¿Qué pasa el 7 de diciembre? ¿Será verdad nomás y el Grupo Clarín perderá una parte de su poder? ¿Qué hay detrás de apelaciones a una “pluralidad” de voces mientras el resto de los artículos de la Ley no se aplica? ¿Qué hizo el Estado en estos tres años de sancionada la Ley de Medios? ¿Qué grupos empresarios asoman como los más preparados para meterse en la disputa? ¿Democratización de medios o reordenamiento empresarial? Dos miradas sobre un tiempo de cambios, dudas y certezas apuntadas desde los medios de comunicación alternativos ante un futuro incierto.
De profecías, monopolios y caminos alternativos
Venimos esperando que se termine el mundo desde que arrancó 2012. La profecía del apocalipsis o el surgimiento de una nueva era, según la interpretación más o menos libre que se haga del calendario maya, nos tenía lo suficientemente preparados como para dejar que el tan agitado 7D nos oscurezca aspectos centrales de la ley de medios que siguen sin cumplirse. El fundamental, porque hace a nuestra práctica y porque consideramos estratégico en el marco de la construcción de poder popular, es el de la legalización y el fomento de los medios de comunicación alternativos, populares y comunitarios, que a tres años de la sanción permanece en lista de espera.