El Bolsón (Revista Qué Hay/ANPP).- Casi un centenar de personas se conmovió con la obra “Fotos del silencio”, presntada por el grupo de Teatro por la Identidad de Fiske Menuco (provincia de Río Negro), el sábado 30 de octubre en el salón de la escuela 108 de Lago Puelo, donde más tarde hubo una charla emotiva con Pedro Nadal García y Francisco Madariaga Quintela, nietos 79 y 101, respectivamente, recuperados por Abuelas de Plaza de Mayo.
Los actores demostraron un excelente talento dramático, además de un compromiso con la temática abordada: el robo de niños durante la dictadura cívico-militar iniciada en 1976. Lograron crear en el público un clima de introspección a partir del cual los espectadores pudieron bucear en sus propias historias de vida, sus recuerdos y sentimientos más profundos. El silencio, las miradas y los aplausos de la gente así lo demostraron.
La obra cuenta la historia de un grupo de amigos que de pronto ven desagarrados sus lazos por el acecho de los grupos de tareas. Una noticia atroz desencadena la acción: “Se lo llevaron al Turco”. Sus amigos Esteban y la Vasca, quienes militaban en un comedor popular, toman el camino del exilio para salvar sus vidas. De nada sirven los intentos de Esteban por persuadir a su novia de que huya con él. Gladis, atrapada por los hilos de culpa en que la envuelve su madre, se queda en Argentina.
En España, la Vasca se entera de que los milicos han reventado su casa, y que se llevaron en su lugar a su hermana, que estaba embarazada.
Pero a pesar del horror vivido y de los años que fueron endureciendo soledades, nace la esperanza del reencuentro y del encuentro. La traerá la democracia para un caso y las Abuelas de Plaza de Mayo para el otro.
La dirección y puesta en escena estuvo a cargo de Fernanda Archanco, con música original de Liliana Herrero.
El elenco estuvo integrado por Daniel Corrales, Silvina Di Biase, Julio Ayenao, Paula Rivas, Natalia Cabral, Daniela Quiñónez, Claudia Roldán, Victoria Simón y Fernanda Archanco.
Pedro y FranciscoTerminada la función, se invitó a participar de una charla con dos nietos recuperados: Pedro Nadal García y Francisco Madariaga Quintela.
Francisco recuperó su identidad este año. Su apropiador, un militar de Campo de Mayo, fue el mismo que secuestró y seguramente asesinó a su madre. Indignación, eso es lo que sintieron quienes lo escuchaban cuando relataba su infancia de maltratos físicos y psicológicos. Hoy el genocida está en la cárcel, y “ya no queda ningún vínculo” con quienes pretendieron ser su familia. “Algo dentro de mí me decía que ellos no eran mis padres. No les decía ‘mamá’ y ‘papá’, los llamaba por su nombre”, recordó.
La madre de Francisco era militante de Montoneros y de profesión cirujana. Con la recuperación de su identidad, en la que la ayuda de sus amigos fue invalorable, ha podido conocer a su verdadero padre y ha empezado a construir una nueva vida.
Pedro fue secuestrado junto con su madre. Tenía sólo 9 meses de vida. Y nuevamente la misma marca de perversidad: fue el propio verdugo quien se quedó con él. Se trataba de un policía que operaba en el campo de concentración “el Pozo de Quilmes”.
En 2004 Pedro conoció su verdadera historia y a su padre. Supo también de su madre, una joven de sólo 18 años que participaba en el PRT. “Somos parte de la historia y tenemos que contarla”, aseveró. “Hay todavía muchos asesinos entre nosotros. Es un trabajo largo.”
Reconoció que a partir del gobierno de Néstor Kirchner hubo un cambio notable a favor de la búsqueda de la verdad. “Venimos del funeral –aclaró Pedro-, estuvimos todo el tiempo ahí. Para mí Néstor era como un tío, alguien que te hacía sentir que eras parte de su vida.”
Francisco y Pedro hoy integran la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y colaboran en la búsqueda de los alrededor de 400 nietos que aún restan recuperar. “Todos somos comunicadores: los chicos con el teatro, nosotros con nuestro testimonio. ¿Qué hacer para que esto no vuelva a ocurrir? Hablar, hablarlo con todo el mundo. Generar conciencia, ésa es la mejor forma.”