Esquel, 4 de marzo de 2013 (No a la Mina).- Fue una protesta colorida y creativa. El mensaje fue claro y contundente. La marcha contra la megamería y a favor del agua pura reunió a màs de 3.000 mendocinos de todos los departamentos, de todos los credos, de todas las edades, de todas las profesiones.
Fuente: Mendoza On Line
Las miles de personas que se manifestaron antes de dar inicio al Carrusel estaban unidas por la misma causa: lograr que los vecinos y turistas conocieran su reclamo y los acompañaran y que los pocos políticos que estaban sentados en el palco los escucharan.
La protesta fue creativa y multitudinaria. Fue una marcha colorida y creativa, donde estuvieron presentes todas las expresiones artísticas: la danza, la música, el teatro, la pintura.
Un enorme muñeco que representaba la vida abrió la marcha, mientras que le seguía uno que representaba a la muerte. Y detrás de ellos se encolumnaron miles de manifestantes, entre los que había desde curas hasta docentes y familias campesinas.
Todos apelaron a su creatividad para llevar algo que identificara su lucha: un cartel, una bandera, un mensaje escrito sobre su cara, un carro con las reinas vendimiales de la vida, representaciones de la muerte.
El grito que más salió de las miles de gargantas fue: "El agua de Mendoza no se negocia".
Los vecinos y turistas que estaban apostados a la vera de las calles por donde ya avanza el Carrusel los aplaudieron y recibieron los panfletos que les entregaron, donde estaban consignadas las claves de su lucha.
Tania Cruz, de la Asamblea Popular por el Agua, explicó que este año el reclamo tuvo dos ejes. El primero es que la Corte Suprema declare la plena vigencia de la ley 7.720 -que restringió los proyectos mineros que se pueden concretar en Mendoza- y poner en el tapete el tema de Vale.