El Padre Paco, del Grupo de Curas Opción por los Pobres y Párroco de la Isla Maciel, denunció que hoy durante la madrugada, la policía entró en la Isla Maciel y realizó un brutal allanamiento en el que golpearon a una menor de edad y al retirarse la dejaron esposada en el lugar. El ingreso de la policía tuvo lugar durante la madrugada. Sheila, con apenas 16 años, fue testigo de como la policía le plantó droga y “fierros” a su papá en el procedimiento, por lo que comenzó a gritar pidiendo ayuda. En ese momento una policía mujer la esposó y le dijo que si seguía gritando la iba a llevar detenida. Al culminar el procedimiento los uniformados la dejaron esposada. por Mariana Escalada y Agustin Ronconi (para el El Disenso).
La menor, en evidente estado de shock, habló con Gustavo "El Gato" Sylvestre, aún con las esposas puestas, y explicó que la misma policía que la esposó junto a otros dos uniformados la golpearon en la cara y cuerpo, pero que su gran preocupación es poder ver a su padre.
El enorme Padre Paco, el alma de la Isla Maciel y la voz de los nadies cuyos derechos son pisoteados a diario por las fuerzas policiales, fue quien denunció la situación y quien apenas enterado del hecho, recibió a Sheila en la Iglesia.
“En el barrio todos sabemos quien vende y quien no vende”, explicó el Padre Paco, “suele ser una practica común de la policía el plantar pruebas cuando tienen algo para sacar, y también es común hacer los allanamientos con violencia. Pero esto ya supera los excesos, y el accionar de la policía con Sheila no corresponde bajo ningún aspecto”.
El allanamiento tuvo lugar en cuatro casas, pegadas una al lado de la otra amplió el cura, quien conoce al padre de la criatura esposada y dio testimonio de que es un hombre trabajador. El Padre tomó cartas en el asunto y será quien acompañe a la menor y su tía a la justicia para resolver cuanto antes esta situación.
Este hecho de violencia policial se suma a la represión en el merendero “Cartoneritos” el viernes pasado, que ayer hizo temblar a Lanús cuando 15 mil vecinos marcharon contra la violencia institucional de la policía de Grindetti y Kravetz.