Resulta grosero a esta altura hablar de informar, formar y educar, después de más de 15 años de utilización a mansalva y de manera irracional de una batería (artillería) de productos que ni siquiera en los diez años de la guerra de Vietnam se llegaron a arrojar sobre las tierras, aguas y animales, plantas y personas.
Pareciera que tanto unos como otros tienen serias dificultades para ver lo que sucede en la realidad más real de la vida de los pueblos y ciudades del interior. Como si las prolijas y refinadas explicaciones técnicas de algún experto venenólogo pudiera cambiar la matriz lucrativa de un sistema que está dispuesto a seguir tirando ya no solo glifosato en cantidades astronómicas, sino también del aun más letal "glufosinato de amonio", con la compañía infaltable del temible 2-4 D o de dicamba. Sin contar que aun nos siguen vaciando sobre un territorio donde vivimos 12 millones de personas, lo que queda y hay que terminar a toda costa -aun de nuestras vidas- de endosulfán, sin mencionar el incremento de los millones de litros de Clorpirifós, también metamidofos.
Y hablan todavía sin sonrojarse de que somos "fundamentalistas ambientales" como si intentar evitar que nos maten de cáncer, nos enfermen de tiroides, nos aborten nuestros hijos e hijas o los hagan nacer con malformaciones constituyera algún tipo de desviación moral. Discúlpenme señores de títulos y trajes, de sueldos corporativos y transnacionales, pero la desviación ha sido planteada hace tiempo por sus patrones, con ustedes como ejecutores en el terreno.
Nada de "fundamentalismos" sino fundamentos, los cuales hasta el cansancio nos hemos ocupado de hacerles llegar. No "ambientalistas" sino personas con dignidad que no queremos ser parte del costo de las ganancias multinacionales, estatales o del empresariado extractivista del agro santafesino.
Como le expresé al Director del Inta Rafaela: no existen las buenas prácticas más que en un puñado minúsculo de productores conscientes Le pregunté si habían formado a los agricultores en lo que ellos llaman y promueven como el control integral de plagas y contestó que sólo tuvieron eco una temporada cuando habían subido mucho el precio de los agroquímicos, luego, cuando bajaron no quedó casi nadie. Le pedimos que en vez de hablar con nosotros, citaran a los médicos, a los científicos, que de manera independiente estudian la problemática (los informes y tergiversaciones de ciertas compañías ya los tienen). ¿Porqué el Senado santafesino no llama aL DR. Carrasco para que les explique, porque no citan a comparecer al Dr Alejandro Oliva, o lo leen?. ¿Por qué no le preguntan a la Dra Simoniello sobre los problemas genéticos en gente con exposición a agrotóxicos? Vive en Santa Fe y puede aportar muchos datos para realizar políticas para el cuidado de los aplicadores, por ejemplo. ¿Por qué no llaman al Dr. Verseñassi de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y conversan aunque más no sea una hora?
¿Leyeron los senadores el informe del Ministerio de Salud sobre el Caso San Jorge? En los tres meses sin fumigaciones comparado con los tres meses del año anterior cuando fumigaban, se produjo una merma del 50% en consultas por asma, o una disminución de aproximadamente el 70% de broncoespasmos, botones de muestra que ya a esta altura sobran.
¿Leyeron los senadores los datos de cánceres infantiles y nacimientos con malformaciones del informe de Salud del Chaco?
¿Se enteraron, leyeron, consultaron a los expertos que declararon en el fallo por fumigaciones a Barrio Ituzaingó?
¿Por qué no citan a una audiencia pública convocada a los fines de escuchar testimonios de personas fumigadas, sus problemas de salud, incluso acompañadas por sus médicos? ¿Porqué no convocan a una audiencia pública a todos los investigadores que hayan centrado sus trabajos en cuestiones relacionados a agrotóxicos y agua, tierra, ecosistemas, personas, muchos de los cuales son egresados de Universidades de nuestra provincia?
Diré por qué:
- porque el Senado no tiene la más mínima intención de proteger la salud de nadie, si la tuvieran, hace años, o el año pasado al menos, habrían convocado a expertos de la salud que investigan estas problemáticas. Simplemente quieren que todo siga igual porque así cada uno tendrá su mapa electoral sin complicaciones.
- Porque en la defensa del medio ambiente no tienen iniciativa política, la iniciativa política es de los afectados y la presencia de los cárteles de la soja y el maíz transgénicos sólo concurren a esa cámara porque antes estuvimos quienes queremos una mejor salud para nuestros hijos, no porque les preocupe la cuestión, pues si pudieran harían de todo terreno cultivable una zona liberada para echar cualquier cosa. Su única moral es la del dinero, de otro modo ya habrían dado el alerta antes que nosotros, porque son quienes han visto las consecuencias antes que los pobladores.
- El Senado no quiere modificar la ley de agrotóxicos aunque la misma es un esperpento porque hacerlo los obliga a hacer algo que aunque mínimo, implicaría el reconocimiento de que nos están dañando.
- El Senado no quiere saber, pretendiendo así autoexculparse del genocidio en curso, en línea con otras autoanmistías de épocas pasadas, cuyo final conocemos.
Fernando Albrecht
Vecinos Autonvocados de Hersilia.
Centro de Protección a la Naturaleza
Campaña "Paren de Fumigarnos!"
Belgrano 3716 - CP 3000 - Santa Fe - tel. 0342 4531157
Editoriales ANP
