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miércoles, 4 de enero de 2012

DENUNCIAN "CACERÍA Y REPRESIÓN POLICIAL" CONTRA GRUPO DE NIÑOS EN VILLA MARÍA (CÓRDOBA)

Córdoba (El Diario).- Las víctimas son chicos de entre 8 y 12 años y los hechos se produjeron en inmediaciones del cementerio. VACAP, junto a varios papás, expusieron el caso ante el fiscal Francisco Márquez. Uno de los acusados es el comisario José Martínez





En la imagen de la izquierda se lo ve, de espaldas, al comisario José Martínez (con pantalón oscuro), mientras que en la otra el patrullero del CAP traslada algunos menores hasta la Comisaría de Distrito. Las fotos fueron tomadas por una de las mamás





La comisión de Vecinos Autoconvocados Contra Abusos Policiales (VACAP) formuló en la Justicia una grave denuncia por una serie de hechos acaecidos horas antes de la Navidad, en los que fueron detenidos y encarcelados seis menores y un joven con problemas de salud.
A continuación se transcribe el comunicado emitido por la organización social, en el que relata algunos detalles de los abusos denunciados:

El 24 de diciembre, un día muy caro para la cristiandad, seis niños cuyas edades van de los 8 a los 12 años, sobre calle Granaderos Argentinos en las proximidades del cementerio, fueron interceptados violentamente por tres policías a las 10.30 de la mañana: una mujer vestida de civil, un hombre con ropas de agente policial, pero sin identificación, y el comisario José Audicio Martínez, también vestido de civil (las fotos certifican la presencia de dicho funcionario) atacando brutalmente a golpes a los niños que allí transitaban.
Ellos son: G. C., de 10 años (recibió cachetazos); J. H. Q., de la misma edad (violentado verbalmente); J. N. A., de 12 años (tiene un problema de maduración y fue golpeado brutalmente en el cuello por lo que se le hinchó parte de su rostro); C. N. M., de 8 años (lo golpearon en la boca del estómago y sufrió escoriaciones, quien logra correr y aferrarse a la pierna de la mamá de J. H.); I. L. M., de 11 años, y A. B., de la misma edad (fueron golpeados, rasguñados y empujados), a los que hay que sumar a F. J. A., de 18 años, quien padece de síntomas esquizofrénicos y recibió golpes en la cara.

Según el relato de una vecina del barrio General Roca, la irrupción policial se debería a una denuncia verbal que realizó el guardia del cementerio, quien dijo que, supuestamente, tres sujetos habrían violentado la puerta de automóviles y podrían haber extraído pasacasetes, horrorizándose dicha mujer al conocer el aberrante y bestial proceder policial con los niños que allí transitaban y viven, no teniendo ellos (los niños) los objetos denunciados, al ir caminando por la calle de acceso al barrio.
Uno de los chicos relató que “todo fue por una gorra”.
Los niños A. B., G. C., E. N., J. Q. e I. L. M., después de ser golpeados y por lo tanto violentándoseles todos sus derechos en un estado democrático, en la esquina de calles Deán Funes y Rucci son introducidos a golpes en los móviles policiales: un Fiat Uno blanco, sin chapa patente, y un patrullero nuevo del Comando de Acción Preventiva.
Los padres que allí se fueron haciendo presentes rechazaron la violencia policial estallando en manifestaciones de repudio al observar semejante proceder de los efectivos, el cual es conocido y padecido en el barrio desde hace bastante tiempo.
Los vecinos adultos y niños violentados tienen testigos que dan cuenta de tamaño acto inconstitucional, categorizando el proceder de los representantes del Estado como un acto de ensañamiento con personas humildes y desvalidas.
En el camino del barrio a la Unidad Departamental los niños lloraban y temblaban de miedo al decir de sus propios relatos, escuchando que los policías les aseveraban que ellos -los mismos agentes- “no le pegaron a nadie”.
La mamá de los niños J. N. A. y F. J. A. decidió, ella misma, no separarse de sus hijos y fue llevada en el patrullero junto a los hijos. La mamá de I. L. M., en estado de angustia, también se hizo presente en la unidad policial.
Ya en la dependencia de General Paz y San Juan, todos los niños mencionados fueron encerrados en los calabozos (violando una vez más sus derechos) desde las 11 hasta aproximadamente las 15, sin proveerles agua ni comida.
Al pedir los niños a los policías que sus familiares les fueran a comprar algo, en una clara actitud inhumana los agentes públicos les dijeron “volá” y se les rieron en la cara.
Adjuntamos certificados médicos de los chicos violentados, expedidos por los profesionales respectivos.
Denunciamos una vez más la ausencia y la denegación de justicia sistemáticamente ejercida por la jueza de Menores, Dra. Cecilia Fernández, en un estado de derecho, lo que es más grave aún y la práctica policial habitual de detener en calabozos comunes, en la situación relatada, a un grupo de niños domiciliados en el barrio General Roca de Villa María.
Estando los familiares en la Departamental, fueron discriminados por el personal policial allí presente con aseveraciones tales como “¡uh, mamita si empezamos así de chiquitos!”. Otros agentes preguntaban a los niños en el calabozo “si tenían tatuajes con (la inscripción) madre”.
Al cabo de un rato las mamás fueron rechazadas por la comisario Patricia Sosa, quien les gritó y las sacó fuera de la Unidad, debiendo soportar las personas aludidas reiteradas burlas y miradas acusadoras por parte de los uniformados, entre quienes se encontraban mujeres en función policial.
Cerca de las 13 el señor Darío Quevedo (padre de J. H.), a quien los policías actuantes le manifestaban connotaciones negativas por su apellido, fue detenido por una presunta infracción al Código de Faltas, imputándole “disturbios en la vía pública”. Quevedo fue liberado cerca de las 22 y le dijeron que lo hacían por “una orden del fiscal”.

La comisión de Vecinos Autoconvocados Contra Abusos Policiales (VACAP), organización social integrada a la Coodinadora Antirrepresiva por los Derechos Humanos de Córdoba, con domicilio legal en La Rioja 1438 de Villa María, formuló esta denuncia ante el señor fiscal de Cámara, Dr. Francisco Márquez, y por su intermedio ante al fiscal General de la provincia, Dr. Darío Vezzaro.
Los papás y mamás aquí presentes dan fe de todo lo sucedido, exigen justicia y que los responsables sean castigados, tomándose todos los recaudos necesarios por la Justicia para proteger no sólo la integridad de los niños, sino su salud psicofísica y la de sus familias ante la violencia reiterada ejercida hacia ciudadanos de barrio General Roca por parte de los aparatos estatales.
¡Basta de impunidad policial! ¡Basta de injusticia! ¡Basta de violencia física y psicológica a ciudadanos en estado de derecho!
La presente denuncia la firman las siguientes personas:

Papás de los niños
Darío Oscar Quevedo
DNI 27444061
Rosa Almaráz
DNI 26112811
Esther Ludueña
DNI 28625698
Andrea Claudia Pino
DNI 20600683
Silvia Massa
DNI 12883240

Integrantes de VACAP
Derna Montero
DNI 12672531
Mónica Sonzini
DNI 13726345
Jorge Bonano
DNI 11416191