de Títeres; en la feria del libro en Roca (Río Negro) y en la de Chos Malal (Neuquén); en el sindicato SUTEBA, seccional Zárate (Bs As). Además la obra participó en Festivales de teatro como “1er Festival de Teatro” en Alta Gracia, Provincia de Córdoba y, en enero de 2013, en la “8va Fiesta Popular e Internacional del Teatro 2013”, realizado en Crespo, pcia de Entre Ríos, obteniendo el premio al “Mejor trabajo con títeres”.
Actualmente, a la par que continúan con funciones de la obra “Rojo”, el grupo está por estrenar su próximo trabajo que toma como base un mito griego.
http://facebook.com/latramoyanqn
Fotografías: Hugo Alvarez.
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