Reproducimos la nota enviada por Renace:
Agroquímicos en Argentina
El glifosato es clase III, ya no es clase IV
¿Dónde están los organismos de control?
Hace más de dos años el SENASA aprobó que el glifosato sea clase III, banda amarilla. Sin embargo, los bidones venden las empresas como MONSANTO y SINGENTA, asociadas a CASAFE y CIAFA, y que deberían ser controlados por los gobiernos provinciales, siguen etiquetados como clase IV y banda verde, la de menor toxicidad.
SENASA, organismos provinciales, CASAFE, CIAFA, MONSANTO, SINGENTA: ¿Otra articulación de ilícitos?
El 19 de junio de 2012, el Boletín Oficial publicó la Resolución 302 del SENASA que constituyó un pequeño avance en las luchas populares en contra de los daños que generan los pesticidas. Con mucho atraso, insuficiencias e incumplimientos, esta resolución sustituyó la clasificación toxicológica anterior por la más reciente establecida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el año 2009. Para los casos de irritación cutánea/ dermal, ocular y sensibilización cutánea, adopta las tablas establecidas por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos).
Como denunciamos en su momento, esa resolución sostenía la metodología de la clasificación de la dosis letal 50% aguda, haciendo aparecer a los pesticidas como mucho menos tóxicos de lo que en realidad son. Esto fue masivamente denunciado en la consulta pública que en su momento hiciera el propio SENASA, que ignoró todos esos aportes deslegitimando una vez más a la institución desatendiendo sus propias consultas que pretenden ser un instrumento participativo.
Dentro de la precariedad de esta nueva clasificación, se consideran valores de las dosis más exigentes para determinar las clases toxicológicas, lo que hace que algunos de los formulados de los pesticidas cambien a una categoría toxicológica más restrictiva.
El caso más notorio es el del glifosato, que pasó de Clase IV (la menor clasificación toxicológica) a Clase III (por lo menos), un cambio mínimo pero significativo dado el impacto que tiene en algunas provincias la aplicación de estos productos por la manera como están legisladas. También impacta en los informes y en su interpretación de las organizaciones empresarias agropecuarias, que mienten cuando continúan diciendo que la mayoría de los pesticidas aplicados en la Argentina corresponden a la banda verde.
Por qué ocurrió el cambio de clasificación del glifosato
Este cambio se debe por lo menos a dos motivos diferentes:
Por un lado, el SENASA, con cinco años de atraso, pone en vigencia la clasificación de la OMS 2009, que según sus propias normativas deben estar actualizadas. En la Clasificación toxicológica de los pesticidas de OMS 2009 el glifosato figura como clase III (banda amarilla), porque la OMS reconoce otros valores más restrictivos para la determinación de las clases de toxicidad.
Por otro lado, la incorporación de la toxicidad dermal y ocular de la EPA, también el glifosato queda clasificado como clase III. Incluso la misma empresa Monsanto publicó en el 2001 un informe donde reconoce que la toxicidad ocular del glifosato puede ser también clase I o clase II (la mayor toxicidad), debido a que el daño demora 21 días o 10 días en sanar, respectivamente.
Plazo de adecuación – Infracciones
La resolución 302 establecía también un período de adecuación de dos años; es decir, a pesar de que reconocía que los pesticidas son más peligrosos de lo que ellos mismos decían, permitían, como en otras oportunidades, que se los siguiera aplicando. Ese plazo de adecuación venció el 19 de junio próximo pasado.
A pesar de ello, los bidones se siguen presentando en los comercios que los venden clasificados como clase IV e identificados con banda verde.
Este incumplimiento es tanto de las empresas que participan de la producción y comercialización, como de los organismos de control provinciales y del SENASA.
Las falacias de CASAFE y CIAFA
A pesar de que el plazo de adecuación fue de dos años, a partir del 19 de junio de 2012 el glifosato ya es clase III. Por si fueran pocas las infracciones a sus propias normas y las elaboradas para ellos y sus intereses, continúan en el denominado “Estudio de Mercado de Fitosanitarios 2013” de diciembre de 2013, de CASAFE y CIAFA, las dos organizaciones que nuclean a los fabricantes, formuladores, comercializadores y distribuidores de pesticidas. Dicho estudio evalúa que el 68% de los pesticidas utilizados es clase IV, sin ninguna acaración, pretendiendo señalar que se utilizan masivamente los de menor toxicidad. Sólo puede llegar a esa conclusión si continúan con la falacia (ilegal ya, además) de considerar al glifosato y sus formulados como clase IV.
*Claudio Lowy, BIOS, RENACE – ecolowy@gmail.com (011) 15-664675187 Ingeniero Forestal, Master en Desarrollo Humano Sostenible.